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Las claves para una Actitud Ganadora

Las personas con actitud positiva tienen una visión más valorativa de la vida, consiguen valorar mucho más lo que tienen y eso les hace sentir más felices
César Piqueras
miércoles, 20 de diciembre de 2017, 00:00 h (CET)

Hay actitudes que nos acercan al éxito, que nos llevan un poco más cerca de las metas que queremos, del nivel de satisfacción que deseamos con la vida y de los resultados que nos gustaría obtener. Después de estudiar bastante el campo de la actitud en los últimos años, encuentro cuatro actitudes que serían la raíz de una actitud ganadora, en la que como consecuencia hay éxito.


ACTITUD PROACTIVA

La proactividad consiste en ir por delante, en anticiparse a lo que pueda ocurrir y en provocar en nuestro entorno los cambios que deseamos.


La actitud proactiva es lo contrario de la actitud reactiva o victimista, la persona proactiva toma la iniciativa. Las personas con esta actitud suelen tener ideas que ponen en práctica, movilizando lo necesario para hacerlas realidad.


La proactividad es un componente muy demandado en el entorno laboral, ya que de poco sirve una persona parada que no quiera moverse. De ahí que el dibujo elegido sea una persona levantándose del sillón. Levantarse del sillón para hacer deporte implica proactividad, lo fácil y cómodo es quedarse sentado, pero lo que hay que hacer es otra cosa. Las personas productivas identifican lo que hay que hacer y se ponen con ello, sin excusas.


Muchas veces la timidez, el miedo a destacar o a parecer lanzados hace que nos quedemos a medias sin conseguir nuestros objetivos. Imagina que has conocido a alguien durante varios días que crees que es la mujer o el hombre de tus sueños. Sientes que hay feeling por ambas partes, y no sabes cómo hacer para que la otra persona lo sepa ¿Qué harías? Algunas personas esperarían a ver qué ocurre, otras le dirían lo que sienten y otras la besarían en cuanto tuvieran un momento. La persona más proactiva es la tercera.


La proactividad es uno de los temas que más desarrollamos en las redes comerciales, pues un equipo comercial sin proactividad no conseguirá resultados. Se necesita proactividad para abrir una nueva zona, para llamar a nuevos clientes, o para venderles más productos a los clientes actuales. La actitud proactiva es saludable porque nos hace salir constantemente de la zona de confort.


La persona proactiva tiene un dicho:

“Prefiero pedir perdón que pedir permiso”

Muchas personas no están de acuerdo con esta frase, pero en el mundo de la empresa, es todo un mantra para muchos. Si te dedicas a pedir permiso para todo, seguramente no llegues demasiado lejos, la burocracia de algunos lugares y el miedo a decidir de otros hará que no te puedas mover y llevar a cabo tus planes. Así que hay algunas personas que actúan, y que de vez en cuando se equivocan, por este motivo piden perdón, si fuera el caso.


En el mundo comercial se nota la falta de proactividad en cualquier pequeño detalle. Por ejemplo, cuando en un proceso de venta se está llegando al cierre, muchas personas prefieren pedir permiso y dicen cosas como:

“Entonces Antonio ¿Quieres trabajar con nuestra empresa?”


No deja de ser una pregunta muy peligrosa en un momento tan delicado y que no recomiendo hacer. Por este motivo, sabemos que lo mejor es no pedir permiso y dar el cierre por hecho. Esto es lo que diría un vendedor con actitud proactiva

-Entonces Antonio, ¿qué es lo que más te ha gustado de nuestra empresa?
-La extranet de proveedores, me ha parecido muy fácil de utilizar
-Vaya que sí, ha sido un desarrollo espectacular por parte de nuestro equipo. Decías que tenías dos pedidos que enviar a Latinoamérica ¿verdad?
-Sí
-Perfecto, dime ¿con cual quieres que empecemos?

Este vendedor proactivo no pide permiso, directamente da por hecho que algo va a salir como él/ella quiere, y camina en esa dirección.


ACTITUD POSITIVA

La actitud positiva es aquella que ve el lado positivo de las cosas, capaz de ver el vaso medio lleno y de apreciar todo lo bueno que nos rodea.


