La historia de la Iglesia Católica que siempre intentan ocultarnos recuera la memoria del Papa Inocencio IV, a quien se adjudica al honor de haber autorizado con su bula Ad Extirpanda las torturas de la Santa Inquisición y la muerte en la hoguera. No faltó por supuesto una bula subsidiaria donde se creaba un cuerpo policíaco al servicio del Santo Oficio y se sentó las bases de la persecución de herejes en la misma Italia, algo así como una teoría del enemigo interno y “doctrina de la seguridad nacional” inquisitorial.
En 1264 el papa Urbano IV afinó la maquinaria autorizando a los inquisidores a participar de las torturas de la inquisición propiamente dicha, y desde entonces los mismos santurrones pudieron dirigir los tormentos y hasta realizarlos personalmente.
Un compañero de ruta y heredero de tales prácticas, el cura papá y presidente de Paraguay, es fustigado en una carta emitida por los presos políticos que lo ayudaron a llegar al poder, en el marco de una campaña internacional.
Con motivo de conmemorarse ente 17 de abril el día internacional del preso político, varias organizaciones de todo el mundo expresaron su repudio a la existencia de prisioneros de conciencia en varios países, entre los cuales se menciona al Paraguay del “marxista y bolivariano” Fernando Lugo, quien al contrario de lo que dicen sus publicistas, es catalogado como neoderechista por sus víctimas.
“Por los vascos que luchan desde hace décadas por la independencia y el socialismo; por los palestinos que llevan más de 60 años luchando por sacudirse el yugo sionista encarnado por Israel; por los paraguayos que vivieron reprimidos por la dictadura stroessnerista y hoy son reprimidos, encarcelados y enjuiciados por el gobierno de Fernando Lugo; por los chilenos que desafían diariamente las políticas injustas de los gobiernos de la Concertación primero y de Piñera después; por los hermanos peruanos que padecen en las cárceles del régimen; por los miles de luchadores populares y combatientes colombianos que en el marco del conflicto social y armado son prisioneros del gobierno de Santos” señala un documento que suscriben, entre otras organizaciones, la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, Coordinadora por la Libertad de los Presos Políticos, Agencia de Noticias Aratiri, MOVADEF – Argentina -- Agrupación por los Derechos Humanos Chilenos en Argentina, Agrupación Estudiantil Jorge R. Masetti, Agrupación Estudiantil M31 , OLN y S Fogoneros, CP 29 de Mayo, Frente Territorial 26 de Junio ( Pueblo en Lucha- Movimiento de Desocupados Villa Golf- OLP- MTR Santucho- Resistencia Popular- CTD Aníbal Verón- ) , FTC M29 de Mayo, Frente Acción Revolucionaria, FAR – MPR Quebracho.
En el plano local, la abogada Daisy Irala Toledo me hizo llegar la carta de varios de los presos políticos paraguayos, en cuyas líneas se interpreta la profunda decepción que significó el advenimiento del gobierno de Lugo para estos abnegados militantes de la izquierda paraguaya no alineada con las ONG dependientes de USAID y el National Endowment for Democracy.
En sus párrafos más significativos afirman: “Nos gustaria mucho que éste dia, en nuestra patria, sea solo un recuerdo de un tenebroso pasado”.
“Quisieramos estar libres y sentir en nuestros rostros el suave viento de la mañana como una aterciopelada y gustosa caricia. Que los rayos del sol nos envuelvan e iluminen nuestros ojos casi enseguecidos por la obscuridad de los calabozos en que nos tienen confinados”. “Quisieramos que el látigo desolador de la tortura y la muerte deje de atormentar a quienes luchamos por una patria mejor”.
“Desde las horrendas carceles del gobierno neoderechista de Fernando Lugo y sus secuaces les saludamos con afecto y respeto”. “Tengan la certeza de que las banderas de lucha de los revolucionarios están firmemente sostenidas por nosotros, pues estan clavadas en nuestros corazones y nuestras conciencias”.
“Nuestras almas de guerrilleros han sido moldeadas al fuego de la pasión revolucionaria y de la bravura de Ernesto Guevara, José Gaspar Rodriguez de Francia y Francisco Solano López”.
“Seguimos y seguiremos en lucha por el pueblo, y contra la oligarquía; por la Patria, y contra el imperio”. “Solo le pedimos esto: No nos olviden” concluyen. Firman la carta Alcides Oviedo, Carmen Villalba, Noel Ovelar, Hugo Gill, Francisca Andino, Graciela Samaniego, Aldo Meza.
Varias de las valientes abogadas que defienden a estos miembros de organizaciones campesinas explican la razón de su lucha: Mirian Viviana Villalba Ayala afirma que lo hace porque sueña “Con ver nuestro querido país sin presos políticos, porque quiero una patria sin niños con hambre, sin gentes que mueran donde todos tengamos la posibilidad de vivir de una mesa digna. Hay gentes que están presos ya muchísimos años violando todos sus derechos humanos que tanto exigen los ricos y del cual se jacta el gobierno de Lugo de ser respetuoso, qué vergüenza”. La abogada Marilina Marichal por su lado dice tomar partido por estos perseguidos porque “luchan por sus ideales, y dejan lo más preciado en ello, la vida y la libertad”.
Es evidente que a pesar del cacareado “cambio” que los incautos creyeron vendría de la mano de una institución que institucionalizó la tortura y perfeccionó vicios como el clientelismo y prebendarismo en el transcurso de milenios, la pesadilla en el Paraguay continúa.
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