MADRID, 19 (SERVIMEDIA)
El director de Estudios Financieros de la Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas), Santiago Carbó, afirmó este miércoles que la política fiscal del Gobierno aún es “inflacionaria”, por lo que llamó al Ejecutivo a sustituir las medidas anticrisis generales por otras “quirúrgicas” y más focalizadas en los colectivos más vulnerables, que puedan facilitar al Banco Central Europeo (BCE) replantearse la senda de subidas de los tipos de interés.
Esta fue la principal idea de la conferencia que pronunció en el Consejo General de Economistas (CGE) bajo el título de ‘La economía española ante la inflación y las turbulencias financieras’, y que fue en la misma dirección que la tomada por los bancos centrales, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
“La batalla de la inflación no ha terminado”, aseveró Carbó antes de vaticinar nuevas subidas de tipos de interés de los bancos centrales, que buscan rebajar el encarecimiento anual de los precios hasta el 2%. Este nivel es alcanzable en 2024, según Funcas, pero requiere de que la política fiscal acompañe a la monetaria.
Llegar a esas cifras pasa también por evitar “errores” como pensar que la batalla contra la inflación "está ganada", así como por una disipación de las “muchas incertidumbres” que todavía persisten y que no se pueden controlar, como son los efectos de la guerra de Ucrania sobre la economía. Sea como sea, en este contexto, “las ayudas generales probablemente no sean buena idea”.
“Es fundamental que todas las políticas luchen contra la inflación”, incidió el director de Estudios Financieros de Funcas tras subrayar que la subida de tipos y retirada de liquidez de los bancos centrales es la única acción que se está tomando, cuando es “solo una de las muchas herramientas” que se pueden aplicar.
Por ello, llamó a sustituir las medidas generales, que son “abundantes”, por otras “selectivas”. Ello ayudaría a moderar el consumo general y reducir la inflación y, por tanto, a empujar al BCE a plantearse la posibilidad de frenar en las subidas de tipos de interés. De hacerlo, reduciría a su vez la presión sobre el tejido empresarial y el riesgo de morosidad –que sigue alejado de los niveles de 2008, según Funcas–, así como sobre los colectivos más vulnerables; además de rebajar los riesgos de que se produzcan nuevas tensiones financieras.
No obstante, Carbó reconoció que la inflación es “pegajosa” como se demuestra en el índice subyacente, que “sigue al alza” y “demuestra” que el encarecimiento de los precios “no se irá tan deprisa”.
EUROZONA, PREPARADA PERO NO “INMUNE”
Respecto a las tensiones financieras, Carbó subrayó que “históricamente” las subidas de tipos vienen aparejadas de inestabilidad en el sector bancario, y auguró que el BCE priorizará la inflación sobre la coyuntura financiera, al menos en estos momentos.
Ante la posibilidad de una crisis financiera, indicó que en la eurozona y España los riesgos “están más controlados” que en Estados Unidos, donde se ha reducido la regulación y supervisión sobre los bancos medianos, aunque no sobre las 12 entidades más grandes, que siguen en un “entorno muy seguro” a ojos de Funcas.
No obstante, Carbó advirtió de que España y Europa no son “inmunes” ante un posible ‘shock’ al otro lado del Atlántico por su interconexión con la banca norteamericana, aunque sí reconoció que “las barreras de defensa” son “importantes”.
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