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Algunos ponen cara de circunstancias ante las reacciones de repulsa por la exhibición de la vaquilla del Grand Prix como Sagrado Corazón, la noche de fin de año en horario de gran audiencia televisiva; para remate, ocurrió en televisión pública. Evidentemente, ha sido una burla burda al Señor, lo ignoren unos por su escasa cultura, y lo apoyen otros porque representa discriminación para los cristianos.
A menudo llego a la misma conclusión. El último maqui todavía no ha bajado de las montañas. Y sigue ahí observándonos. Nosotros ya no sabemos dialogar y está de moda ser ultra enfadado con el mundo. Y por eso el último maqui no baja. Porque se fue hace mucho debido a los ultras. Está de moda el racismo. Y el maquis vive bien en el bosque. Está de moda negar el feminicidio que cometemos cada día.
El pasado 25 noviembre celebramos el Día Internacional contra la violencia machista, politizado e ideologizado habitualmente bajo el paraguas de la denominada “violencia de género”. La propaganda al uso repite eslóganes para subrayar que sigue siendo más necesario que nunca celebrar un día así.
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