Los operativos policiales de los últimos meses demuestran que los narcos latinos tienen no sólo sus enlaces consolidados con las organizaciones criminales europeas (Cosa Nostra siciliana, 'Ndrangheta calabresa, Camorra napolitana, mafias rusa, kosovara, búlgara, serba-montenegrina y gallega) sino también su tranquilo y preferido paradero en el viejo continente.
Los narcos latinos se enfocan en Europa El pasado 21 de abril la Guardia de Finanzas italiana capturó en el terminal de Civitavecchia, una importante ciudad portuaria cerca de Roma, a un prófugo bosnio-alemán después de desembarcar de un crucero proveniente de Barcelona, el sujeto, de apellido Miro Niemeier Rizvanovic, de 36 años, apodado “El Ruso” por su capacidad de hablar ese lenguaje, era requerido por presuntos delitos de narcotráfico, extorsión y lavado de activos. Según informes de INTERPOL, Dirección Distrital Anti-mafia de Brescia (DDA por sus siglas en italiano) y policía colombiana, el hombre desarrollaba un papel fundamental como organizador de actividades criminales en Europa y Estados Unidos, tratándose del brazo derecho de Dairo Antonio Úsuga, también conocido con los sobrenombres de “Otoniel”, “Mao” y “Mauricio”, jefe colombiano del Cártel del Golfo y uno de los máximos abastecedores mundiales de coca, basta pensar que el 3 de abril en en la norteña ciudad de Barranquilla le fueron decomisadas al cártel 6,1 toneladas de cocaína con un valor estimado de 178 millones de dólares (200 millones de euros), que estaban por ser enviadas al puerto español de Algeciras (Andalucía) camufladas en un cargamento de chatarra. Sólo algunos días antes, el 9 de abril, Tomás Jesús Yarrington Ruvalcaba, influyente exponente del PRI (Partido Revolucionario Institucional que actualmente gobierna en México) hasta su suspensión en mayo de 2012 y sucesiva expulsión de las filas del instituto político en diciembre de 2016, ex alcalde de Matamoros (1993-1995) y ex gobernador del estado de Tamaulipas (1999-2005), fue atrapado en un restaurante de la central Plaza de la Señoría en Florencia (Italia) por agentes del Servicio Central Operativo (SCO, por sus siglas en italiano), porque enjuiciado en México por presunta complicidad en el asesinato de Rodolfo Torre Cantú, líder político de la coalición “Todos Tamaulipas”, ocurrido en 2010 en Ciudad Victoria, y acusado en 2012 por la Administración de Cumplimiento de Leyes sobre las Drogas (Drug Enforcement Administration, DEA, por sus siglas en inglés) de asociación criminal y tráfico internacional de estupefacientes (violación del RICO Act, o sea, Ley de Control del Crimen Organizado). En la orden de detención del gran jurado federal de Brownsville (Tejas) se aprende que, a partir de 1998 hasta 2006, el ex gobernador recibió ingentes sobornos (millones de dólares) por los narcotraficantes del estado de Tamaulipas a cambio de facilitarles operaciones a gran escala para pasar desmesuradas cantidades de cocaína y marihuana por la frontera, la tarea que consistía en impedir interferencias de las autoridades policiales fue cumplida con éxito, y encima, de 2007 a 2009, el encausado se involucró personalmente en el negocio al fungir como intermediario entre los integrantes del Cartel de Beltrán Leyva y los del fallecido Antonio Ezequiel Cárdenas Guillén, alias “Tony Tormenta”, cobrando un porcentaje por cada cargamento de cocaína que salía del puerto mexicano de Veracruz con destino a Estados Unidos. En su contra hay también acusaciones de fraude, falsas declaraciones a entidades bancarias, evasión fiscal, fraude bancario y, sobre todo, lavado de dinero, en lo especifico, desde 1998, Yarrington utilizaba la compañía Materiales y Construcciones Villa de Aguayo, S.A. de C.V. encabezada por Fernando Alejandro Cano Martínez y, a partir de 2005, otras numerosas sociedades pantallas (Premier International Holdings Ltd, AGM Investments LLC, Pesquera Investments LP, RGC Development LLC, SPI Ling, Marlin Townhome Project LP, SPI Development Partners LLC, Culebra 179 Acre Residential Development LP, Culebra SA 179 Management