MADRID, 21 (SERVIMEDIA)
El PSOE, Unidas Podemos y sus socios parlamentarios rechazarán este miércoles en la Diputación Permanente del Congreso de los Diputados que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y los nuevos ministros comparezcan con carácter urgente en agosto para exponer la remodelación del Ejecutivo y sus planes en sus respectivos departamentos, como pedía el PP y apoyaron Vox y Ciudadanos, que alegaron que un cambio así exige explicaciones.
En nombre del PP, Isabel Borrego afirmó haber creído que su petición de comparecencia de Sánchez decaería porque él iba a ir al Congreso voluntariamente por lo que considera “una típica crisis de gobierno”, con la particularidad de que aquí “no hay un cambio de nombres, sino un cambio de proyecto”. El que no lo haya hecho, lamentó, demuestra “tics de autoritarismo” porque “no es razonable” que los nuevos ministros puedan ir a televisión pero no a la Cámara.
También interpretó que Sánchez no tiene un gobierno sino dos, dado que “tiene que pedir permiso para cambiar ministros de Podemos” y finalmente, no lo hizo. “No tiene un proyecto para España sino dos proyectos para dos partidos políticos”, enjuició, apuntando que sólo cuando necesita votos el presidente “nos vende a todos”. En suma, para Borrego la remodelación tiene como denominador común “el fracaso rotundo de Sánchez” porque “ha intentado lavar su fracaso” echando a “los más próximos”, los que sólo ejecutaron sus órdenes.
Desde el PNV, Mikel Legarda se limitó a justificar el no de su grupo alegando que las peticiones de comparecencia eran “prematuras” y que sería mejor satisfacerlas en septiembre, algo que Miguel Gutiérrez, de Ciudadanos, corrigió a continuación al ver “sorprendente que haya diputados que no tengan interés” en conocer el por qué del “movimiento de cromos” en el Ejecutivo.
Ironizó que al ya exjefe de gabinete de Sánchez Iván Redondo, por ejemplo, le gustaría, tras decir que llegaría a un precipicio y se tiraría por él, oír por qué el presidente, al llegar el momento, le sugirió: "Tírate tú primero, que a mí me da la risa”. También lamentó que siga en su cargo el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, pese a estar “achicharrado”, y bromeó con que el nuevo ministro de Cultura y Deporte, antes de Política Territorial, Miquel Iceta, ha encadenado “tres contratos de interino en un año”, justo cuando se ha convalidado el decreto para reducir la interinidad en la Administración.
VACACIONES
Javier Sánchez Serna, de Unidas Podemos, acusó al PP de ejercer “la peor oposición” y además “inútil”, porque los nuevos ministros ya han pedido comparecer en el Congreso por su cuenta. “Váyanse tranquilos de vacaciones, porque este Gobierno sí da la cara”, instó a los populares, contraponiendo la supuesta actitud de los nuevos ministros socialistas a la Diputación Permanente del Congreso cuando gobernaba el PP, que rechazó que comparecieran en verano el exministro de Hacienda Cristóbal Montoro tras los “brutales recortes” del Consejo de Política Fiscal y Financiera y a otros titulares pese a las revelaciones sobre la corrupción del PP.
El portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, se preguntó, en este sentido, qué hay de distinto entre aquella Diputación Permanente de ésta en la que también “el partido que está en el Gobierno se va a negar a que comparezcan los ministros”. Coincidió en que “España necesitaba un giro de 180 grados”, pero criticó que, con el cambio, “vamos de mal en peor”, con el mismo número de ministerios y dejando a algunos como la titular de Economía, Nadia Calviño; la de Trabajo, Yolanda Díaz, el citado Marlaska o el ministro de Consumo, Alberto Garzón, a quien cree que el presidente “le deja para seguir haciendo el ridículo” y hundir a su socio y rival electoral.
Con todo ello, Espinosa cree que Sánchez revela “voluntad de persistir en el error”. De entre los nuevos, criticó a la de Justicia, Pilar Llop, por acusar al TC de “carecer de sentido de Estado” por “no alinearse con los postulados de este Gobierno”; Sánchez, en su opinión, pretende “poner todos los poderes del Estado a su servicio personal”. Finalmente, instó al PP como primer partido de la oposición a presentar una moción de censura, pero advirtió de que, si no lo hace, será Vox quien ejerza de oposición.
Cerró el debate en nombre del PSOE Belén Fernández Casero, quien acusó al PP de estar cada vez más “diluido en los populismos” por querer forzar “trece sesiones extraordinarias en agosto para hablar de líneas generales”, cuando “líneas generales” y “carácter de urgencia” son dos términos ya contradictorios entre sí. Ella le pidió respetar renovar los órganos constitucionales, como manda la Carta Magna, en lugar de provocar “debates estériles” y la “generación de un espectáculo que nada nos aporta”.
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