Alguien dijo que la discapacidad no está en las personas faltas de una parte de su cuerpo, sino en la mente de muchas que se dicen sanas, y la gloriosa policía paraguaya heredada de la dictadura anticomunista lo ha demostrado hace pocas semanas, con un daño colateral acaecido en la zona de Arroyito, Concepción, que conmocionó a toda la sociedad.
Un joven sordomudo, Agustín Ledesma, conocido en la zona por su don de gente y mansedumbre, se encontraba arrancando frutos de un árbol en la zona. En ese momento, aparecieron varios policías que supuestamente lo confundieron con un integrante de la guerrilla del EPP.
Agustín, sin poder respnder debido a su discapacidad, reaccionó como cualquier persona asustada lo haría ante los gritos desaforados de varios hombres armados: emprendiendo la huida.
En una muestra más de su mentalidad anacrónica y falta de profesionalismo, los policías dispararon a matar contra él.
Malherido de heridas que impactaron en el cuello y la cabeza, pocos días después el joven discapacitado de 19 años, fallecíó en el Centro de Emergencias Médicas de Asunción.
Cuando era enterrado en Arroyito, sus familiares y amigos exigieron a gritos cárcel para todos los policías involucrados en el trágico suceso.
“Desde el mismo momento de que el niño discapacitado, mártir de la lucha popular, Agustín Ledesma, fue atrapado por las hordas asesinas del gobierno, puesto de rodillas y ejecutado fría y alevosamente con un tiro en la nuca, nos hemos sentido profundamente conmovidos, Agustín ha sido enterrado con el cariño de todo un pueblo que lo llora y lo extraña. Los norteños y todo el Paraguay han sido testigos de este deleznable crimen y de las mentiras con las que han pretendido cubrirlo las personas del gobierno” dirán en un comunicado los integrantes del EPP.
Venganza anunciada
El segundo acto de esta obra, aleccionadora sobre las desgracias del estado policíaco, se escenificó cuando un supuesto guerrillero llamó a medios del interior desde las cárceles luguistas, para jurar venganza para el sordomudo.
Hugo Diosnel Gill, apresado por supuestas vinculaciones con la guerrilla, realizó llamadas a dos radios de la zona Norte del país, manifestando que está seguro de que no quedará impune la muerte de Agustín Ledesma, fallecido tras veinte días de debatirse entre la vida y la muerte. Gill llamó a no confiar en la justicia burguesa y a empuñar las armas contra el actual sistema político. “Hemos hecho escuchar nuestra voz de repudio teniendo como portavoz al compañero HUGO GILL, que utilizó las ondas de radio Gyra Campana de Horqueta” aclararán luego en un pronunciamiento los miembros del EPP.
“Como a este gobierno le molesta que se le refriegue en la cara sus actos criminales, el compañero Hugo Gill fue aislado en el más oscuro y asqueroso de los calabozos del Penal de Tacumbú castigado e incomunicado por 30 días. En la misma cárcel, los propios funcionarios con el Director a la cabeza diariamente delinquen, trafican, extorsionan y torturan en la total impunidad”.
“Nos solidarizamos con nuestro camarada Hugo y suscribimos sus palabras” añaden en un comunicado que la abogada Mirian Villalba difundió en las redes sociales.
Como preludio de una venganza anunciada, el móvil que transportaba a la víctima inocente de la caza de brujas, terminó protagonizando un accidente fatal en la jurisdicción de la comisaría de Emboscada. El fallecido, un agente de policía de nombre Hugo Salvador Caballero Gómez, que viajaba en motocicleta, pertenecía a una agrupación de seguridad de los organismos represivos, en Paraguay fuertemente ligados a Colombia y Estados Unidos.
La ejecución extrajudicial ha cobrado auge en el Paraguay tras los acuerdos entre el gobierno de Fernando Lugo y Alvaro Uribe, enmarcados en una cooperación que la supuesta izquierda que acompaña al cura papá, en realidad personajes vinculados NED y USAID, intentó ocultar.
Varios miembros del EPP acabaron previamente ejecutados en una quema de archivo tras salvajes torturas. En el caso de uno de ellos, fue ejecutado el mismo día que la prensa comercial paraguaya publicaba fotos demostrando que los insurgentes habían sido ex aliados de Lugo.
Varias autoridades entonces se pronunciaron, entre ellos la senadora Lilian Samaniego, quien pidió el cese de la "quema de archivo" por parte de cura presidente Lugo, quien según todos los indicios, ordena tirar a matar contra sus ex aliados, miembros del EPP.
La orden esta vez alcanzó a un inocente sordomudo, daños colaterales en la cruzada de nuestro antipapa contemporáneo.
Lugo mercenario y fascista
Sobre estos tenebrosos sucesos, Alcides Oviedo, Carmen Villalba, Aldo Meza, Graciela Samaniego, Francisca Andino y Noel Ovelar se dirigieron a la opinión pública nacional e internacional expresando que “Hemos abrazado la lucha revolucionaria con la firme convicción de que la revolución es el único camino que traerá la libertad y el bienestar a nuestra patria. Aunque estemos en las horrendas cárceles del gobierno fascista de Fernando Lugo, seguimos y seguiremos acompañado la lucha de nuestro pueblo y de nuestros camaradas alzados en armas”.
“Repudiamos las prácticas fascistas del gobierno mercenario de Fernando Lugo y que sepan los alumnos paraguayos de los criminales del gobierno colombiano y norteamericano que las cárceles no acallaran nuestras voces, no mellarán nuestros espíritus ni harán desaparecer nuestras profundas convicciones de patriotas y revolucionarios” agregan.
Indiferente a los ex aliados que colaboraron para promocionarlo como supuesto marxista y bolivariano “obispo de los pobres”, el cura papá sigue en la burbuja de su vida alienada por gustos exquisitos, al punto que un cronista relató que prefirió volver a la capital en helicóptero desde un punto del interior para no embarrarse los calzados.
Definitivamente, no hay riqueza más peligrosa que la pobreza presuntuosa.
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