El 21 de abril de 2002, el FN dio una gran sorpresa, obtuvo 16,9% de los votos y fue el 2º partido más votado, tras el partido recientemente creado por Chirac, 19,9%. Los resultados de Jospin no andaban muy lejos, 16, 2%, pero la norma francesa requiere nueva elección entre los dos partidos más votados, Jospin quedaba eliminado y el voto fue atrapado por el miedo al FN.
Sin embargo, Lionel Jospin ha gozado de la mayoría parlamentaria, 54% de escaños y encabezado el gobierno entre junio de 1997 y mayo de 2002 la tercera cohabitación en las mayorías presidencial y parlamentaria de los partidos de poder V republicanos.
Hay mucho que plantear sobre los gobiernos Jospin; el hecho es que el crecimiento francés fue el más alto de la UE, 3%, en el periodo 1997/2001, aunque no fue el caso de 1990/1997, cuando la UE crecía de 1,7% y Francia de 1,2%
Con respecto a la aceptación del primer ministro; aconsejo la lectura de la información ofrecida por Ipsos cuando se cumplen tres años del gobierno de Jospin: http://m.ipsos.fr/decrypter-societe/2001-11-13-trois-ans-matignon-lionel-jospin-bon-bilan-sans-garantie-pour-l-election-presidentiel
Pienso que el encabezamiento ya es expresivo, ofrezco mi traducción: “El viernes, dos de junio, Lionel Jospin conmemorará su trienio en Matignon, la encuesta Ipsos muestra que el balance es positivo en la imagen del primer ministro, no lo es tanto cuando se refiere al gobierno”
En el PSF, en particular y en la izquierda plural debería haber sonado una alarma, no entiendo cómo no lo hace. Pero, nada que ver con Chirac. Te propongo una lectura de un pequeño artículo que indica algunas de las fechorías de éste y de sus homólogos en la época: http://www.20minutos.es/noticia/310456/0/escandalos/imputaciones/bush/ Pienso que el titular te dice mucho: “Escándalos e imputaciones salpican a Bush, Brown, y Chirac”. Los tres estaban en el poder, entonces. Tenían que haber sonado las alarmas.
No pasó entonces y no pasa ahora. . Eso sí, asistimos a un nuevo escenario mucho más amenazante. La Unión por la mayoría presidencial derivó, en noviembre de 2012 en Unión por la mayoría popular, liderada por Sarkozy y los escándalos subieron de volumen y de impacto. Veamos un ejemplo con el abuso de las fortunas francesas al servicio de las campañas de UMP http://www.elmundo.es/elmundo/2013/03/22/internacional/1363929492.html , aunque me parece más grave la acusación del uso de las ayudas de Gadafi, que terminó con un régimen antes bendecido por el presidente francés y cuya destrucción, por el solo interés de anular pruebas, fomentó la guerra del norte de Mali y el yihadismo.
Ya no era un asunto francés y las reacciones de la Comunidad Internacional, como las francesas, no han enfocado el problema.
Seguimos confiando que el miedo al FN asegure la presidencia de Macron, pero éste ya no representa a los partidos de poder V Republicanos, Sarkozy perdió las primarias de su partido, las ganó Fillon, pero ha perdido votos por corrupción. Por su parte, el PSF, como el PSOE, se está haciendo el harakiri. Hamon fue elegido en las primarias del PSF , pero es públicamente repudiado por pesos pesados del mismo: Valls, Delanöe…, que anuncian su voto a Macron.
Cuando Hamon intenta rehacer la unidad ciudadana, el Secretario General de su partido lanza este comunicado: «Jean-Luc Mélenchon quiere hacer la revolución. No es la solución; no quiere, como nosotros, cambiar Europa quiere salir de la UE”.
Yo creo que ya es bastante para asustar. La actualidad añade, por si no fuera bastante, este viernes: “El jefe de la diplomacia francesa ha prevenido a Rusia contra cualquier injerencia en las presidenciales francesas”. El miércoles nos contaron que el jefe de la Comisión del senado USA encargado de investigar la injerencia rusa en la elección de Trump, afirmó que Moscú está “activamente implicado en las presidenciales francesas”. Hay un proyecto para representar a los franceses que no quieren votar. Pienso que no es respuesta al impacto que ha tomada la batalla; el Estado de Derecho y la ética están siendo ninguneados. La amenaza del estallido es cada vez mayor.
El problema, desde luego no es Maduro y tampoco se reduce a Francia.
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