LLC, Cantera-Parkway Development Partners of SA y SA Cantera Development Partners LLC) creadas por los dos, para blanquear activos invirtiéndolos en bienes raíces, vehículos, cuentas bancarias y aeronaves. Las indagaciones indican que todas estas empresas le han permitido transferir al exterior 7 millones de dólares con un entramado que obtuvo préstamos fraudulentos de diversos bancos (First National Bank de Edinburg, Wells Fargo Bank, Lone Star National Bank, Falcon International Bank y M&T Bank), utilizándolos para adquirir terrenos en Béxar (46 hectáreas) y cerca de Culebra Road (283 hectáreas), un departamento de lujo en South Padre Island (distrito de Cameron), pagado 450 mil dólares, e inmuebles en Hidalgo, Hays y Port Isabel, todos en los condados de Tejas, y además, dos aviones, un Pilatus 2005 y un Sabreliner 60, este último supuestamente comprado con recursos públicos distraídos de su objeto (delito de peculado), enviados a una cuenta bancaria de la estadounidense Inter National Bank (300 mil dólares) y encomendados a Fernando Alejandro Cano Martínez (5 millones de pesos). El Buró Federal de Investigaciones (FBI, del inglés Federal Bureau of Investigation) sospecha que el político no sólo malversó 60 millones de pesos de fondos federales sino que también se dedicó a blanquear dinero para Los Zetas y el Cártel del Golfo, dos agrupaciones delincuenciales que han desencadenado una sangrienta guerra en Tamaulipas para el dominio del territorio y el control del importante corredor de Brownsville, ciudad hermana situada en la frontera sur-oriental del estado de Tejas y puerta de entrada de droga y migrantes ilegales a Estados Unidos. El sistema era muy articulado dado que numerosos testaferros abrían cuentas corrientes en filiales de bancos en México (HSBC, Scotia Bank, BBVA, Bancomer, Banamex y Banregio) y luego, a través de una cuenta de Monex, un importante transmisor de dinero, hacían trasferencias a depósitos estadounidenses intestados a otros prestanombres, de esta manera enormes cantidades de dinero mexicano se ocultaban en el exterior, incluidas las ganancias conseguidas por Materiales y Construcciones Villa de Aguayo, que durante el mandato de el ex gobernador recibió 37 contratos de obras públicas por un monto de 1473 millones de pesos. Parece que Yarrington conoce muy bien Italia dado que durante los últimos cinco años de su nueva vida clandestina ha viajado por todo el país de Cristóbal Colón, pero, conforme a las informaciones rastreadas por la policía de Cosenza, su hogar favorito se encontraba en Calabria, una región del sur de Italia en que prevalece la más aplastante mafia de la península, la todopoderosa “Ndrangheta” que compuesta por “ndrine”, familias que subyugan los distritos, consiguió el liderazgo en el negocio de los narcóticos desde hace tiempo. El político mexicano encontró amparo en Paola, un pequeño pueblo de casi 17 mil habitantes controlado por el clan Scofano-Martello-Ditto-La Rosa y su rival Serpa, que está a menos de dos horas de distancia de Gioia Tauro, una ciudad cuyo puerto queda bajo el dominio absoluto del clan Pesce de Rosarno y sus aliados (Bellocco, Mancuso y Molé), esos juntos a otras familias de la costa jónica (Commiso, Aquino, Jerinò, Coluccio, Bruzzese, Ietto, Cua y Pipicella) y aprovechando una vinculación directa con Los Zetas, gestionan autónomamente el tráfico de cocaína procedentes de Sudamérica. Los mismos policías admiten que la mafia manda en el terminal decidiendo los que pueden trabajar en el sitio (compañías y personas) y la mordida por descargar los contenedores, además de tener el respaldo absoluto de obreros de la sociedad de estibadores portuarios para la entrega de los cargamentos ilícitos (la operación “All Inside” de 2010 comprobó que varios dependientes de la Medcenter Container Terminal S.p.A. escondían los estupefacientes y lo transportaban con furgonetas de la empresa afuera del puerto), y añaden sin vacilaciones que el muelle es “la entrada principal de la cocaína a Italia y donde a menudo detectamos peligrosos narcos latinos”.
