Dijo Hubbard que la mentira es un triste sustito de la verdad, pero que es el único que se ha descubierto hasta ahora. Un razonamiento parecido llevó a varios gobiernos de la izquierda latinoamericana a apoyar la propaganda que presentaba al cura Fernando Lugo como un impoluto referente moral de la teología de la Liberación y de la Izquierda Latinoamericana.
Pronto se supo que el personaje en realidad era un improvisado que no tenía nada de impoluto y que además, tenía una pensamiento conservador y muy poco ideologizado, lo cual lo llevó a distanciarse de gobiernos progresistas y establecer deshonrosas alianzas con la embajada norteamericana y con la Colombia de Uribe.
Precisamente a Colombia fue enviado su ministro del Interior Rafael Filizzola, a poco de asumir, para sellar oscuras alianzas con las fuerzas represivas colombianas. Los hijos ocultos de Lugo aparecieron estruendosamente pocos meses después, y a partir entonces su discurso moralista se le volvió en contra. Tiempo después apareció una guerrilla marxista para testimoniar que en el Paraguay se vivía bajo el yugo de la más reaccionaria derecha, en este caso implantada por el mismo cura presidente.
Luego vinieron las revelaciones a través de los cables filtrados por Wikileaks, informando de que Lugo enviaba asiduamente a sus colaboradores a solicitar cooperación en materia de escuchas telefónicas a la embajada norteamericana, para bochorno de los falsos izquierdistas que lo rodean.
A pesar de todo ello, los gobiernos de izquierda de la región siguieron arropando al falso izquierdista de la sotana articulados sobre todo en la prensa reaccionaria que lo sostiene, ávidos de propaganda.
Las bases militares norteamericanas
Uno de los puntos recurrentes del proselitismo luguista afirmaba que en Paraguay se practicaba una política mendicante y se permitían las operaciones en suelo paraguayo de bases militares norteamericanas.
La mayoría de los colaboradores del gobierno luguista, funcionarios de ONG vinculados a USAID y a la embajada norteamericana, pronto se encargaron de demostrar que en realidad el Paraguay se estaba consolidando, a través del gobierno de Lugo, como toda una gran estación de la CIA a través de estos eternos vividores y de su prensa adicta.
Tanto las filtraciones de Wikileaks que lo presentan solicitando equipos de espionaje en la Embajada Norteamericana, los pedidos de asistencia para combatir la guerrilla y la permanente defensa de intereses extranjeros a la región lo demostraron fehacientemente.
De la supuesta vinculación de Lugo con la teología de la liberación, hoy ni siquiera Leonardo Boff se hace cargo, como lo expresó en su respuesta a Tácito Loureiro.
Las sandalias del ganadero
En las últimas semanas una noticia causó sensación a través de la prensa paraguaya: el “obispo de los pobres” que saldría del gobierno con el mismo par de sandalias con la cual había llegado, había demostrado un inusual olfato para los negocios agrarios y se había convertido en propietario de uno de los más envidiados establecimientos ganaderos del Paraguay.
Era la guinda de la torta para el impoluto referente moral que acabó relacionado con la tristemente célebre pederastia clerical, para el marxista y bolivariano aliado a Uribe y a la embajada norteamericana, y para el humilde obispo de sandalias convertido en poderoso oligarca ganadero.
Ahora este personaje que se burló de toda la izquierda latinoamericana con hechos incuestionables, anuncia su presencia en Caracas para el 1º de Diciembre, donde se fundará la Celac.
¿Nuevo bochorno para Hugo Chávez y la Izquierda latinoamericana en puerta?
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