MADRID, 8 (OTR/PRESS)En un momento convulso para los derechos y libertades las mujeres, debemos permanecer unidas para defender lo conseguido y no dar un paso atrás "ni para coger impulso". El crecimiento de la extrema derecha, el auge del populismo, del poder político en manos de personajes aupados por el su respaldo económico, la manipulación de las redes sociales, dibujan un momento crítico donde el feminismo tiene todas las de perder. Por eso, los cantos de sirena que pretenden dividir a las mujeres en modernas defensoras de ellas, elles, y demás, frente a las viejunas, no deben ser escuchados, porque no es el momento ni lugar. Todas somos necesarias e imprescindibles y unidas avanzaremos. Porque el hecho real, según todos los estudios, es que el machismo crece entre los jóvenes. Entre los adolescentes masculinos cada vez es mayor la percepción de que las mujeres se han pasado en sus reivindicaciones. Por eso, la educación sigue siendo el pilar de un mundo más igualitario. Y ahí las mujeres y las instituciones educativas tienen un papel fundamental, teniendo en cuenta que la enseñanza y el cuidado sigue estando, a día de hoy, en manos de las madres. Enseñemos a los hijos varones en la igualdad y el respeto y a las chicas en la libertad, en su derecho a elegir su futuro donde y como quieran, a no ser cosificadas y a no priorizar la estética por encima de la inteligencia. Los partidos políticos han demostrado, hasta ahora, que su forma de defender la igualdad consiste en colocarse detrás de una pancarta y crear un Ministerio, cuya utilidad es tan cuestionable como las leyes que ha sacado adelante. Tampoco la judicatura está dando la talla al aplicar la ley. O bien no ven riesgo en las denuncias por agresiones de una víctima de malos tratos, que acaba en asesinato, o someten a la denunciante de abusos sexuales, a interrogatorios denigrantes. Por eso, hay que señalar y apartar a los abusadores que, bajo un barniz de progresistas, se creen con derecho de pernada. Lamentablemente el riesgo de un retroceso en esta larga batalla por la paridad está ahí, a la vista de todas, cuando queda tanto por hacer. Solo juntas lograremos que la paridad salarial sea una realidad, que los violadores acaben en la cárcel, sin rebajas de condenas, y, sobre todo lo más fundamental, que no haya mujeres asesinadas por los hombres con los que les tocó vivir. Juntas lo lograremos.
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