Al parecer, hay un pacto entre los clanes del puerto del Mar Tirreno, que aseguran que la droga al llegar no será afectada por decomiso, y los del litoral jónico, que brindan sus base logísticas en el extranjero y sus referentes en Sudamérica para la compra de un producto de alta calidad, de hecho, la presencia de criminales suramericanos en Italia y España refrenda la importancia de estas dos naciones para el tráfico de sustancias psicotrópicas a Europa, al mismo tiempo que se consolida la radicación de miembros de las mafias europeas (rusa, albanesa, georgiana, búlgara y turca), y especialmente italiana, en América Latina. En efecto, en diciembre de 2016, la Oficina Central Nacional INTERPOL Chile (Organización Internacional de Policía Criminal) de la PDI, logró atrapar en Iquique a un ciudadano italiano buscado desde 2013 por las autoridades judiciales de ese país por ser un negociador clave entre los clanes de la Camorra y los carteles de narcotraficantes de Colombia, México, Brasil y Bolivia. El fugitivo llamado Pasquale Fiorente, alias “El Enano”, de 39 años, había construido una red capilar de distribución que tenía como habituales clientes a los Gallo-Cavalieri de Torre Annunziata, los Russo de Miano, los Escisionistas de Secondigliano, los Aquino-Annunziata de Boscoreale y los Castaldo de Caivano, familias operantes en algunos barrios de Nápoles y en ayuntamientos cercanos, asimismo proporcionaba su “mercancía” a los Pecoraro-Renna activos en Salerno, la segunda ciudad más importante de Campania, y en su litoral. “El Enano” ya fue implicado en el caso “Dama Blanca”, un escándalo que tuvo como protagonista a Federica Gagliardi, una joven y atractiva mujer famosa por haber aparecido con un vestido blanco en compañía de Silvio Berlusconi, ex Presidente del Consejo de Ministros de Italia (1994-1995, 2001-2006 y 2008-2011), durante el G8 en Canadá de 2010. En marzo de 2013, Gagliardi fue arrestada en el aeropuerto de Fiumicino al bajar de un avión salido desde Caracas por transportar 24 kilos de cocaína en un maletero y una mochila, la detenida presionada por los detectives delató a Fiorente que se largó definitivamente de Italia y, a pesar de esa complicación, siguió administrando con éxito el negocio de la droga al punto que aplicaba mecanismos de fijación de precios según las cantidades y la cualidad del producto gozando de alta credibilidad, un reconocimiento que se había ganado durante años por las numerosas y millonarias compras y la puntualidad en los pagos. Los acontecimientos delictivos atestiguan que hay muchos mafiosos que residen de manera estable en América Latina, de hecho, en marzo de 2017, fue capturado en Fiumicino al desembarcar de un vuelo procedente de México, Giulio Perrone, originario de Gragnano (Nápoles) y uno de los prófugos más buscados por la justicia italiana, el camorrista sentenciado con una condena a 20 años, 11 meses y ocho días de prisión por cargos de asociación criminal y narcotráfico, vivía en Ciudad Madero, en el estado de Tamaulipas, bajo falsa identidad, y contaba con una larga experiencia en el sector visto que durante las décadas de los 80' y 90' se encargaba de proveer cocaína a las familias napolitanas Mazzarella, Tolomei, Nuvoletta y Formicola. Historia muy parecida a la suya es la de Pasquale Scotti, de 58 años, apodado “El Collar”, uno de los despiadados capos de la extinta Nueva Camorra Organizada (NCO ), que fue condenado en 1991 a cadena perpetua por numerosos delitos (20 homicidios, extorsión, blanqueo de capitales, porte de armas de fuego y tráfico de drogas). El camorrista arrestado en Recife (Brasil), en mayo de 2015, durante una acción conjunta de la policía federal brasileña (PF) e INTERPOL, llevaba casi 30 años prófugo, precisamente desde cuando había escapado de la justicia italiana en el día de Navidad de 1985, después de ingresar en el hospital de Caserta (Campania) por una herida en la mano. Al respecto, hay que recalcar que se detuvo un “hombre de honor” con mucho conocimiento, y a veces implicaciones personales, sobre el secuestro, en 1981, de Ciro Cirillo, ex concejal regional de las obras públicas de Campania, y sobre los asesinados, en junio de 1982, del banquero Roberto Calvi, y, en mayo de 1978, del primer ministro italiano Aldo Moro.
