Los vascos lograron vencer en Pisuerga y, resarcirse de sus dos últimas derrotas, ante un Blancos de Rueda que generó muchas dudas debido a sus errores en defensa y la falta de intensidad. A pesar de que los locales llegaron a ponerse por delante en el marcador en el tramo final de la primera parte, no fueron capaces de sobreponerse al bache de un pésimo tercer cuarto donde el Baskonia amplió demasiado la renta.
| Ficha técnica | 64- Blancos de Rueda: Dumas (-), Umeh (2), Robinson (14), Touré (6), Seawright (12) -cinco inicial-, Nacho Martín (6), Diego García (9), Uriz (7), Isaac López (4), Bagaric (2) y Zamora (2).
76- Caja Laboral: Heurtel (10), Nemanja Bjelica (5), Oleson (7), Teletovic (17), Seraphin (12) -cinco inicial-, Milko Bjelica (4), Dorsey (-), Prigioni (2), San Emeterio (17), Williams (2) y Ribas (-).
Parciales: 13-19, 23-27, 11-20 y 17-20
Árbitro: Mitjana, Perea y Pérez Niz.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la quinta jornada de Liga ACB, disputado en el pabellón Pisuerga ante 5.000 espectadores. |
Tras el varapalo sufrido en Alicante, el Blancos de Rueda salía con la moral reforzada para demostrar su solidez en casa, sin embargo en frente se encontró con un equipo bien posicionado que llegaba a Pisuerga con tres NBA en sus filas -Seraphin, Williams y Dorsey- y con la intención de resarcirse de sus dos últimas derrotas ante el CAI Zaragoza y el Valencia.
Desde los primeros minutos, el Caja Laboral se hizo con el encuentro. Asentado sobre el campo, el equipo visitante aprovechó los fallos defensivos y la falta de acierto de los morados para establecer un primer parcial de 0-6. No Obstante tres minutos después, se recompuso el cuadro local a merced de un tiro de Seawright –que abrió el marcador para los de Casimiro- y un triple de Touré (5-6).
Pese a acortar distancias, los baskonistas siguieron dominando el partido sin hacer un juego brillante pero que servía para seguir por delante. Precisamente, se llegó al final del primer cuarto con la diferencia de seis puntos con la que se inició el encuentro (13-19).
En el segundo cuarto, el Blancos de Rueda ejerció mayor presencia sobre el campo y consiguió asentarse con una defensa ya más consolidada. A pesar de que el Laboral seguía manteniendo la distancia en los primeros minutos (15-25), los vallisoletanos fueron tomando forma y creciendo a los largo de este segundo cuarto.
Gracias a las canastas de Seawright y Diego García, los locales llegaron a ponerse por primera vez por delante en el marcador (34-33) tras una canasta de Robinson a falta de un minuto para el descanso, consolidando los mejores minutos del Blancos de Rueda a lo largo del partido. Finalmente, fueron Bjelica y Heurtel quienes pusieron las tablas en el marcador (36-36), resultado con el que se llegó al descanso.
En la reanudación, el Caja Laboral consiguió volver a dominar el encuentro y enseguida fue ampliando distancias merced de un San Emeterio –que volvía a su casa- como referencia del conjunto vasco. Poco a poco el Blancos de Rueda fue dejando escapar el encuentro, los muchos errores de los de Caismiro fueron aprovechados con acierto por los de Ivanovic hasta llegar a alcanzar una renta de nueve puntos de diferencia al final del tercer cuarto 47-56). La falta de intensidad derivó en los tan solo once puntos que fueron capaces de marcar el conjunto local en el peor cuarto del encuentro.
Las diferencias entre ambos equipos fueron en aumento y poco podían hacer ya los vallisoletanos. Prácticamente el encuentro quedó sentenciado a falta de seis minutos para el pitido final cuando el Baskonia abrió una brecha de dieciséis puntos, los de Casimiro perdonaron mucho en defensa y acusaron en exceso la falta de intensidad con la que habían realizado el tercer cuarto. El partido mantuvo la línea tejida tras el descanso y finalizó sin sorpresas con una renta de de doce a favor de los visitantes (64-76).
De esta forma, el Blancos de Rueda cosecha su tercera derrota consecutiva y sigue generando muchas dudas. Complicada situación la del Club Baloncesto Valladolid que ve de cerca los puestos de descenso tras conseguir un único triunfo en cuatro partidos.
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