La ONG Human Rights Watch (HRW) ha indicado este jueves que la petición por parte del fiscal jefe del Tribunal Penal Internacional (TPI), Karim Khan, de emitir órdenes de arresto contra el líder supremo de los talibán, el mulá Hebatulá Ajundzada, y el jefe del aparato judicial de Afganistán, Abdulhakim Haqqani, por supuestos crímenes contra la humanidad relacionados con la "persecución por motivos de género" contra las mujeres afganas es un hito en la búsqueda de la justicia en el país. "La solicitud del fiscal del TPI de que se emitan órdenes de arresto contra dos altos dirigentes talibán por el crimen de lesa humanidad de persecución por motivos de género debería poner de nuevo en el punto de mira de la comunidad internacional la opresión de las mujeres, las niñas y las personas no conformes con su género por parte de los talibán", ha declarado la directora de Justicia Internacional de HRW, Liz Evenson. En este sentido, ha manifestado que "sin justicia a la vista en Afganistán, las solicitudes de órdenes de arresto de la TPI ofrecen una vía esencial para que se rindan cuentas". Además, Evenson ha subrayado que "los crímenes internacionales cometidos en Afganistán son numerosos, pero se necesita un enfoque amplio en materia de rendición de cuentas para romper los ciclos de impunidad que han llevado a más abusos". El fiscal del TPI explicó que las peticiones "se basan en diversas pruebas" y ha insistido en que "mujeres, niñas y miembros de la comunidad LGTBI hacen frente a una persecución sin precedentes e inconcebible por parte de los talibán". "Nuestra acción demuestra que el 'statu quo' de las mujeres y las niñas en Afganistán no es aceptable. Las supervivientes afganas, en particular las mujeres y las niñas, merecen una rendición de cuentas (por parte de los responsables de estas violaciones) ante un tribunal de justicia", señaló. Desde su regreso al poder en agosto de 2021, los talibán han impuesto una batería de restricciones a los derechos fundamentales de la población, especialmente de mujeres y niñas, llegando a prohibir que trabajen en el sector público o limitando su escolarización más allá del sexto curso. Entre las medidas restrictivas se incluyen la "ley del silencio" que declara la voz de la mujer como algo que sólo puede ser escuchado "en casos de necesidad". El régimen impuesto por los talibán en Afganistán no ha recibido hasta la fecha el reconocimiento de ningún país ni organización internacional, si bien el grupo pide que se dé este paso y se retiren las sanciones impuestas contra Kabul para ayudar a las autoridades a hacer frente a la crisis económica y social, ahondada desde 2021.
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