Un policía que tramitó fondos reservados constata pagos fijos al chófer de Bárcenas y a alguien llamado "cocinero"

MADRID, 18 (SERVIMEDIA)

El ex secretario general de la Dirección Adjunta Operativa de la Policía Felipe Eduardo Lacasa, que fue “cajero” de los fondos reservados que se entregaban al Cuerpo, constató este jueves que, con esos fondos, hubo pagos mensuales fijos a Sergio Ríos, el chófer de Luis Bárcenas, y también otro a un llamado “cocinero”, que a posteriori relacionó con la bautizada como ‘Operación Kitchen’.

Lo hizo en su comparecencia en la oficialmente llamada Comisión de Investigación relativa a la utilización ilegal de efectivos, medios y recursos del Ministerio del Interior, con la finalidad de favorecer intereses políticos del PP y de anular pruebas inculpatorias para este partido en casos de corrupción, durante los mandatos de Gobierno del Partido Popular, conocida como 'Comisión Kitchen'.

En concreto, lo hizo en respuesta a preguntas de la portavoz de Vox, Macarena Olona. Ya antes a los portavoces del PSOE y PP, David Serrada y Luis Santamaría, les había dicho que nunca vio el término 'Kitchen' en la documentación relativa a las operaciones. Pero a Olona le confesó que sí vio en una partida la palabra “cocinero”, un recibo para una cantidad extra, cuya cuantía no recuerda pero que se entregaba a ese "cocinero", entre otros importes relativos a otros conceptos. Sólo al saber a posteriori de la 'Operación Kitchen' recordó y relacionó aquel término de “cocinero”.

Olona preguntó entonces por los 2.000 euros fijos mensuales al chófer de Luis Bárcenas, Sergio Ríos, y Lacasa confirmó que se le entregaban, y añadió que era el único confidente que cobraba una cantidad fija todos los meses. También dijo que al final de su carrera sí supo que Ríos tenía que ver con Bárcenas y que él supuso que se investigaba al extesorero por haberse apropiado de dinero del PP.

También de Vox, preguntó Víctor González Coello, a quien el compareciente aseguró que no salía ni un euro de la caja sin la autorización de un superior, y que se entregaba por “criterio profesional” para el pago de operaciones policiales especiales, no para financiar ninguna “intención oculta” de ningún gobierno o partido político. “Cuando la policía se mete en terreno político, nos patina el embrague”, dijo, insistiendo en que pensó que el dinero para investigar a Bárcenas era lógico porque el extesorero robaba al PP “en beneficio propio”.

El portavoz de Unidas Podemos, Enrique Santiago, coligió que Lacasa estaba confirmando una investigación a Bárcenas, por los pagos a Ríos. El expolicía asintió, y recordó que por entonces Bárcenas estaba en la prensa todos los días. También detalló que el dinero para Ríos se le entregaba al inspector jefe Andrés Gómez Gordo, que era quien lo había captado, para que se lo diera al chófer. También deslizó que antes en alguna ocasión se entregó dinero al excomisario José Manuel Villarejo.

VILLAREJO

Sobre Villarejo, ya le había dicho a Serrada que le daba dinero de la “caja fuerte” destinada a fondos reservados que estaba en su despacho, cuando éste salía de reunirse con su superior, el jefe de la Dirección Adjunta Operativa de la Policía, Eugenio Pino. Lacasa comentó que el procedimiento era que una persona, tras reunirse con Pino en el despacho que estaba a “seis metros frente” al suyo, acudía a su despacho y él le daba la cantidad que “verbalmente” le pedía Pino o lo que esa persona le justificaba.

Así dijo que ocurría "siempre" con Villarejo, quién justificaba “hasta el aparcamiento” junto a la sede de la Policía y todos los gastos en los que incurría en sus operaciones, entre las que dijo que 'Kitchen' "no aparecía por ningún lado".