La Camorra tiene su cabeza de puente en España
El Informe Anual 2016 - Primer Semestre de la Dirección de Investigación Anti-mafia de Italia (DIA) relata que la Camorra igual que la 'Ndrangheta aprovecha de una eficiente estructura en el negocio de los estupefacientes, facilitada por la mudanza al extranjero de exponentes de las familias, a menudo buscados por la justicia, y la histórica conexión con narcotraficantes foráneos. Los clanes están firmemente introducidos en los grande flujos de sustancias psicotrópicas procedentes de Sudamérica y África del Norte y demuestran capacidad de modificar las técnicas para disfrazar los fletes ilícitos y las rutas internacionales de las expediciones. Las informaciones reunidas durante investigaciones judiciales han evidenciado que uno de los grupos más destacados, el clan Tamarisco de Torre Annunziata, entre los líderes en la comercialización de los narcóticos, tiene relaciones con bandas criminales asentadas en Ecuador y Colombia. Cabalmente, se ha descubierto la influencia de estas agrupaciones en el terminal marítimo de Guayaquil (Ecuador), donde trabajadores portuarios dedicados a la carga y descarga alojan los estupefacientes dentro el compartimento motor de contenedores refrigerados con destino a Salerno, en cuyo puerto la organización camorrista cuenta con el respaldo del personal de manejo para la recogida y el desplazamiento de las mercancías ilegales. Más en general, la asociación criminal napolitana además de los países aludidos ha implementado centros logísticos en España, Holanda, Turquía y Venezuela, donde al mismo tiempo invierte desorbitados capitales en actividades legales (en Barcelona con el operativo “Passion fruit”, de enero de 2016, se ha descubierto la penetración de los clanes Moccia y Lo Russo en el local mercado hortofrutícola). A veces, siguiendo la tradición, los sitios de clasificación y suministro de las sustancias psicotrópicas se ubican en locales de comida, por ejemplo, en La Haya (Holanda), unos convictos originarios de Pozzuoli (Nápoles) y residentes en el país nórdico desde hace años, utilizaban un restaurante como depósito de la droga adquirida antes de enviarla a algunas regiones de Italia (Lacio, Lombardía y Campania), el mismo método usado también por unos afiliados de la familia Contini, que gestionaban una mesón en Madrid como tapadera para importar narcóticos de Holanda y España. Las investigaciones han acertado que los medios utilizados para el transporte son muy diferentes (camiones, coches, lanchas, buques y aviones) dependiendo de las cantidades trasladadas y de los itinerarios que cubren, sin embargo, se puede identificar en el recorrido “Colombia – España – Italia” una ruta privilegiada explotada por el mencionado clan Tamarisco, el consorcio Gallo-Limelli-Vangone y las familias Nuvoletta, Imperiale, Lo Russo, Mariano, Mazzarella y Amato-Pagano, esta última presente en la Costa del Sol, donde, en enero de 2017, fue arrestado su afiliado (operativo “Lady’s Empire”) Giuseppe Iavarone, alias “El Gitano” o “La Calavera”, un fugitivo y experto bróker de cocaína y hachís que había monopolizado el mercado regional al por mayor, afincándose en el municipio malagueño de Alhaurín de la Torre.
Otra autopista marítima de la droga es la del norte, “Colombia – Países Bajos – Italia”, trayecto que se caracteriza por la entrada de la “blanca nieve” en el puerto de Róterdam, el más grande de Europa, y en que prevalecen el clan Gionta de Torre Annunziata y el aludido cártel Gallo-Limelli-Vangone. La fuerza de las agrupaciones camorristas se revela en su capacidad de trabajar en alianza, como el caso del clan Polverino, organizado para importar toneladas de hachís desde Marruecos pasando por España y sucesivamente vendiéndolas al por mayor a los Nuvoletta, que las comercializan en el territorio italiano incluso en las provincias sicilianas (diputaciones) de Palermo y Siracusa. Hoy en día, una orden judicial del tribunal de Nápoles de 7 de enero de 2016 (nr. 2/16 OCC, p.p. nr. 15505/13 RGNR G.I.P.), evidencia que los Nuvoletta han tomado el control directo de las importaciones de cocaína y cannabis provenientes del territorio ibérico a través de un afiliado del clan Nettuno de Marano, un tal Vincenzo Nettuno, de 42 años, antes ligado a los Polverino, que, fugitivo desde 2012, fue detenido en