El titular del Juzgado Central de Instrucción
número 5, Baltasar Garzón, suspendido cautelarmente en sus funciones
desde mayo de 2010, se sentará a partir de este martes en el banquillo
para encarar el primer juicio de los que tiene pendientes en el Tribunal
Supremo. Las acusaciones particulares piden que sea inhabilitado hasta
un máximo de 17 años por intervenir conversaciones que los implicados en
la trama 'Gürtel' mantuvieron en prisión con sus letrados.
Este proceso, en el que la fiscal Pilar Fernández Valcarce no
presenta acusación por no ver delito, es el primero que concluye en
vista pública de los tres que Garzón tiene abiertos en el alto tribunal.
A finales de este mes el popular magistrado tendrá que
responder de una presunta prevaricación por investigar el franquismo
careciendo de competencias y aún está por decidirse si se le abre juicio
oral por unos cobros que habría presuntamente recibido del Banco del
Santander y otras entidades por organizar unos cursos en la Universidad
de Nueva York.
Las acusaciones las ejercen el abogado Ignacio Peláez (ex
fiscal de la Audiencia Nacional y defensor del imputado en 'Gürtel' José
Luis Ulibarri) que pide que Garzón sea inhabilitado durante 10 años, y
los imputados en 'Gürtel' Francisco Correa y Pablo Crespo, que solicitan
que dicha inhabilitación sea de 17 años.
La defensa de Garzón, que ejerce el también ex fiscal de la
Audiencia Nacional Enrique Molina, ha intentado hasta el último momento
evitar la celebración esta semana de una vista que, a su juicio, se
desarrollará ante un tribunal que adolece de la imparcialidad necesaria.
La celebración del primer juicio contra Garzón, conocido
mundialmente por decisiones como la de pedir la detención del ex
dictador chileno Augusto Pinochet durante su estancia en Reino Unido o
la de procesar a Bin Laden, ha despertado gran expectación mediática
dentro y fuera de España.
Más de un centenar de periodistas procedentes de 40 medios de
comunicación nacionales y de otros 30 medios extranjeros se han
acreditado para cubrir el juicio, que se desarrollará en principio los
días 17, 18 y 19 de este mes.
La convocatoria también ha motivado la convocatoria de
protestas por parte de grupos de apoyo al juez. La semana pasada medio
centenar de personas se concentraron frente al Tribunal Supremo
encabezadas por el poeta Luis García Montero, y mañana, coincidiendo con
el primer día de la vista, se ha convocado una nueva concentración en
el mismo lugar.
Es previsible que el juicio se extienda a lo largo de tres
sesiones de mañana, siempre dependiendo del propio desarrollo de las
cuestiones previas, los testimonios, la prueba documental y los informes
finales. Además, es previsible que la primera jornada se consuma con la
exposición de cuestiones previas por parte de la defensa de Baltasar
Garzón.
El pasado martes, tanto el Supremo como el Tribunal
Constitucional dieron al traste con el último cartucho de que disponía
la defensa de Garzón para retrasar el juicio. El primero rechazó "a
limine" apartar del tribunal que juzga este caso al magistrado Luciano
Varela (instructor de la causa contra Garzón por la Memoria Histórica),
mientras que el Constitucional hizo lo propio con respecto a Manuel
Marchena (instructor del asunto de los cobros en Nueva York).
Además de Marchena y Varela, el tribunal que debe juzgar a
Garzón por supuestos delitos de prevaricación y contra los derechos
constitucionales está integrado por Joaquín Giménez, Andrés Martínez
Arrieta, Miguel Colmenero, Francisco Monterde y Juan Manuel Berdugo.
Se trata de el segundo tribunal designado para juzgarle
después de que el pasado 12 de diciembre la Sala del artículo 61
aprobara, por trece votos a favor y dos en contra y con el criterio
favorable de la Fiscalía, admitir la recusación planteada por la defensa
contra cinco de los siete magistrados de la Sala de lo Penal que
conformaban la sala inicial.
Días más tarde, Garzón se deberá enfrentar el 24 de enero al
inicio del juicio por un delito de prevaricación por investigar
presuntamente sin competencia los crímenes del franquismo. Esta causa es
la que suscitará una mayor cobertura mediática y a la que
previsiblemente se acreditará un mayor número de medios, según fuentes
del alto tribunal.
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