Vanity Fair, Chrysler y la Fundación de Eva Longoria
han unido sus fuerzas para organizar una fiesta en la que no faltaron
tres de las celebrities del momento luciendo despampanantes modelitos.
Sin embargo, hubo una que acaparó especialmente las miradas...
¡Eva Longoria! Era imposible mirar hacia otro lado. Con
un sugerente vestido de seda negro e interminable escote en pico, la
actriz dejaba poco, por no decir nada, para la imaginación. La novia de Eduardo Cruz pasó de insinuar a enseñar directamente.
La autora de semejante obra era, ni más ni menos, que su amiga Victoria Beckham
quien, casualmente, se encontraba a su lado en ese mismo momento.
Luciendo la misma cara de agotamiento que en los últimos días, la
diseñadora se mostró mucho más recatada.
Ella escogió un vestido entubado en azul cielo intenso, con
cinturón fino en negro a juego con el cuello baby doll y los puños de
las mangas que, por cierto, iban abotonados. La falda lápiz llegaba por
debajo de las rodillas y las piernas las tapó con unas botas altas de
cuero.
Finalmente, la tercera en discordia: Kate Beckinsale.
La guapísima actriz se unió al dúo de inseparables amigas luciendo un
llamativo vestido de satén rosa fucsia decorado con una caída desde el
cuello hasta los bajos y accesorizado con peeptoes, cinturón y clutch
negros.
|