La Unión Europea y Mozambique han abierto un diálogo sobre medidas para mejorar la situación humanitaria, de Derechos Humanos y de seguridad en la provincia de Cabo Delgado, situada en el norte del país y escenario de un grave deterioro por la actividad yihadista. Fuentes europeas han explicado a Europa Press que Bruselas y Maputo estudian distintas políticas para aliviar la situación y esperan acordar en próximos encuentros políticos y técnicos las herramientas concretas. "La UE está absolutamente unida en su deseo de ayudar a los mozambiqueños frente a la violencia extrema en Cabo Delgado. En este momento estamos explorando las fechas más convenientes para próximos encuentros, teniendo en cuenta las grandes dificultades ocasionadas por la pandemia de coronavirus", han añadido las fuentes consultadas. Esto llega después de que el ministro de Asuntos Exteriores portugués, Augusto Santos Silva, haya señalado en nombre del Alto Representante, Josep Borrell, su intención de viajar a Mozambique, en línea con la disposición de la UE para llevar a cabo un trabajo preparatorio detallado sobre asuntos humanitarios y de seguridad. En este contexto, el bloque europeo ha mostrado su interés en trabajar más estrechamente con los socios africanos, en particular la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SDAC, por sus siglas en inglés), para desarrollar un enfoque coherente. La crisis de seguridad tiene consecuencias humanitarias "severas" según la UE, que teme además que la inestabilidad pueda trasladarse a toda la región. El deterioro de la situación ha llevado al presidente de Mozambique, Filipe Nyusi, a poner al Ejército al frente de las operaciones contra estos grupos, entre los que figura Estado Islámico en África Central (ISCA), debido a los éxitos limitados obtenidos por la Policía. La Presidencia desveló el 14 de enero que el general Eugenio Mussa fue nombrado jefe del Estado Mayor del Ejército, después de ser puesto al frente del mando operativo norte, en Mueda.
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