Marbella el 12 de noviembre de 2015 durante su fiesta de cumpleaños. En el contexto del comercio de drogas, el clan Contini ha modificado su operatividad con el sistema de cuotas, o sea, más familias se unen para comprar grandes cantidades de los proveedores y lograr una rebaja en el precio de venta, aunque, al mismo tiempo, ha conseguido acercarse a Los Commisso ('Ndrangheta) de Siderno, uno de los grupos más importantes del narcotráfico mundial, para abrir una nueva cadena de aprovisionamiento desde Holanda, específicamente, se ha destapado el rol de una empresa floral gestionada por ciudadanos de origen calabrés involucrada en la actividad delictiva. Todo eso confirma que los Contini están subiendo peldaños en la escala criminal gracias a considerables inversiones y el invento de una marihuana potenciada con aditivos químicos, apodada “amnesia”, que está llegando a alcanzar gran difusión entre los consumidores. Con arreglo a los dossieres policiales, Lacio es un lugar estratégico, si por un lado se constata el tradicional papel de los terminales marítimos ligures (Génova y Savona) para el transito de droga desde Sudamérica y Marruecos hasta Italia y Francia usando España como lugar privilegiado de tránsito – entrando en los detalles, las investigaciones han comprobado los enlaces de los clanes napolitanos Amato-Pagano e Imperiale-Cerrone con delincuentes locales y la introducción, con asistencia de un profesional genovés, de los beneficios ilegales en la economía formal de Los Emiratos Árabes, Isla de Man y España – por otro lado, el aeropuerto de Fiumicino y el puerto de Civitavecchia son puntos logísticos fundamentales para la Camorra. En el primero se realizaron detenciones de varios camorristas provenientes de España y América del Sur, en el segundo, las incautaciones de narcóticos, como expuesto en el Informe Anual 2016 de la Dirección Nacional Anti-Mafia (DNA por sus siglas en italiano), merecen una profundización sobre las rutas de navegación Barcelona-Savona (barco“Florentia”), Barcelona-Civitavecchia y, de acuerdo con unos confidentes, sobre la línea Sudamérica-Uruguay (que sale desde Hamburgo [Alemania] y llega a Tilbury [Londres-Inglaterra] pasando por Amberes [Bélgica], Dakar [Senegal], Río de Janeiro [Brasil], Santos [Brasil] y Montevideo [Uruguay]) de la compañía Grimaldi, así como las de la sociedad Cosiarma S.p.a. del grupo italiano Orsero, que con sus cuatros naves de la flota “Cala Roja” (Cala Pino, Cala Palma, Cala Pula y Cala Pedra) cada semana surca el mar entre Río Haina (República Dominicana) y Civitavecchia con escalas en Bahía de Moín (Costa Rica), Turbo (Colombia), Tarragona (España) y Vado Ligure (Savona – Italia), transportando fruta tropical (plátanos, piñas y melones). Las autoridades judiciales se han cerciorado del tráfico ilícito reconstruyendo todas las etapas del procedimiento, en lo específico, la cocaína, colocada en mochilas o bolsas, viaja acompañada con un sello idéntico al original usado para cerrar los cajones vacíos o llenos de mercaderías, en los que viene alojada durante la parada de los buques en el puerto de Turbo. Seguidamente, en la estaciones de arribo (Tarragona y Vado Ligure), se descargan los contenedores que la contienen ubicándolos en un lugar de fácil identificación y acceso de las áreas de almacenamiento aduanero, así que, en la primera noche tras el desembarque, personal sobornado y personas de confianza entran en la zona de tránsito con herramientas de robo, fuerzan las cerraduras de las unidades metálicas, recogen lo que les interesa y las atrancan otra vez con el sello encontrado en las bolsas, borrando todas las trazas de efracción. Al final, se lleva la droga hacia afuera o a otro sitio del puerto a la espera de hacerla salir con otras modalidades en el momento adecuado. Una fuente que desea permanecer anónima, afirma que es imposible que se puedan transportar estupefacientes sin que nadie se entere, cuando le pedí que se explicara mejor me dijo: “Algún miembro de la tripulación debe saber y tal vez los gerentes de la compañía lo saben, tengo las fundadas sospechas que uno se puede enriquecer mas rápidamente acarreando droga en lugar de plátanos o camiones remolques, y encima, hay una sociedad de navegación en que extrañamente casi toda su tripulación está integrada por italianos y sudamericanos...”
