“El Rey percibe 292.752 euros anuales, el Príncipe percibe 146.375,50 euros. La Reina, la Princesa y las infantas, 375.000 euros entre las cuatro”. Así comienza el comunicado emitido este miércoles por la Casa Real en su política de transparencia tras los acontecimientos sucedidos de mano del todavía Duque de Palma, Iñaki Urdangarín. No esperen ningún desglose en los presupuestos, no lo encontrarán. Era obvio que el Rey cobraría más que el Príncipe y que la Reina, la Princesa y las infantas (aunque no sus maridos), también recibían una aportación desde la Casa Real.
Por otra parte hay datos que llaman verdaderamente la atención. Las partidas presupuestarias del Rey y del Príncipe diferencian entre gastos institucionales y gastos personales en concepto de salario obteniendo casi prácticamente la misma cuantía por ambas partes. Y yo pensando hasta ahora que su “trabajo” era el de representación institucional del país en el resto del mundo… pues no, para ellos son dos cosas distintas y por tanto, más dinero sin justificar.
Otro de los datos curiosos es que el Rey no paga ni luz ni agua y que sus empleados, unos 500 aproximadamente, tienen a su disposición una rebaja en el transporte público del 75%.
Entre esos empleados destaca la friolera de 71 conductores para las cuatro personas que componen a día de hoy la Casa Real (Rey, Reina y Príncipes de Asturias). Usando la lógica, con 12 chóferes, y alguno más para momento puntuales, - tres para cada uno en turnos de ocho horas-, sería más que suficiente.
Ante el comunicado, PP y PSOE aplauden el paso dado por la Casa Real al sacar a la luz sus cuentas mientras otros, como IU, agradecen a Iñaki Urdangarín que por sus supuestas irregularidades, se hayan hecho públicos los datos. Para mí, después de casi 40 años de monarquía en nuestro país, he echado en falta más claridad en los presupuestos, porque de momento, nos quedábamos igual que estábamos: hermetismo en las cuentas del Rey.
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