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Memorias de un General y un Pintor en Marruecos | |||
| El apellido Picasso se encuentra unido indisolublemente a la historia de Marruecos y España, aunque no se trate del artista plástico que hoy descubre el público de Rabat | |||
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Esta semana por primera vez fueron expuestas en Rabat las obras del malagueño Pablo Picasso, considerado uno de los íconos de las artes plásticas del siglo XX, creador del cubismo además de escultor, escenógrafo y diseñador de vestuario para montajes teatrales. Las obras expuestas por primera vez en Marruecos han sido prestadas por el Museo de Picasso de Paris, al Museo Mohammed VI de Arte Moderno y Contemporáneo, donde podrá verse la muestra hasta el 31 de julio. Casi al mismo tiempo que dicha muestra era inaugurada en la capital del Reino de Marruecos, apenas tres días antes, el tío segundo del famoso artista era homenajeado en Melilla, donde la antigua carretera del Tiro Nacional pasó a ser denominada con su nombre. Estamos hablando del general Juan Picasso, quien rompió el cerco al que estaba sometida Melilla para pedir ayuda, tras la muerte del general García Margallo. El comandante general de Melilla y una bisnieta del general Picasso descubrieron también una placa en homenaje al héroe español, en el acuartelamiento Millán Astray de Melilla. Mucho más conocido que el episodio de heroísmo por parte del general Picasso es el informe sobre la corrupción que imperaba en las fuerzas militares españolas que ocupaban Marruecos, y que según todos los indicios, fueron determinantes del desastre de Annual. Durante una desafortunada maniobra del general Silvestre, en las sierras del Rif, los españoles sufrieron una dura derrota ante los guerrilleros del legendario Abdelkrim. Algunas fuentes afirman que dejaron en aquellos parajes sus vidas unos trece mil españoles, sumando las escaramuzas que siguieron en una caótica retirada sin orden ni concierto alguno. La mayor parte de las bajas, se sabe, se produjeron durante esa penosa retirada y la rendición del Monte Arruit, que abarcó fines de julio y los primeros días de agosto del año 1921. La investigación de Picasso abarcó nueve meses, y fue llevada a cabo en medio de grandes restricciones que motivaron la protesta del comisionado, dado que le resultaba imposible incluir en su investigación a los generales. Para hacerse una idea de la gravedad de su contenido, ni siquiera se conserva íntegro tan importante documento en los archivos españoles. Picasso interrogó a sobrevivientes, que no habían sido muchos, y revisó correspondencias llegando a conclusiones que lo indignaron profundamente. A pesar de los esfuerzos de los jefes por evitar aparecer de manera indigna en el informe de Picasso, las conclusiones del Fiscal militar José García Moreno fueron inequívocas: el desastre de Annual se debió a la corrupción y negligencia de los altos jefes militares. En 1922 el abultado expediente plagado de acusaciones demoledoras fue remitido al Congreso de Diputados y hallándose responsabilidades penales, los generales, jefes y oficiales del ejército fueron acusados en medio de un gran escándalo periodístico. La atmósfera generada derivaría en el golpe de Miguel Primo de Rivera, que estalló el 13 de septiembre de 1923. El golpe culminó exitosamente un 15 de Septiembre, con la instauración de la Dictadura de Primo de Rivera. El éxito se debió sobre todo a que el rey Alfonso XIII no se opuso al golpe y nombró al general sublevado Jefe del Gobierno al frente de un Directorio militar. De esta forma Alfonso XIII ligó de manera indisoluble su destino al de la Dictadura, por lo que cuando Primo de Rivera fracasó en su intento de perpetuar su régimen autoritario, y presentó su dimisión en enero de 1930, la propia monarquía estaba herida de muerte. El nuevo dictador militar, general Berenger, fue incapaz de evitar el avance de la opción republicana, lo cual llevó a la proclamación de la Segunda República Española el 14 de abril de 1931, El rey Alfonso XIII se vio obligado a marchar al exilio. Una derrota militar de los españoles en Marruecos, había sido el principio del fin de aquella monarquía española cuyos herederos vuelven a insistir con su historia imperialista, recordando al general Picasso por méritos mucho más pequeños, y olvidando el valioso informe que legaría décadas más tarde. |
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