| El Doctor Manuel Escudero durante la entrevista / Hospital Universitario Doctor Peset
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Tener que estar quieto es un enorme sufrimiento para el enfermo. Este es el principal problema al que están sometidos los que padecen el Síndrome de las Piernas Inquietas. Lo único que les puede aliviar las molestias es un movimiento continuo y rápido de las extremidades. Una enfermedad que sólo se manifiesta en 1 de cada 9 personas.
¿Qué es el Síndrome de las Piernas Inquietas?
Se trata de un trastorno del movimiento, poco conocido dentro del ámbito médico, que supone una necesidad imperiosa del enfermo de mover las piernas y le impide estar quieto y tranquilamente relajado. En los casos extremos, es un trastorno que llega a alterar el sueño y esos movimientos involuntarios continuos alteran su ritmo de sueño normal.
¿Se manifiesta en otras extremidades? Y, ¿cuáles son los casos más graves?
Lo más frecuente es que sea en las piernas pero puede llegar a casos más acentuados como a tener movimientos involuntarios en las manos o en los pies.
En casos más leves afecta a una pierna. Si vamos en aumento, puede afectar a la otra. Raramente las dos a la vez. Más raramente aún que se extienda a los brazos o a la manos. Es verdad que el síndrome puede afectar a las cuatro extremidades.
¿Es hereditaria esta enfermedad?
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En casi un 50 por ciento de los casos,
la enfermedad es hereditaria ________________________________________
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Según el ámbito cultural o geográfico los enfermos se expresan de formas diferentes pero, en definitiva, lo que quieren expresar es una sensación de malestar (como hormigas por lo pies, calambres, sensación de pies fríos, etc.) Son molestias inconcretas pero que expresan una obligatoriedad de mover las piernas. Esto es porque el enfermo mejora al moverlas pero tal mejoría es mínima.
¿Cuáles son las causas de este síndrome?
No están definidas, aunque estamos investigando. Este trastorno del movimiento, sin ser el Parkinson, tiene componentes parecidos. El remedio para el Parkinson es la dopamina. Se trata del neurotransmisor esencial del movimiento y los enfermos mejoran con ese tratamiento (aunque a dosis mínimas). Con ello, los movimientos son controlados.
¿Cuál es su frecuencia de manifestación?
Por ser desconocida, muchos de los casos pasan desapercibidos.
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Encuestas muy amplias hechas en Estados Unidos y Reino Unido nos hablan de una incidencia entre el 7 y el 10 por ciento de la población mundial. ________________________________________
| ¿Es más frecuente en gente mayor que adulta o joven?
Es verdad que hablamos de una enfermedad crónica y que progresa con la edad. Pero con el conocimiento cada vez mejor de la enfermedad hemos visto casos juveniles o en niños. El problema es que el niño lo manifiesta de otra forma (niños hiperactivos o inquietos con molestias inconcretas). Cuando al adulto se le diagnostica, es el mismo enfermo quien confiesa haberlo padecido mucho tiempo antes. Expresa que de joven ya tenía el síndrome.
¿Cuál es el tratamiento?
En los casos leves, no hace falta dar medicación externa. Evitando un exceso de cafeína, evitando alteraciones en el horario del sueño y con medidas sencillas como masajes, caminar, duchas de agua fría… el enfermo puede sentir alivio. En casos graves se requiere medicación como los agonistas dopaminérgicos. Se trata del mismo tratamiento que se da a la enfermedad del Parkinson pero dosis mínimas, que son efectivas. Esta medicación mejora al enfermo en un 80 por ciento de los casos.
¿Se diagnostica el síndrome con pruebas médicas?
| Poligrafía nocturna / Hospital Universitario D. Peset
| El diagnóstico esencial es clínico. Hay cuatro tests básicos en los que con preguntas clínicas al enfermo se le puede diagnosticar. Las cuestiones son sencillas:
• ¿Siente usted una necesidad irresistible de mover las piernas cuando está quieto? • ¿Esto es más frecuente por la tarde/noche? • ¿Siente usted alivio al moverse? • ¿Tiene usted alguna repercusión en el sueño o al día siguiente en su vida diaria?
Cuando queremos documentar las respuestas, existen pruebas en el laboratorio de sueño como son la poligrafía nocturna. Al enfermo se le monitoriza el sueño, para saber si está durmiendo, y se le monitorizan también los movimientos de sus piernas. Esto nos demuestra gráficamente que el enfermo, de forma involuntaria y en épocas de sueño, está moviendo constantemente las piernas.
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El enfermo se pasa continuamente haciendo movimientos que llegan a ser un martirio. Si tiene que estar en un teatro, hacer un viaje largo en avión y tiene, por necesidad que estar quieto, para él es un enorme sufrimiento. ________________________________________
| ¿Qué repercusiones puede tener en su vida personal y profesional?
En los casos leves, no es más que una molestia y el enfermo lo puede controlar, mejor o peor. Pero si el caso es más serio, al enfermo le produce una desazón personal impresionante. El enfermo puede acabar con depresión y se han llegado a descubrir casos de suicidio. Esta sensación le impide hacer una vida normal y si tiene repercusiones en el sueño está rompiendo su sueño todas las noches. Al día siguiente tendrá cansancio, fatiga, sueño, falta de concentración, etc. Y todo esto le va a alterar no sólo en su vida personal sino también profesional (como accidentes de tráfico o accidentes laborales). En los casos serios, el enfermo busca diferentes especialidades porque a veces el diagnóstico se retrasa 8 o 10 años.
¿Se puede considerar una enfermedad grave?
En los casos extremos sí, El enfermo tiene alteraciones personales, sociales, de sueño y médicas que le van a impedir el desarrollo cotidiano de su vida.
| TESTIMONIO: Antonio Alba
Llevo más de 15 años con esta enfermedad. Empecé a notar que tenía el Síndrome de las Piernas Inquietas cuando me despertaba muy cansado por las mañanas porque movía mucho las piernas por las noches. Pero yo no era consciente del por qué.
Noto una necesidad de mover las piernas, como si se movieran solas.
Ahora me ocurre también en los brazos. Me pasa, sobre todo, cuando voy a conciliar el sueño o por la tarde, cuando estoy relajado.
Sigo un tratamiento farmacológico pero también empleo remedios caseros como baños de agua fría, estiramientos y algo de deporte pero no en exceso.
No hay cura para esta enfermedad.
La medicación es la que regula más o menos los movimientos para poder dormir y llevar una vida saludable. A veces, cuando voy a cine, tengo que levantarme porque no puedo ver la película entera sentado. Si salgo, tengo que controlar que debo tomarme las pastillas dos horas antes de acostarme, etc |
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