| Ficha técnica | 76- UCAM Murcia: Franch (8), Miso (11), Udoka (12), Barlow (5) y Augustine (13) -cinco inicial-, Rivero (6), Juan Ignacio Jasen (-), Jordi Grimau (6), Kurz (3) y Sekulic (12).
76- FIATC Joventut: Oliver (7), Van Lacke (-), Jelinek (13), Williams (8) y Llovet (-) -cinco inicial-, Jeter (-), Barrera (-), Obasohan (2), Báez (18), Norel (3) y Pere Tomàs (3).
Parciales: 21-14, 11-9, 23-21 y 21-10
Árbitro: Francisco de la Maza, Carlos Sánchez Monserrat y Jorge Martínez Fernández. (1).
Incidencias: 4500 espectadores en el Palacio de los Deportes de Murcia. |
Datos destacables | Lo mejor: La defensa del UCAM Murcia Intensa durante todo el partido por parte de todos los miembros de la plantilla que disfrutaron de minutos (incluido Jan Ignacio Jasen, que volvió a contar con minutos tras el ostracismo sufrido con Luis Guil).
Lo peor: La imagen del FIATC Joventut El partido se acabó en el primer cuarto, cuando los de Badalona se vieron una desventaja de más de 10 puntos y se dejaron llevar en todos los sentidos. Un equipo que va a pelear por no descender tiene que saber sufrir y pelear mucho más.
El dato:97-39 en la valoración global. Tal fue la valoración de ambos equipos, prueba de la diferencia que hubo sobre la pista del Palacio de los Deportes de Murcia. |
| El UCAM Murcia se reencontró con el triunfo tras doblegar en
su pista a un débil FIATC Joventut. Los pimentoneros, que estrenaban a Oscar
Quintana como primer entrenador, dominaron el partido casi desde el inicio y en
ningún momento vio peligrar su triunfo ante una Penya muy indolente y errática.
Pocos en la capital del Segura podrían augurar un partido
tan plácido para su equipo, a tenor del pésimo rendimiento del equipo en las
últimas jornadas que hacían del partido contra los de Badalona no solo en un
plebiscito para el equipo en general, si no también una prueba para varios de
los miembros de la misma cuyo rendimiento a lo largo de la temporada les ha
situado en el disparadero.
Sin duda el jugador más criticado hasta el momento por la
disfunción entre su rendimiento real y el esperado a principio de temporada era
Rob Kurz. El exjugador de Granada se jugaba mucho en este partido, y si bien de
cara al aro no estuvo afortunado, su trabajo defensivo y reboteador fue
sobresaliente. Es de esperar que a medida que la ansiedad por verse fuera del
equipo se atenúe, mejoren sus porcentajes en el tiro a canasta. Gran parte de
las opciones de salvación del UCAM Murcia pasan por recuperar a Rob Kurz y en
ese sentido Oscar Quintana tiene un desafío por delante.
Otro miembro de la plantilla muy vilipendiado, bajo mi punto
de vista de forma equivocada, ha sido Udoka. El otrora jugador de San Antonio
Spurs fue el último en llegar, ya con una dinámica claramente perdedora, y se
le criticó por el hecho de asumir las responsabilidades ofensivas que no le
correspondían al inhibirse en la pista jugadores con un rol más importante. Hoy
el nigeriano ha estado muy comedido y acertado en el tiro a canasta, ofreciendo
un gran rendimiento defensivo en todos los minutos que estuvo en pista.
Si me detengo en todos estos detalles es porque realmente el
partido llegó a ser hasta tedioso. Los constantes problemas con los marcadores
electrónicos que pararon el partido en alguna ocasión no ayudaban a que el
encuentro recuperase el pulso, debido a la cómoda ventaja de la que dispuso el
UCAM Murcia desde el primer cuarto y la total ausencia de fe por parte de los
de Salva Maldonado en poder voltear el marcador.
Si bien es cierto que el FIATC Joventut contaba con la muy
sensible baja de Jordi Trias, hacía mucho tiempo que no pasaba por el Palacio
de los Deportes de Murcia un equipo con menos alternativas ofensivas. El único
momento en el que los verdinegros crearon verdaderos problemas a los locales
fue al inicio del tercer cuarto, cuando Baez sacó partido de la incapacidad de
Barlow para defenderle en el poste medio y bajo. En el momento en el que el
cuerpo técnico del UCAM Murcia se dio cuenta de esa situación y Barlow fue
sustituido por Sekulic, la Penya volvió a ser un equipo anodino y sin ideas,
encomendado a situaciones de uno contra uno poco claras y a la ruleta rusa del
tiro exterior, en este caso con escaso criterio.
En cualquier caso, la parroquia murciana no se relajó en
ningún momento porque la derrota ante Lagun Aro GBC, en la que dilapidaron una
ventaja de hasta 15 puntos con 8 minutos por jugadores, todavía estaba muy
reciente. Solo cuando se superó el ecuador del último cuarto y la diferencia
llegó a los 20 puntos (con Rivero en pista en detrimento de Franch para
conservar la ventaja. La experiencia es un grado y hoy Quintana no ha querido
riesgos), la afición empezó a saborear un triunfo que, sin embargo, no debe
nublar la vista ni a jugadores, ni al cuerpo técnico ni a la afición. La
situación sigue siendo crítica y el sufrimiento va a estar a la orden del día.
Parece que las dos últimas victorias de FIATC Joventut,
despegándoles de la zona peligrosa, han hecho mella en la preparación para este
partido a tenor de lo visto sobre la cancha. La total ausencia de ambición por
parte de los jugadores de Salva Maldonado ha sido manifiesta, y su propuesta
baloncestística muy rudimentaria y deficiente. Lo cierto es que los catalanes
vuelven a acercarse a la zona peligrosa y además han perdido el basket-average
con un equipo que estará en la lucha hasta final de temporada.
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