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Defensa amplía en nueve los psicólogos y psiquiatras para atender a afectados por la DANA y militares | |||
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Así, son ya 25 los profesionales enviados a la región, la mayoría de ellos psicólogos. La teniente coronel Pilar Bardera, jefa de la Sección de Psicología de la Unidad Militar de Emergencias (UME), que dirige actualmente el equipo de apoyo psicológico en el operativo desplegado en Valencia, explica que el esfuerzo principal del equipo se centra en los más de 8.000 militares que trabajan para recuperar la normalidad en la zona, pero que también participan en el apoyo a los ciudadanos o en tareas organizativas y de gestión de datos, en cuatro células de trabajo. Entre ellas figura la célula de equipos móviles, que actúa detectando necesidades y desplazándose con los efectivos militares a las zonas en las que su asistencia pueda ser más requerida, como los rescates en los que se prevé encontrar fallecidos. Allí cumplen con la tarea de dar soporte emocional a los allegados de los desaparecidos. "Con este trabajo emocional se atiende a los afectados, pero también a los intervinientes que, a pesar de contar con una preparación previa, están viviendo situaciones especialmente duras", ha destacado la teniente coronel, que precisa que la atención a esta parte de la salud "requiere no sólo de una intervención reactiva, sino también preventiva". El equipo de la UME comienza también a colaborar a partir de este jueves en el Punto de Atención Psicológica para Familiares de Víctimas y Desaparecidos, creado por la Consejería de Sanidad del Gobierno valenciano, como parte de las medidas para garantizar la asistencia sanitaria a los afectados por el temporal. Además, se ha establecido un centro de atención a los intervinientes de las Fuerzas Armadas en la Base 'Jaime I', en Bétera. DESASTRE DE GRAN MAGNITUD La bibliografía y la experiencia apunta a que el impacto en la salud mental es menor cuando se trata de catástrofes naturales que cuando son originadas por las personas, como es el caso de acciones terroristas o guerras. Sin embargo, la teniente coronel destaca que el caso de la Comunidad Valenciana está teniendo un alto impacto. "No se trata sólo de una inundación, la gente ha perdido absolutamente todo: su familia, su casa, su negocio, su coche, en diez minutos", señala. Asimismo, hace hincapié en que normalizar este tipo de apoyos y desestigmatizarlos facilita una adecuada intervención. |
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