Sin embargo, este comisario, que dijo que no era “amigo, pero sí colega” de Pino porque son de la “misma promoción de comisarios y comisarios principales”, aseveró que desconocía las operaciones que se “cocían y se hablaban en el despacho de Pino” porque “no tenía por qué saberlo, ni quería saberlo, eran fondos reservados”. Así, se autoexcluyó de cualquier responsabilidad al afirmar que “la caja no nos permitía otras cosas que entregar el dinero a las unidades policiales o personas que lo hubieran solicitado”.

“Ni podíamos ni debíamos ir más allá”, aseguró. Más tarde incidió: “No pintábamos nada, ni el secretario general ni el que le hubiera tocado antes que a mí llevar la caja”. Y, aún después: “Yo no tenía que estar ni quería estarlo. Eran fondos reservados, era un charco en el que no me correspondía entrar·”, enfatizó.

Respecto a las operaciones de Pino, admitió que “fluctuaban más”, y “decía: ‘dadle este dinero a éste y éste a este otro”. Las demás cantidades iban “plenamente adjudicadas a las unidades”, pero el director adjunto operativo “marcaba las distancias” y “no me decía para qué ni yo se lo preguntaba”. “No me tenía que dar ninguna explicación. El que dirigía la operación era él y el que la ejecutaba era otro, yo no tenía incumbencia para meterme”.

Después del interrogatorio de Serrada, el portavoz del PP, Luis Santamaría, se quejó que los partidos de izquierda llamaran “camarilla” a las personas de confianza de las que se rodeó Pino, cuando todo dirigente hace lo propio. Además, recordó que, si los fondos reservados son opacos y no obligan a autorización judicial, justificación documental ni a revelar pagos a colaboradores ni información revelada a cambio es porque así lo aprobó una ley cuando era ministro de Justicia e Interior Juan Alberto Belloch y Margarita Robles secretaria de Estado de Interior.

Finalmente, criticó que ayer se descalificara y se pusiera en cuestión la medalla al compareciente y policía jubilado Miguel Ángel Bayo, cuando la recibió por acabar con la red de extorsión de ETA con sede en el bar Faisán.

CONDECORACIÓN

Lacasa aclaró que su propia condecoración no fue por nada relativo a Eugenio Pino, sino por toda su trayectoria un mes después de haber tomado posesión en la Dirección General Operativa, donde estuvo desde octubre de 2013 hasta mayo de 2015. Y aseguró que en todo momento gestionó los fondos reservados como se había hecho hasta su llegada, con la única diferencia es que hizo más exacto el modelo del recibí.

Como desconocía la 'Operación Kitchen', según había respondido al portavoz socialista, insistió en que no podía asegurar si se destinaron o no a ella fondos reservados. Y advirtió de que muchas operaciones serían complicadas de gestionar si se modificara esa regulación. “No siempre se puede decir lo que se está haciendo”, subrayó, recordando que también hay una Ley de Secretos Oficiales.

También Enrique Santiago le preguntó por Miguel Ángel Bayo. Lacasa reconoció que coincidieron y que éste era “un factótum”, un agente “de primer orden”, y aseguró que mientras él estuvo en activo nadie más manejó el dinero de los fondos reservados, aunque Pino los conocía y autorizaba. Sólo cuando él se jubiló lo hizo Bayo También acotó que el pago a “cocinero” lo pidió y realizó Enrique García Castaño.

Reconoció que, salvo Villarejo, la mayoría de los superiores no justificaban los gastos, y que aquél “despachaba con el DAO (Eugenio Pino), le exponía los logros o no y posteriormente pasaba a mi despacho con los recibos y reclamaba el resarcimiento de los gastos que hubiera hecho”. Y aseguró que Pino lo hacía todo personalmente sin sustituto. “No había un DAO 2”, sintetizó.

La última diputada en interrogar al compareciente fue, en nombre de ERC, Pilar Vallugera, quien quiso enlazar el pago a “cocinero” con los pagos a Sergio Ríos. Sin embargo, Lacasa negó haberlos relacionado entonces y, aun ahora, dijo que no puede asegurar que estuvieran relacionados, aunque reconoció que “posiblemente” fueran la misma operación.