Mi primera reacción fue de asombro. Sorprende leer en un medio de comunicación con una marcada línea editorial, palabras críticas hacia los políticos que meses atrás sólo habían recibido sus elogios. La mía, como la de muchos, fue una reacción de asombro unida a un sentimiento de gratitud.
Llevaba tiempo escuchando el mal hacer de mis políticos, el derroche que durante años habían consentido, los derroteros por los que habían conducido al pueblo valenciano hasta forzar su destrucción como un castillo de naipes mal cimentado.
Madrid, Catalunya, Andalucía. Todos nos apuntan con el dedo. El dedo que criminaliza poniendo en el punto de mira todo cuanto ha pasado en mi Comunidad. Fórmula 1, America’s Cup. Barcos, aviones., trajes.. Aeropuerto, aeropuerto, aeropuerto... Derroche, derroche, derroche... El mismo mensaje que se repite una y otra vez como bucle sin fin. Nos atrapa, nos adormece, nos hace entonar el mea culpa agachando las orejas y sin saber muy bien qué hacer.
Sí, les votamos. Sí, estamos enfadados. Pero alto, ni antes la Comunidad Valenciana era “lo más”, ni ahora se merece todo el desprecio, las críticas y la generalización en la que se está viendo enmarcada toda la sociedad valenciana. Porque en esta Comunidad no todos hemos vivido por encima de nuestras posibilidades. En mi Comunidad hay empresas que funcionan, profesionales que trabajan y políticos que valen. Mi Comunidad exporta, mi Comunidad atrae turismo, mi Comunidad, trabaja.
Y por todas estas razones, y gracias a la iniciativa del diario Las Provincias, el próximo martes día 6 de marzo esta sociedad herida, pero unida, responderá a todas las críticas en forma de protesta. Y protestará sin pancartas, sin gritos y sin insultos. Porque Valencia es mucho más que todo eso. Valencia es economía, es esfuerzo, es historia, tradición y cultura. El próximo martes día 6 de marzo, la sociedad valenciana se unirá para lanzar un mensaje claro que reivindique el lugar y la posición que corresponde a esta tierra. Un mensaje apolítico, transparente y directo, pero sobre todo, un mensaje valenciano.
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