La laguna jurídica de la UE y la difícil cooperación internacional
Las estadísticas pueden ayudar a comprender el fenómeno Camorra, en Campania hay casi 160 clanes, de los cuales alrededor de 115 en Nápoles y su provincia, y a la vez ramificaciones extranjeras se han asentado en Francia, Alemania, España y Holanda. Tal y como refiere la DNA, las solicitudes de auxilio judicial internacional de las autoridades italianas en el periodo de referencia (desde 01 julio de 2014 a 30 de junio de 2015) han sido 21, encabeza el listado España con 5 solicitudes (24%), el segundo lugar lo tiene Holanda con 4 (19%) y el tercero lo comparten EE. UU., Rumanía y Bélgica con 2 (9%), siguen Uruguay, Venezuela, Francia, Alemania, Luxemburgo y Principado de Mónaco respectivamente con 1 pedido (5%).Las instancias de cooperación jurídica dirigidas a la justicia española han correspondido principalmente a investigaciones contra el tráfico de estupefacientes, en otras palabras, para los miembros de la delincuencia napolitana España conserva su posición privilegiada siendo un nudo fundamental de clasificación de la cocaína y el hachís, y por si no bastara, se sigue blanqueando en el país los ingresos del narcotráfico montando empresas en el sector de la restauración, la hotelería y los bienes raíces. Un historial completo del fenómeno criminal pone a la luz que, desde 1999 a 2009, un tercio de los mafiosos arrestados fuera de Italia fueron encontrados en España, casi la mitad de ellos eran afiliados a la Camorra (34 de 74). Datos similares se registraron de 2008 a 2015, con 96 detenidos por asociación mafiosa, la mayoría de estos son camorristas expatriados por razones que a menudo se yuxtaponen, o sea, huir de la justicia, lograr escaparse de un ajuste de cuentas organizado por una familia rival que se ha apoderado de su territorio, fundar enclaves en el extranjero siguiendo con el negocio criminal y, por último pero no menos importante, dedicarse a la legitimación de capitales manteniendo los enlaces con el clan de pertenencia. Esta penetración venenosa y discreta en la sociedad española está dañando la economía y la política tanto local como nacional de una manera que nunca se vio antes, a pesar de que la Camorra está presente en el país desde los anos 80' – notoria fue en 1983 la detención y polémica excarcelación por la fiscalía catalana de Antonio Bardellino, primer Don de Los Casalesi y uno de los jefes de la Nueva Familia (NF) que se contrapuso a la Nueva Camorra Organizada (NCO) de Raffaele Cutolo – hace una década que su ascenso ha sido formidable llegando a enredar funcionarios, empresarios y gobernantes, así como atestigua la detención en 2011 de Domenico Di Giorgio (Operación Pozzaro), letrado en la ciudad de Adeje (Canarias) y candidato en la lista del Partido Popular (PP) al local ayuntamiento, que fue acusado (y sucesivamente, en mayo 2016, absuelto) junto a otras 20 personas de blanquear dinero en Tenerife para las familias Nuvoletta y Polverino, cuyo jefe, Giuseppe Polverino, alias “El Barón”, fue capturado en 2012 en Jerez de la Frontera. En resumen, son las mismas familias que han concentrado enormes fortunas en Tarragona amontonando casi 260 propiedades inmobiliarias.
Otro caso fue el de Maurizio Prestieri, alias “El Delgado”, arrestado en un bar de Marbella en 2003. El camorrista, lugarteniente del capo Paolo di Lauro del homónimo clan de Secondigliano, después de cuatro años de prisión se ha convertido en colaborador de justicia delatando los contactos entre Euskadi Ta Askatasuna (ETA, por su siglas en euskera; traducible en castellano como “País Vasco y Libertad”) y Camorra, en particular, ha declarado que los napolitanos compraban la “blanca” en Asturias por narcos vascos componentes de la organización nacionalista e independentista, que utilizaba los ingresos para financiarse y procurarse armas y explosivos, lo cierto es que no es la primera vez que ETA está liada a grupos criminales, ya pasó en 1988 cuando el jefe del omnipotente Cártel de Medellín, es decir, el rey de la cocaína y político Pablo Emilio Escobar Gaviria, empezó una dura lucha contra el estado colombiano y la DEA, perpetrando múltiples secuestros y asesinatos y sembrando el pánico con coches bomba fabricados por un misterioso hombre llamado “Miguel” o “Miguelito”, al parecer, se trataba de un etarra que a cambio de 300 mil dólares les enseño a los colombianos a proyectar y construir artefactos explosivos con control remoto. La asesoría del dinamitero, cuya identidad real queda desconocida, está atestiguada por agentes españoles del CESID (Centro Superior de Información de la Defensa, desde 2001 apodado CNI, Centro Nacional de Inteligencia), la Agencia de Inteligencia de la Defensa de EE. UU. (DIA por sus siglas en inglés) y el cabecilla de los sicarios del narcotraficante, John Jairo Velasquez, conocido con el mote de “Popeye”, fue este que declaró, en 2014, durante una entrevista con la periodista Salud Hernández Mora, que “Miguel” fue ejecutado por orden de Escobar porque sorprendido a prestar servicios para el cártel de Cali, antagonista del de Medellín, el mismo cártel que ha sido el principal proveedor de los Di Lauro gracias a la intermediación de Raffaele Amato, alias “El Español” o “Lello el Gordo”, referente de la familia en España antes de la ruptura y la fundación de su propio clan. Ese camorrista, acusado de ocho asesinados, decidió optimizar la cadena de suministro desprendiéndose de los vascos y abasteciéndose directamente de los narcotraficantes colombianos. Por fin, lo más asombroso fue el famoso escándalo Bárcenas en marzo de 2013, cuando en la operación “Tarantella” los investigadores descubrieron, a través de intervenciones telefónicas, que Ciro Rovai, el cabecilla de una célula camorrista instalada en España, cercano del clan Contini y gestor de un entramado societario en Madrid supuestamente dedicado al lavado de dinero procedente del tráfico de droga, tenía relaciones con el ex tesorero del PPI con el que quería abrir un restaurante en Eurovegas y cerrar otros provechosas transacciones, una frase quedó en la memoria colectiva, la que según Rovai había salido de la boca de Luis Bárcenas: “Mafia y política son lo mismo”.
