El balance de muertos a causa del terremoto de magnitud 7,4 en la escala de Richter registrado este domingo en la región fronteriza entre Irán e Irak ha ascendido a cerca de 170, la inmensa mayoría de ellas en territorio iraní.
El Departamento de Emergencias iraní ha detallado que alrededor de cien personas han muerto y más de un millar han resultado heridas, afirmando que el balance podría aumentar en las próximas horas, tal y como ha recogido la cadena de televisión iraní Press TV.
En la parte iraquí se ha informado de al menos seis muertos y 500 heridos en la región del Kurdistán, aunque todo apunta a que la cifra podría aumentar, según ha informado la cadena de televisión kurda Rudaw.
Además, varios edificios se han hundido en zonas rurales de Irán y se han registrado grietas en los muros de edificios de la región, tal y como ha indicado la agencia iraní de noticias Fars. El terremoto ha provocado además cortes en las líneas de teléfono y el suministro eléctrico y de Internet en la zona afectada.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) ha informado de que el epicentro del corrimiento se ha localizado a 32 kilómetros al sur-suroeste de la localidad iraquí de Halabya a una profundidad de 33,9 kilómetros.
Las autoridades iraquíes han informado de que la intensidad del seísmo es de 6,5 en la escala de Richter y han de que se ha sentido en varios puntos del país, incluida la capital, Bagdad.
El Centro Sismológico del Instituto de Geofísica de la Universidad de Teherán ha registrado igualmente el seísmo, que se ha podido sentir en Kuwait, Siria, Turquía o Líbano. Tras el corrimiento principal se han producido varias réplicas, una de las cuales habría alcanzado la intensidad 6, según las autoridades iraníes.
Irán e Irak están situados sobre varias fallas tectónicas y son relativamente frecuentes los terremotos. El terremoto más grave de los últimos años ha sido el de 2003 en Bam, en el sureste de Irán, que provocó 31.000 muertos.
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