La Comisión Permanente del Consejo General del Poder Judicial ha mostrado su total apoyo al tribunal de la Audiencia de Sevilla que juzgó a los acusados de la muerte de Marta del Castillo por las críticas recibidas a la sentencia, que absolvió a tres de los implicados.
Dicho apoyo viene a decir que "la sentencia de la sección séptima de la Audiencia sevillana, ha sido dictada en pleno ejercicio de la independencia, imparcialidad y neutralidad que caracterizan la labor jurisdiccional, principios que son pilares en un Estado de Derecho. Apostillando, que la discrepancia y la crítica forman parte esencial de una sociedad democrática, pero éstas no pueden servir de cobertura para valoraciones peyorativas y comentarios que atentan contra la honorabilidad del Tribunal y de la Justicia española y que suponen una extralimitación del derecho a la crítica de las resoluciones judiciales"
Ante esto, es de justicia decir que lo dicho por el CGPJ dicta mucho de la realidad .Los ciudadanos aún no siendo doctos en la materia sabemos de sobra que la justicia española es un lastre para las víctimas y un desahogo para los verdugos. Pretender hacernos ver otra cosa es tomarnos por imbéciles del culo.
No obstante, para dejar constancia de que lo dicho carece de acritud yo no digo que los miembros del poder judicial no procedan de acuerdo a las leyes establecidas.
Tampoco tengo por qué dudar de que el caso de la sentencia de Marta del Castillo no esté fundamentado en derecho y por derecho a las normas de justicia establecidas. Ahora bien, de nada sirve hacer las cosas bien si las normas jurídicas actuales resultan ineficaces a la hora de no degradar aun más a las siempre víctimas. Y digo esto porque son muchas las voces de gentes pertenecientes al poder judicial, que dicen que con la actual legislación es imposible hacer otra clase de justicia. Asumiendo que la actual justicia es como mínimo, rancia y por lo tanto, injusta en particular con las víctimas
Sabiendo del problema, sería lógico que el propio CGPJ solicitase a quienes tienen la potestad de legislar las normas que regulen las mismas para que resulten lo suficientemente eficaces .Es decir, hacer Justicia. Justa justicia donde la víctima no tenga que ver a sus verdugos en el limbo impune y placentero que los demócratas demagogos “perdonavidas” les proporcionan por aquello de no se que derechos humanos -los derechos humanos son legítimos a seres humanos, luego es de justicia que sean contrarios a los asesinos humanos- Eso sí, el perdonavidas extiende su perdón siempre que se trate de vidas ajenas a las suyas.
Esto también significa hacer justicia. No vale con decir yo sentencio de acuerdo a las normas sabiendo que las normas son cuando menos lesivas a las víctimas.
Y pongo un ejemplo. La chapuza jurídica cometida con el caso del terrorista de Juana Chaos el cual quedó libre después de numerosos asesinatos prácticamente “por la patilla” Quedó como uno de los mayores bochornos jurídicos conocido en democracia, Esta sin razón esta tropelía fue posible debido al abandono de quienes tenían la responsabilidad de velar por la eficacia del anterior código penal -una veintena larga de años tuvieron- de tal manera que las normas no se tornaran favorables al asesino y por edén lesivas paras las víctimas, como así ocurrió.
En cuanto al respeto que solicita a los españoles el CGPJ, decir que el respeto no se solicita, se hace uno merecedor. Sin embargo es de sobra conocido actos y cuestiones partidistas de muchos de sus miembros. Magistrados, Fiscales, Jueces y Juristas.
En cuanto a la independencia decir que la independencia, en un órgano como el judicial contagiado por la política lo diga el CGPJ o no, es pura quimera.
Aún no dudando de que quien enjuicia lo haga libre de toda presión no se puede negar que está contaminado por condición-. En cuanto a la imparcialidad y neutralidad que el CGPJ dice caracteriza la labor jurisdiccional, se puede decir lo mismo.Pues, resulta obsceno que alguien pueda impartir justicia alguna cuando muchos de sus componentes, dicen, se les conoce, se sabe y además ellos no lo niegan, afines a determinadas políticas… Por no guardar no guardan ni las formas.
Por último resulta aún más obsceno permitir que los jueces tengan capacidad de interpretar las normas. Puesto que su interpretación no tiene mayor verdad en principio que la supuesta interpretación de cualquier ciudadano; valga este asunto para entender cómo es posible que a idéntico caso dependiendo de qué juez “toque en suerte” sale una u otra sentencia. Por otro lado, profundizando más en el asunto, tanto la independencia como la imparcialidad y neutralidad que el CGPJ dice, ostentan sus miembros, es ajena a ser humano alguno. Nadie es totalmente independiente ni mucho menos imparcial o neutral, es algo que no va con la genética humana.
En definitiva cuando el CGPJ sea, se nutra y ejecute su labor con total independencia, acierte o no, entonces podrá pedir al pueblo respeto. Mientras esto no ocurra continuarán siendo un colectivo en vías de desaparecer. Solamente es cosa de tiempo. El pueblo, el pueblo español está cansado de padecer el innegable despotismo que les asola, entre togas van,corbatas vienen y vendas para ciegos.
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