Médicos Sin Fronteras (MSF) alertó este miércoles de la necesidad de ayuda inmediata para garantizar la supervivencia de aproximadamente 80.000 refugiados sudaneses, que se asentaron desde el pasado mes de noviembre en dos campos del noroeste de Sudán del Sur huyendo del conflicto en el vecino Sudán.
La ONG aseguró que la inminente llegada de lluvias dificultará el acceso a los campos de refugiados del noroeste de Sudán, y la región se convertirá en un extenso pantano con pequeños islotes de tierra seca.
MSF manifestó en un comunicado que presta ayuda médico-humanitaria en ambos campos desde que se desencadenó la crisis en noviembre. El coordinador de emergencias de la ONG, Julien Matter, señaló que “los refugiados deben recibir agua, comida, utensilios domésticos y materiales para cobijo con urgencia, antes de que empiecen las lluvias".
“Su vida y su salud están en juego”, ya que, añadió, “en estos momentos están recibiendo menos de ocho litros de agua potable por persona y día, muy por debajo de los estándares mínimos para campos de refugiados, que recomiendan entre 15 y 20 litros”.
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