Alrededor de un millón y medio de andaluzas tiene más de 50 años, la edad en la que suele aparecer la menopausia, y con ella trastornos y patologías asociadas como la osteoporosis, trastornos cardiovasculares, incontinencia urinaria o sofocos. De hecho, una de cada cuatro mujeres necesita ayuda terapéutica para afrontar esta etapa con calidad de vida y tratar todos los problemas de salud asociados al climaterio. Sin embargo, la falta de información hace que sólo un 4% de las mujeres siga una terapia de este tipo, según el doctor Nicolás Mendoza, miembro de la Junta Directiva de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), y coordinador del II Curso de Formación Continuada en Climaterio y Menopausia, que la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM) celebra hoy en Granada.
Al disminuir la función ovárica se incrementan los riesgos para la salud de la mujer. De hecho, según comenta el doctor Mendoza, “aproximadamente una cuarta parte de las mujeres que llegan a la edad de la menopausia padecen síntomas, principalmente sofocos, que alteran su calidad de vida y necesitan ayuda médica”. Asimismo, los cambios hormonales son un desencadenante y/o acelerador de la osteoporosis.
En este sentido, los expertos aconsejan la terapia hormonal porque, sobre todo, alivia los síntomas vasomotores y favorece una acción preventiva de la osteoporosis. “Es importante trasladar a las pacientes las opciones terapéuticas de las que disponen para garantizarles una buena calidad de vida, y para ello es fundamental la coordinación entre ginecólogos, endocrinos, urólogos y médicos de Atención Primaria para que la mujer reciba una atención integral durante el climaterio”.
Éste es precisamente uno de los objetivos del Curso que se está desarrollando en Granada, cuyo fin, según el doctor Rafael Sánchez Borrego, presidente de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), es “actualizar varios protocolos de tratamiento en la atención sanitaria que recibe la mujer para que podamos aplicarlos de manera individualizada a cada paciente. Se trata de fomentar la coordinación y formación de los especialistas implicados en el tratamiento de los posibles trastornos que pueden presentarse en la mujer madura y promover el conocimiento de la mujer en esa etapa de su vida”.
La creencia de que las terapias hormonales son perjudiciales para la salud ha sido la razón fundamental por la que sólo el 4% de las mujeres españolas opta por comenzar un tratamiento, pero desde hace ya varios años los expertos insisten en que aplicándose en la dosis adecuada, el tiempo necesario y bajo control médico, no existe ningún problema. “En cualquier caso, debemos cubrir las necesidades de la mujer en cada momento y etapa del climaterio, reevaluando sus necesidades de forma conjunta con cada paciente y enfocando cualquier acción a aportar bienestar a su vida”, comenta el doctor Mendoza.
Hábitos preventivos
Para llegar a la madurez con calidad de vida, los especialistas destacan la importancia de poner en práctica la medicina preventiva: “Desde el momento en que la mujer empieza a tener desarreglos menstruales debe continuar con los hábitos de vida saludables recomendados para cualquier otra persona o adoptarlos si no los tenía anteriormente. Así, se debe realizar ejercicio físico de forma continuada, dejar hábitos tóxicos, como fumar y el consumo excesivo de bebidas alcohólicas y tener una alimentación equilibrada y rica en alimentos con calcio”, comenta el doctor Mendoza. Por tanto, tanto en el caso de la mujer sana como en el de la que presenta algún trastorno, el ginecólogo debe tratar de inculcar la educación sanitaria en sus pacientes, de forma que adopten estos hábitos saludables y medidas de prevención.
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