A pesar de eso y de la activa y radicada presencia camorrista en Barcelona, Madrid, Málaga, Cádiz, Alicante, Sevilla, Valencia, Islas Baleares y Canarias, aun en la economía legal, su poder queda fuertemente subestimado en España, las instituciones no tienen suficiente conocimiento y experiencia sobre la criminalidad organizada italiana, así que que el delito de asociación mafiosa sólo fue introducido en el código penal en 2010 (en el de Italia en 1982 con la Ley Rognoni-La Torre) y casi siempre no basta para emitir un fallo de condena. A menudo, los magistrados necesitan vincular el delito de crimen organizado con otras infracciones como operaciones con recursos de procedencia ilícita, contrabando y fraude, algo muy difícil de probar dado que la Camorra tiene una gran habilidad para ocultar la procedencia de sus ganancias, igualmente, no se ha producido una percepción real del peligro en la conciencia nacional subvalorando la aptitud mafiosa a inquinar el tejido social, un tema escasamente debatido dentro de la misma Unión Europea (UE), que muestra su intransigencia ante la deuda soberana mientras que todavía no ha adoptado ni elaborado una normativa común capaz de soslayar a las mafias, tal vez porque muchos actores del entorno económico (bancos, multinacionales y fondos de inversión) sacan ventajas del dinero negro sin pedir su proveniencia, comportándose, en sustancia, como el emperador Vespasiano, que refiriéndose a la imposición de la tasa sobre la orina que cotidianamente se vertía en las letrinas de Roma, afirmó: “Pecunia non olet” (el dinero no huele). Para enfrentar al Leviatán del crimen no parece suficiente la adopción de la directiva europea 2014/42/ del 3 de abril de 2014 “sobre el embargo y el decomiso de los instrumentos y del producto del delito en la Unión Europea”, puesto que deja a los estados miembros un amplio margen discrecional con referencia a la elección de la forma y los medios adecuados a tal fin, y, sobre todo, concede un plazo largo (30 meses) para adecuar el ordenamiento legislativo interno a la aludida disposición normativa de derecho comunitario. La UE reconoce que “los grupos de delincuencia organizada no conocen fronteras y cada vez adquieren más activos en Estados miembros distintos de aquellos en los que están basados y en terceros países. Existe una necesidad cada vez mayor de cooperación internacional eficaz en materia de recuperación de activos y de asistencia jurídica mutua... Aunque las estadísticas existentes son escasas, las cantidades producto del delito recuperadas en la Unión parecen insuficientes en comparación con las estimaciones de ese producto. Existen estudios que indican que, a pesar de estar regulados en el Derecho de la Unión y el Derecho nacional, los procedimientos de decomiso siguen estando infrautilizados”, sin embargo, la normativa elaborada en materia no abarca la asociación mafiosa vinculando el decomiso y el embargo a cada delito (artículo 3 letras a, b, c, d, e, f, g, h, i, j, o sea, acto de corrupción en los que estén implicados funcionarios de las Comunidades Europeas o de los Estados miembros de la Unión Europea; falsificación de moneda con miras a la introducción del euro; fraude y falsificación de los medios de pago distintos del efectivo; blanqueo de capitales [con] identificación, seguimiento, embargo, incautación y decomiso de los instrumentos y productos del delito; terrorismo; corrupción en el sector privado; tráfico ilícito de drogas; delincuencia organizada; trata de seres humanos; abusos sexuales, explotación sexual de los menores y pornografía infantil;), ignora la aplicación de las medidas judiciales en caso de muerte del acusado y no consigue la participación en la adopción de la directiva de Reino Unido, es decir el la catedral laica de las finanzas europeas, y Dinamarca. A pesar de incluir en la normativa comunitaria instrumentos típicos de la ley italiana sobre las confiscaciones (como el “decomiso ampliado” y “el decomiso de bienes transferidos a terceros o adquiridos por ellos”), la disposición se presenta afectada por la falta de claridad sobre la definición de “delincuencia organizada” así como determinada en la Decisión Marco 2008/841/JAY, que muchos jurisconsultos y jueces consideran “problemática, en el sentido de que arroja poca luz sobre qué constituye una organización criminal, e incluso menos en lo que concierne al concepto de delincuencia organizada. No proporciona una indicación especifica del nivel de organización necesario para que un grupo sea clasificado como tal, ni refiere al plazo de tiempo durante el que la organización necesita haber existido. Desde este perspectiva, no se trata de una definición que pueda ser fácilmente aplicable operativamente ” (H. Carrapico).
