Segunda jornada del Primavera Club

Aún bajo los efectos del conquistador Charles Bradley, nuestra segunda jornada del Primavera Club en Barcelona comenzó con Spectrals. Mezcla visual en el escenario: una preciosa chica con un vestido rojo tocando el bajo, un guitarra con pelo de emo, teclado con gorra hacia atrás, un batería repeinado y un cantante pelirrojo con camiseta del Barça. Interesante imagen. El resultado es un sonido cálido con tintes retro con la potente y personal voz del cantante. Más tarde tuvimos la ocasión de intercambiar unas palabras con el chico de la gorra hacia atrás y chaqueta vaquera, le comentamos lo curiosa que nos pareció la variopinta estampa, a lo que el me contestó que precisamente eso era lo que más enriquecía su música. Touché.

Nos fuimos a ver Pure X, teníamos buenas referencias y aunque la propuesta de Spectrals estaba siendo muy buena, queríamos degustar Pure X. Un humo denso llenaba la sala y nuestros oídos, sonidos sólidos y espesos que casi podías tocar, flotaban en el aire. Unas nebulosas que hubieran sido capaces de teletransportarme a otra dimensión cómo lo consiguió Apparat. Pero no alcancé ese nivel de concentración, un ser alado de mi alrededor me distraía con sus bailes. Luego me di cuenta de que no era un pájaro, sino alguien reivindicando el look de Frida Kahlo.

Después de una ingesta de comida grasienta y aceitosa, acudimos a ver a The Pop Group. Amenizaron la espera con dubstep en el hilo musical, algo muy de agradecer. Echamos en falta en el cartel algo del ritmo que marcó la última edición del Primavera Sound. Mark Stewart llenó el escenario con sus dos metros de altura y su poderosa voz. El atril con las partituras parecía minúsculo a su lado. Un animal de la actuación, me recordaba a mi profesor de matemáticas y pude comentárselo más tarde en el backstage. La respuesta fue la carcajada más potente que he escuchado en mi vida. Menudo chorro de voz. Aunque queríamos ver a R. Stevie Moore, el espíritu punk de Stewart se apoderó de nosotros. Catarsis total cuando cantó We are all prostitutes con  desgarro y agresividad su ácida letra “Capitalism is the most barbaric of all religions / Department stores are our new cathedrals / Our cars are martyrs to the cause / We are all prostitutes.”
Etapa del Primavera Club sin agobios y con espacio para bailotear, sensación de libertad que seguramente no volverá hasta los conciertos del domingo. Las actuaciones se reparten a partir de hoy en varios locales: Moog, Marula Café, Casino L´aliança del Poblenou, Apolo y la 2 de Apolo. Sólo unos pocos afortunados podrán ver a Vetiver y Fleet Foxes en L´auditori el domingo.