MADRID, 20 (SERVIMEDIA)
El que fuera teniente de alcalde de Palma por el PP, Rodrigo Santos, que se sentó este lunes en el banquillo por la presunta comisión de dos delitos de agresión sexual contra presos cuando trabajaba en la ONG Padre Garralda-Horizontes Abiertos, negó haber mantenido “jamás” relaciones con los dos hombres que le acusan y aseguró que este juicio se celebra por los “prejuicios” que hay en su contra al haber sido condenado años atrás por delitos sexuales.
Santos fue condenado en 2010 a una pena de cinco años de cárcel por un delito de abuso sexual con acceso carnal a menor. Tras ser excarcelado comenzó a trabajar en la citada ONG que promueve la reinserción de penados en el barrio madrileño de Vallecas. Uno de los presos que salían de la cárcel con el apoyo de esta organización le causa de un delito continuado de agresión sexual por el que la Fiscalía pide para él 20 años de cárcel.
En la vista, que comenzó este lunes, Santos, que durante su etapa como político hizo gala de una ideología ultraconservadora, aseguró que nunca tuvo relaciones con estos dos reos, e insistió en que no amenazó a uno de ellos con retirarle el aval que le permitía alojarse en pisos tutelados por la ONG Padre Garralda en los permisos penitenciarios.
Durante su declaración, el expolítico explicó que el preso que le acusa de siete agresiones sexuales pasaba “mañana, tarde y noche hablando con su novia" y que muchas noches no volvía al piso sin avisar. Tras unas de estas escapadas, ambos mantuvieron una discusión en la que el demandante le dijo, según su versión, que todo el mundo se iba a enterar “de quién eres”. Al día siguiente, Santos propuso retirarle el aval para las salidas de prisión y sólo un día después el preso interpuso demanda por abuso sexual.
En el segundo caso, Santos reconoció que hubo una “relación incorrecta” con el reo porque existía “afecto mutuo” y se acabó mezclando la vida personal y la profesional. A este segundo demandante, de nacionalidad marroquí, lo invitó a quedarse en su casa donde, dijo, durmieron cada uno en un dormitorio. Pese a la existencia de whatsapp subidos de tono, el acusado dijo que hubo “insinuaciones” por ambas partes, pero que nunca llegaron a concretarse.
En esta primera sesión del juicio también ha declarado una trabajadora social en calidad de testigo, que ha corroborado que Santos tenía “mucho poder” y ha relatado como el primero de los denunciantes le contó entre nervioso y avergonzado que había sido objeto de abusos.
HASTA 94 AÑOS DE CÁRCEL
La Fiscalía pide 20 años de cárcel para De Santos, 15 por un delito de agresión sexual continuada a uno de los reclusos y otros cinco por otra agresión sexual a un segundo. Una de las acusaciones particulares eleva su petición a 94 años de cárcel. De Santos fue contratado en Horizontes Abiertos, ONG próxima al PP, pese a sus antecedentes por delitos sexuales.
Santos llegó a Horizontes Abiertos en 2015, poco después de salir de la cárcel en tercer grado. Había pasado cinco años en prisión por abusar de dos menores, amigos de sus hijos, y por gastarse 50.000 euros del Ayuntamiento de Palma en cocaína y prostitución masculina mientras hacía gala de una ideología ultracatólica.
La Fiscalía Provincial de Madrid solicita esta pena por abusar sexualmente de dos reclusos a los que había conseguido alojamiento para que disfrutaran de sus permisos carcelarios y a quienes amenazó con retirarles el aval necesario para salir unos días del centro penitenciario donde cumplían condena si no satisfacían sus instintos carnales.
SECUELAS PSICOLÓGICAS
El representante del Ministerio Público le imputa un delito continuado de agresión sexual y reclama para una de las víctimas una indemnización de 30.000 euros y de otro delito de agresión sexual y 6.000 euros para el otro recluso “en concepto de secuelas psicológicas derivadas de la agresión sexual, siendo responsable civil subsidiario la Fundación Padre Garralda- Horizontes Abiertos.
El escrito de la Fiscalía recuerda que el acusado ya fue condenado en 2010 por la Audiencia Provincial de Palma de Mallorca por un delito de abuso sexual con acceso carnal a menor, a la pena de cinco años de prisión. Cumplida la condena, a partir de 2015, consiguió trabajo en la citada fundación, donde un año después comenzó a desempeñar las funciones de Coordinador del programa de reinserción social de presos llamado Programa Javier-Vida en libertad.
Su tarea consistía en avalar a los internos que carecían de arraigo familiar ante Instituciones Penitenciarias, para alojarles en las viviendas que poseía esta Fundación en Vallecas. Así, les proporcionaba un lugar donde poder residir durante los permisos penitenciarios “e incluso una vez que les era concedida la libertad condicional y la libertad definitiva”, haciéndose responsable de los internos ante la Junta de Tratamiento del Centro penitenciario.
PERMISOS PENITENCIARIOS
Según la Fiscalía, entre los meses de febrero y julio de 2017, XXX, residió durante los permisos penitenciarios por encontrarse en el segundo y tercer grado penitenciario, en las casas “Javier I” y “Javier II” sitas en Madrid.
Durante este periodo de tiempo el procesado, “prevaliéndose de su condición de coordinador del programa ‘Javier–Vida en libertad’ y bajo la amenaza de retirarle el aval por parte de la Fundación, imprescindible para poder disfrutar de los permisos penitenciarios”, obligó hasta en siete ocasiones a primero de los hombres a mantener relaciones sexuales no consentidas tal y como subraya el representante del Ministerio Público.
Las relaciones se desarrollaron siempre en el despacho que el procesado tenía en la casa ‘Javier I’, durante las noches en las que el interno pernoctaba en la vivienda durante los permisos penitenciarios.
En julio de 2017, y aprovechando que la casa ‘Javier II’ estaba vacía, el acusado se personó en la habitación del interno. Acto seguido le obligó a introducirse en el baño para tener relaciones sexuales, a lo que el recluso accedió “ante el temor de que pudiera retirarle el aval”. Esa fue la última ocasión en la que el procesado le obligó a mantener relaciones sexuales con él.
“MI CAMA ES TU CAMA”
La segunda de las víctimas comenzó a disfrutar de permisos penitenciarios en 2015 y se alojó en la casa ‘Javier I’ tras adherirse al ‘Programa Javier’ de la Fundación Padre Garralda-Horizontes abiertos. Durante su estancia, el acusado “no dejaba de realizarle insinuaciones de carácter sexual, manifestándole que si accedía a las mismas, le ayudaría con su hijo y con sus problemas de extranjería”.
También le envió varios Whatsapp donde le decía: “la verdad es que me encantaría que fueras mío”, “si fueras bisexual como yo tendrías un 100%”, “me voy a dormir , si quieres bajar a dormir a mi cama te dejo abierto… Prometo tratarte con mucho mimo y respeto, como si fueras mi hijo”, “mi casa es tu casa y mi cama es tu cama”, “que sepas que me encantaría que estuvieras aquí a mi lado para dormir abrazado a ti” y “te quiero ”, entre otros.
A mediados de febrero de 2017, Santos , “prevaliéndose de su condición de coordinador del programa ‘Javier–Vida en libertad’, le invitó a pasar la noche a su casa, a lo que consintió coaccionado por miedo a que le retiraran los permisos. Ya en el salón de la vivienda, el acusado se sentó y cogiendo de la mano trató de que le acariciara su pene mientras le daba besos en la cara y cuello. No ha quedado acreditado que los abusos llegaran a más.
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