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Aprender en verano: idiomas, cursos, Sex Academy | |||
El verano es el momento propicio para apuntarse a cursos en pareja | |||
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Llega el verano y con él también mucho más tiempo libre para poder disfrutar haciendo
cualquier cosa pero, ¿por qué no formarse?
Muchas academias ven su mejor momento durante el verano. Sobre todo si hablamos de esas academias de estudios que permiten mejorar los idiomas, preparar las asignaturas que han quedado pendientes y también algunas que aprovechan más horas de sol como las experiencias gastronómicas al aire libre. Sin embargo, ¿por qué no apostar también por mejorar nuestra faceta sexual? Todo se aprende y desde Sex Academy ponen a disposición de sus estudiantes, con total discreción, a un elenco de profesoras dispuestas a enseñar a hombres y mujeres cómo mejorar sus técnicas amatorias. El verano además de incitar a la sensualidad por lo ligero de la ropa, también invita a disfrutar más. De ahí que haya que solucionar algunas de las inseguridades a través de un curso como el que ofrece en Barcelona la Sex Academy. Conocidas escorts proporcionarán en varios módulos un aprendizaje práctico que ayudará a conocer algunas de las técnicas más placenteras que convertirán a sus alumnos en amantes avanzados capaces de satisfacer a la pareja más exigente. Aunque ahora mismo los cursos son presenciales y con una periodicidad mensual, no se descarta en un futuro próximo abrir una vertiente de cursos online que cubran la demanda actual, ya que cuentan incluso con lista de espera. Siempre acompañado de profesionales que pondrán a disposición de los alumnos sus conocimientos en las artes amatorias, apuntarse a un curso de este tipo, incluso en pareja, no solo ayuda a la seguridad y autoestima sino a conocer aún mejor las preferencias y gustos de cada uno con respecto a los distintos aspectos de la relación de pareja. No hay que poner barreras al conocimiento y nada como comenzar por uno mismo. Sexo, idiomas, hobbies, deportes…todo está bien para estos días de verano. |
Es necesario y sobre todo, imprescindible tener un trabajo que sustente todas nuestras necesidades diarias. Las tareas laborales nos dan utilidad y también prestigio, porque tener la obligación de realizar algo de forma permanente nos da estabilidad y nos va formando como personas.
Es bastante habitual que las personas discutamos entre nosotras, que existan los malentendidos o que, sencillamente, haya veces en que uno esté más predispuesto a acabar con un desacuerdo de opiniones por el estado anímico o las emociones que ha ido sintiendo a lo largo del día.
¿Para qué estás aquí? Es una pregunta incómoda, pero transformadora. Frente al habitual “¿por qué me pasa esto?”, el “¿para qué?” abre una puerta distinta: una puerta hacia el sentido profundo, hacia el propósito. No se trata de encontrar una única respuesta reveladora, como si el propósito fuese un tesoro oculto.
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