El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha firmado este miércoles una nueva orden ejecutiva con la que reafirma la centralización de la política exterior del país en el Ejecutivo y dispone sanciones para aquellos funcionarios y altos cargos, incluido el secretario del Departamento de Estado, Marco Rubio, que no acaten sus decisiones en esta materia. El decreto anunciado por el jefe de la Casa Blanca pide "una sola voz" en las relaciones exteriores de Estados Unidos y ordena al responsable de diplomacia estadounidense que "mantenga una fuerza laboral excepcional de patriotas" para implementar la política de "Estados Unidos Primero" ('America First'). La orden establece sanciones, incluyendo la destitución, para todos los profesionales de la cartera diplomática que "no apliquen fielmente la política del presidente" y encarga a Rubio que "tome las medidas apropiadas" cuando un miembro del personal lo amerite por su conducta. Además, el decreto incluye una reforma del Servicio Exterior, en particular del proceso de selección, la evaluación del desempeño de los empleados y los estándares de retención, así como de los programas del Instituto del Servicio Exterior "para garantizar una fuerza laboral comprometida con la implementación fiel de la política exterior del presidente".
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