Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Justicia | Caso Nóos

Todo queda en familia

Después de más de un año de instrucción, la sentencia para los Urdangarín-Borbón ha quedado lista para sentencia
Francisco Collado Campana
martes, 21 de febrero de 2017, 00:00 h (CET)
El teatro ha quedado bordado al más puro estilo de cualquier comedia costumbrista. El marido, un picapleitos, que aprovechándose de la posición de su mujer y su suegro hizo negocios sobre papel mojado. Y ella, la inocente miembro de los Borbones donde siempre queda la excusa de la “inocencia”, ya sea producida por el retraso mental o la imbecilidad autoinflingida, para excusarse de sus acciones desde regalarle la corona a Napoleón hasta robar unos dinerillos para pagarse sus cosas en Suiza.

La sentencia no ha dejado realmente indiferente a nadie. De un lado, aquellos que consideran oportuno proceder con un empalamiento público, sin recordar los principios que sustenta nuestro ordenamiento jurídico. Todo al más puro estilo Robespierre. De otro lado, los monárquicos católicos apostólicos que creen en la inocencia de la infanta y en otras tantas cosas sustentadas sobre la fe. Craso error de ambos. Probablemente, la abnegación del juez Castro sea el más claro ejemplo de por dónde debiera haber discurrido una sentencia que tiene mucho de política y poco de judicial.

La cuestión final es que todo ha salido a pedir de boca para la familia. Se ha podido salvar la situación como otras tantas. Eso es lo importante al final. Los únicos que ganan o que no han perdido del todo son los integrantes de una institución monárquica que ha conseguido mantenerse a flote en los últimos años gracias al sano traspaso de la corona de Juan Carlos I a su hijo. Lo demás, el pueblo, sigue como siempre.

Noticias relacionadas

Las nuevas tecnologías han revolucionado el mundo y modificado hábitos y formas de vida. Éste es un proceso que sigue siendo imparable: globalización, industrialización y mercantilización. Se han adquirido nuevas formas de trabajo, pero también de esclavitud, y la enseñanza no es ajena a estos cambios, ya que está servido desde hace tiempo el conflicto entre las nuevas tecnologías y la actividad docente y la cultural tradicional.

El pluralismo crítico es lo contrario del pensamiento único. Es natural y lógico que coexistan muy diversas ideas y no se debe imponer una visión única de la realidad, a todos los niveles. Las discrepancias, las interpretaciones y los planteamientos pueden ser diferentes. La diversidad en todos los sentidos es positiva, ya que es lo característico de una sociedad plural y multicultural.

La opinión que más escucho cuando oigo hablar de Donald Trump, incluso en boca de académicos o gente bien informada, es que está loco. Es cierto que su comportamiento, tan diferente al de quienes nos hemos acostumbrado a ver como dirigentes y líderes mundiales, induce a pensar así.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto