Caja
Laboral enfila el tramo final de la temporada centrado únicamente en la
Liga Endesa con la esperanza de confirmar la buena imagen ofrecida en
las semifinales de Copa e integrar de manera definitiva a Maciej Lampe
en los esquemas del equipo. La
temporada baskonista no está siendo fácil porque desde el verano se han
sucedido los problemas de lesiones, contrataciones temporales de
jugadores y esto ha tenido su repercusión en las diferentes
competiciones quedando fuera del Top 16 de Euroliga o viendo pasar de
largo la Copa del Rey. Caja
Laboral encara el último trimestre de competición con la confianza de
saber que está en condiciones de plantar cara a los grandes equipos de
la Liga como Barcelona y Real Madrid siempre y cuando mantenga la
intensidad y concentración durante los cuarenta minutos. Además
cuenta con la baza añadida de Maciej Lampe que por fin debutó con el
equipo vitoriano en la copa y ha dejado buenas sensaciones que espera
confirmar el polaco según aumenten sus sesiones de entrenamiento y vaya
adquiriendo el ritmo de competición. El
pívot ofreció en el duelo de semifinales un pequeño anticipo de lo que
puede llegara a aportar al equipo cuando alcance su estado óptimo y esa
es la mejor noticia para un grupo que lleva esperando seis meses al faro
de un juego interior lastrado durante la temporada. Lampe
puso fin en Barcelona a 247 días de inactividad marcados por una lesión
en la cadera que obligó a pasar por quirófano y a someterse a un
intenso y exhaustivo trabajo de rehabilitación. Ahora
se trata de ir dosificando la vuelta del poste polaco para que en el
momento de las eliminatorias por el título llegue en plenitud física y
el Baskonia aspire a llegar lo más lejos posible. El
trabajo de Dusko Ivanovic se centrará también en lograr que sus pupilos
jueguen 40 minutos a plena intensidad y sin las habituales
desconexiones que le han costado inesperadas derrotas en la competición
doméstica, como la de hace diez días en la pista de Blusens Monbus.
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