La Comisión Europea ha asegurado este martes que no ha mantenido ningún contacto con el expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, desde su llegada a Bélgica este lunes y ha insistido en que su posición sobre la crisis catalana no ha cambiado.
"Este no es el caso hasta donde yo sé", ha explicado en rueda de prensa la portavoz del Ejecutivo comunitario, Mina Andreeva, al ser preguntada si Puigdemont ha tratado de mantener contactos con el Ejecutivo comunitario en las últimas 24 horas desde su llegada a Bélgica.
"Nuestra posición sigue sin cambios. Ya se ha explicado que nada ha cambiado", ha zanjado la portavoz comunitaria, preguntada si Bruselas sigue considerando la crisis catalana como un asunto interno ante la expectativa de que Puigdemont pudiera pedir asilo en Bélgica.
Puigdemont, que llegó en el más absoluto secretismo este lunes a Bélgica, mantuvo una reunión con el letrado belga Paul Bekaert, conocido por haber defendido a varios etarras detenidos en Bélgica para tratar de evitar su extradición a España, al que ha designado como su letrado. Éste ha evitado hasta ahora avanzar si pedirá asilo en Bélgica, algo que "no está decidido" todavía.
Desde el Consejo Europeo y la Eurocámara también aseguran que no hay ningún encuentro previsto con Puigdemont durante su estancia en Bruselas, han explicado fuentes consultadas de ambas instituciones.
El Comité de Protección de los Trabajadores Migratorios de las Naciones Unidas ha expresado expresó esta semana su preocupación por la falta de claridad en los acuerdos migratorios entre México y Estados Unidos, y por la creciente militarización de la gestión migratoria en el país latinoamericano.
La inseguridad alimentaria se agrava en la República Democrática del Congo (RDC) con la intensificación de los conflictos armados, mientras que el sector humanitario experimenta una gran crisis de financiación. Acción contra el Hambre teme una crisis nutricional sin precedentes.
Tras confirmarse el fallecimiento del papa Francisco a las 7:35 horas de este lunes, 21 de abril de 2025, el Vaticano activó un protocolo fúnebre y de transición actualizado por el propio pontífice, quien en 2024 reformó el 'Ordo Exsequiarum Romani Pontificis' para simplificar ritos y enfatizar la humildad. Este proceso incluye desde la constatación oficial de la muerte hasta la elección de un nuevo líder de la Iglesia para los 1.400 millones de católicos del mundo.