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El Gobierno de España ha condenado el ataque ocurrido a última hora del viernes en la capital de Líbano, Beirut, contra un convoy de la misión de paz de la ONU en el país, la FINUL, en el que resultó herido el comandante adjunto saliente de la operación. El episodio ocurrió entre protestas por las principales carreteras del país que llevaban al aeropuerto de la capital tras la decisión de las autoridades de prohibir el aterrizaje de al menos un avión procedente de Irán. Simpatizantes del partido milicia chií Hezbolá, aliado de la República Islámica, fueron acusados del asalto y ahora mismo hay más de 25 detenidos para su interrogatorio. El Gobierno español recuerda que la labor de FINUL "es fundamental" para asegurar el cumplimiento del alto el fuego actualmente en vigor entre Israel y Hezbolá tras meses de hostilidades derivadas de la guerra de Gaza y pide que la seguridad de su contingente sea "garantizada, en cumplimiento del Derecho Internacional Humanitario y la Resolución 1701" del Consejo de Seguridad. "España mantiene su firme compromiso con la estabilidad de Líbano y el cumplimiento del alto el fuego", concluye el Ministerio de Asuntos Exteriores español en su comunicado. El militar herido, el general de brigada nepalí Chok Bahadur Dhakal, se encuentra fuera de peligro tras recibir tratamiento médico de urgencia en un hospital de la capital libanesa, según ha confirmado el Ejército de Nepal en un comunicado también publicado este sábado.
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