La justicia de Estados Unidos ha fallado a favor de España en el
denominado 'caso Odyssey' y, en consecuencia, la empresa cazatesoros
deberá devolver el tesoro de la fragata 'Nuestra Señora de las Mercedes'
a nuestro país. En una decisión contra la que ya no cabe recurso,
el Tribunal Supremo de Estados Unidos ha rechazado este martes las
alegaciones presentadas por la Odyssey Marine Exploration ante la
decisión del Tribunal de Apelaciones de Atlanta de noviembre del año
pasado de ordenar la devolución del tesoro a España. Tras
conocer esta decisión, el Ministerio de Cultura mostró su "satisfacción"
por esta decisión judicial, que supone el retorno a España de una
colección de 500.000 monedas halladas en 2007 en la fragata 'Nuestra
Señora de las Mercedes'. La devolución del tesoro de 14
toneladas de plata y oro tendrá que hacerse efectiva en un plazo de diez
días y desde el Departamento que dirige José Ignacio Wert ya se está
estudiando el procedimiento más adecuado para ello. El tesoro permanece
custodiado en Florida y desde el Ejecutivo español se apuesta por un
método de traslado que garantice su preservación en las mejores
condiciones de seguridad. La decisión del Tribunal Supremo de
Estados Unidos, contra la que no cabe recurso, desestima las alegaciones
de Odyssey al considerar que la fragata española es un buque de Estado y
no un barco mercante. La empresa cazatesoros pretendía demostrar que el
barco no se encontraba en misión militar en el momento de su
hundimiento y que, de esta forma, se perdía la inmunidad soberana y el
barco dejaba de pertenecer al país de origen. En agosto de
2007, Odyssey presentó sus primeras alegaciones contra la decisión del
juez encargado del caso, Mark Pizzo, y que había fallado a favor de
España en la reclamación del tesoro valorado en unos 500 millones de
dólares y encontrado en el Atlántico en mayo de 2007. El 18 de mayo de 2007, Odyssey anunció que había encontrado y
transportado un cargamento de monedas a los Estados Unidos. Esta empresa
norteamericana bautizó a la operación y al pecio encontrado con el
nombre de 'Cisne Negro'. Desde ese momento, el Gobierno español
abrió una investigación para averiguar en qué lugar encontró la empresa
el botín, a qué pecio pertenecía, con qué permisos contaba para hacerlo
y si lo halló en aguas españolas. Meses después, y para
justificar sus reclamaciones, un equipo conjunto del Ministerio de
Cultura, la Armada, el Museo Arqueológico Nacional, la Real Academia de
la Historia y otras instituciones reconstruyó la historia completa del
barco 'La Mercedes', demostrando que éste, y no otro, era el pecio
expoliado por Odyssey. La documentación demostraba que 'La
Mercedes' estuvo en servicio militar activo con la misión de proteger al
Estado español y a sus ciudadanos a lo largo de toda su historia, y
también en el momento en que explotó y se hundió en combate. Asimismo,
el material presentado prueba que Odyssey era plenamente consciente de
ello, y que es esto precisamente lo que explica el secreto con que actuó
y sus afirmaciones de no conocer la identidad del pecio. La documentación incluía un amplio material fotográfico y otras pruebas
que demostraban que el pecio sólo puede ser 'La Mercedes'. Cañones,
anclas, armas, efectos personales y una amplia variedad de otros
materiales, incluyendo las monedas tomadas del barco, permitieron
identificar definitivamente el pecio. En su escrito, España
invocaba principios legales, entre ellos el derecho de una nación a
proteger sus sitios y su patrimonio histórico (incluidos barcos
hundidos) de cualquier tipo de perturbación y expolio por cazatesoros. Asimismo alegaban que 'La Mercedes' está protegida por los mismos
principios de inmunidad soberana que se aplican a los barcos de Estado
de todas las naciones, que prohíben la perturbación no autorizada o
explotación comercial de los mismos.
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