Ante un problema, muchas personas no son capaces de ver lo positivo que existe detrás, las oportunidades que supone o la parte positiva del problema, quedándose ancladas a la negatividad.


Las personas positivas siempre ven el lado positivo de algo, siempre tienen un rayo interior de esperanza ante cualquier situación y logran sentirse mejor porque se centran en la solución y no en el problema.


Hay personas que están empeñadas en ver lo que no funciona, todo aquello que está por mejorar. Otras sin embargo se centran en lo que si funciona en todas las cosas que ya hay, no en las que faltan.


Si quieres saber cómo es la actitud de una persona, pregúntale sobre algo que haya hecho y fíjate en qué pone la atención. Esto es lo que contestaría una persona con actitud negativa ante temas cotidianos:


¿Cómo han ido las vacaciones?
Muy cortas…
Bien, pero el hotel…
Uf… hemos pasado un calor

Esto es lo que contestaría alguien con actitud positiva:

¿Cómo han ido las vacaciones?
Geniales, lo hemos pasado en grande
Alucinante, el Norte de Italia es precioso
Hemos descansado mucho.

Seguramente estas dos personas estarían hablando de las mismas vacaciones.


ACTITUD INCANSABLE

Para lograr lo que queremos en la vida tenemos que saber insistir e intentarlo una y otra vez, incansablemente. Cuando insistimos y perseveramos en nuestros esfuerzos, lo conseguimos hacer realidad.


La actitud incansable en el dibujo del principio está simbolizada por una gota de agua, el agua es quizás de los elementos más poderosos que existen. Una gota de agua actúa lentamente, pero es capaz de hacer un agujero en una roca si cae en la misma durante cientos de años. Una gota de agua es incansable y difícil de detener, aquellos que arreglan goteras lo saben bien.


Recuerdo un examen en mi carrera universitaria de una asignatura incómoda y muy teórica que gustaba poco a la mayoría. Yo no había estudiado más que el resto y asistí al examen, en el que habríamos unos cien alumnos. Cuando pusieron el examen en la mesa y lo hubímos leído, a los pocos minutos empezaron a salir alumnos del aula ¡El examen era muy difícil!


A los cuarenta y cinco minutos, solo quedaban unas quince personas y en los siguientes veinte minutos desaparecieron casi todos menos tres alumnos, entre ellos yo. No sabía más que los que se habían ido, pero decidí quedarme. Al fin y al cabo tampoco tenía nada más importante que hacer fuera de aquella clase.


En el aula nos quedamos los tres alumnos y dos profesoras. A los pocos minutos dijeron “nos vamos a tomar un café” y se fueron. No te voy a contar lo que ocurrió en los veinte minutos en los que las profesoras estuvieron fuera de la clase, pero los tres alumnos aprobamos. No fue una cuestión de inteligencia, fue una cuestión de insistir e intentarlo de una u otra forma, decidí ser incansable y conseguí mis objetivos.


Muchas veces lo consiguen los mejores, y otras veces lo consiguen aquellos que más insisten. La insistencia es un tema a tener en cuenta como uno de los factores del éxito en la vida.


ACTITUD DE ACEPTACIÓN

En la vida hay cosas que no podemos cambiar, hay cosas que simplemente tenemos que aceptar y no pelearnos con ellas. La vida nos va a traer demasiado eventos, muchos de ellos desagradables que no podemos cambiar. Puedo pelearme y reaccionar contra las cosas que han ocurrido o puedo aceptarlas.


Vivir con una actitud de aceptación implica saber qué cosas tengo que aceptar y aceptarlas, dejando ir cualquier sentimiento de frustración, rencor o resentimiento. Hay un dicho que dice:

“Señor, dame serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar las que sí puedo y sabiduría para conocer la diferencia”.

Cuando aceptamos que la vida es mucho más que nosotros mismos, sabemos que en la aceptación hay un camino de sabiduría, ya que lo contrario es una pelea constante con la vida, culpando a la misma de no cumplir con nuestros deseos.


“En la aceptación hay una sonrisa, en la negación o reacción a lo que ha ocurrido, hay frustración y enfado”

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