El vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, ha reconocido este miércoles que el fallecido Papa Francisco tuvo "algunos desacuerdos" con la Administración Donald Trump, si bien ha restado importancia a esas críticas. "No voy a manchar el legado de este hombre hablando de política", ha asegurado. "Soy consciente de que tuvo algunos desacuerdos con algunas políticas de nuestra administración. También coincidió mucho con algunas de ellas", ha resaltado Vance en declaraciones a la prensa, agregando que el Papa Francisco "fue un gran pastor cristiano" y que así ha elegido recordarle. El vicepresidente estadounidense ha asegurado así que el Papa Francisco fue un gran "defensor" de las "personas marginadas, los pobres o las personas con enfermedades", lo que encarna la "verdadera expresión del amor cristiano". Vance no ha confirmado si asistirá a su funeral, ya que por el momento la Administración Trump no ha decidido qué representantes enviará a la capital de Italia, Roma, más allá de Trump. Preguntado por la prensa ante su reunión con el fallecido pontífice el domingo, un día antes de que falleciera, ha asegurado que piensa mucho en ello. "Obviamente cuando le vi no sabía que le quedaban menos de 24 horas en la Tierra", ha dicho el vicepresidente estadounidense, agregando que fue "muy loco" reunirse con él en la víspera de su muerte y que tuvo "suerte" de poder estrecharle la mano. Francisco mantuvo un breve encuentro con Vance en su residencia de Santa Marta el Domingo de Resurrección. El vicepresidente estadounidense fue recibido durante el fin de semana por el cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin, y también asistió a la Celebración de la Pasión en la Basílica de San Pedro, presidida por el cardenal Claudio Gugerotti.
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