Un grupo de investigadores de la Universidad de California en San Diego (EEUU) han publicado en 'Psychedelics' un estudio que ofrece una perspectiva de primera mano sobre cómo el tratamiento con psilocibina impacta en pacientes con anorexia nerviosa, una condición que mantiene la tasa de mortalidad más alta entre las enfermedades psiquiátricas y que históricamente se ha resistido a los tratamientos convencionales. "Nuestros hallazgos sugieren que la psilocibina puede ser útil para apoyar un cambio psicológico significativo en un subconjunto de personas con anorexia nerviosa", ha destacado la autora principal del estudio Stephanie Knatz Peck. "Lo que es particularmente interesante es que el 60 por ciento de los participantes informaron de una reducción en la importancia de la apariencia física, mientras que el 70 por ciento notó mejoras en la calidad de vida y cambios en la identidad personal", ha agregado la investigadora. El estudio destaca que el 90 por ciento de los participantes clasificaron su sesión de psilocibina entre sus cinco experiencias vitales más significativas. Además, cuatro de cada diez participantes mostraron reducciones clínicamente significativas en la psicopatología del trastorno alimentario. Así, la investigación plantea preguntas intrigantes sobre la intersección de la medicina psicodélica y el tratamiento de los trastornos alimentarios. "Eres capaz de actuar de una forma que antes te parecía inalcanzable si estableces la intención adecuada", ha afirmado uno de los participantes, mientras que otro ha señalado: "Puede que las cosas no parezcan tan diferentes desde fuera, pero se sienten completamente distintas desde dentro". El estudio empleó una única dosis de 25 mg de psilocibina combinada con apoyo psicológico especializado antes, durante y después de la administración. Aunque los resultados son prometedores, también ponen de relieve la complejidad del tratamiento de la anorexia nerviosa, sugiriendo que la terapia psicodélica podría funcionar mejor como parte de un enfoque de tratamiento integral que como una intervención aislada. El doctor Walter H. Kaye, autor principal y director del Centro de Tratamiento de Trastornos Alimentarios de la Universidad de California en San Diego, subraya la necesidad de realizar estudios más amplios y bien controlados que incluyan imágenes cerebrales y análisis genéticos para comprender mejor quién podría beneficiarse más de este novedoso enfoque terapéutico. Los hallazgos abren nuevas vías de investigación sobre enfoques de medicina personalizada para los trastornos alimentarios, al tiempo que plantean cuestiones importantes sobre cómo optimizar los protocolos terapéuticos para esta población vulnerable.
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