Estas complicaciones de tipo práctico se encontraron en el juicio contra el clan Polverino en Tenerife, los togados Juan Pablo González, Alfonso Guevara, y Fermín Echarri, al dictar una sentencia de absolución de los imputados argumentaron que “no resultó comprobada la relación asociativa entre los distintos acusados, y menos aún que aquella fuera dirigida a un plan criminal evidente y predeterminado, ya que muchos de ellos ni se conocían entre sí y a otros les unían relaciones familiares, comerciales o de otro tipo...”, luego añadieron que “no existe ni tan siquiera una previsión cuantificable del dinero supuestamente blanqueado y, menos aún, en qué se ha traducido de una manera individualizada la citada actividad, máxime cuando muchos de los inmuebles adquiridos por los acusados han sido adjudicados a las entidades bancarias titulares de los préstamos hipotecarios, consecuencia de no haber podido afrontar aquellos las respectivas cuotas así pactadas” y, por último, concluyeron afirmando que “no existe un sistema o entramado societario creado con una finalidad exclusiva y bajo la cobertura de uno o alguno de los acusados, que obedezcan a un plan preconcebido dirigido a la ocultación de bienes, sino que se trata de sociedades creadas con alguna anterioridad a los hechos, que nada tiene que ver con los mismos”.
En esta situación de vació legal, unos clanes de Camorra están intentando internacionalizar sus negocios alejándose de los pequeños y inútiles enfrentamientos locales para integrarse en un circuito de finanza y narcotráfico global. La estrategia es reforzar los enlaces con criminales extranjeros, en particular españoles y sudamericanos, e infiltrarse en las instituciones políticas y empresariales de los países en que operan y en todas las realidades en que pueden con facilidad ocultar su riqueza y quedar impunes. Claramente esto no significa que se desinteresen del territorio de origen, por el contrario, ése mantiene su importancia tanto para reclutar nuevos afiliados como para ofrecer protección a los afiliados, pero la crecida económica de la organización puede entregarles una ventaja competitiva respecto a la opción militar, que casi siempre desata una lucha cruenta sembrando muertos e interrumpiendo la cosecha de las actividades ilegales. En sustancia, los capos ya no buscan gángsteres sino profesionales como asesores, contables, agentes financieros, químicos, informáticos, testaferros y empresarios, para invertir y al mismo tiempo lavar sus ganancias (es notorio su monopolio en el sector de los distribuidores de gasolina y en las licitaciones publicas del compartimiento edilicio), que, como subraya la DNA, derivan principalmente del tráfico de estupefacientes, calificado como fenómeno planetario apto a desfigurar el rostro de la sociedad civil, incidiendo sobre la acumulación y la distribución de la riqueza entre los ciudadanos de un país y entre los países, y capaz de inquinar la economía legal subvirtiendo los mecanismos de libre comercio y concurrencia y perturbando la costumbre social y la salud publica. El dato más espeluznante es que el comercio de narcóticos no sólo es a nivel mundial el ascensor social más veloz para acumular recursos y llegar a ser millonario, sino que permite a los que conquistan una posición de hegemonía en el mercado extender su supremacía en todos los ámbitos delicuenciales, no es un caso que la 'Ndrangheta en los años 90' concentrando sus caudales y energías en la importación de cocaína a Europa, se ha convertido en la más poderosa e influyente organización criminal de Italia arrinconando a la Cosa Nostra siciliana.
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