MADRID, 10 (SERVIMEDIA)
La directora de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Beatriz Domínguez-Gil, aseguró que, entre las líneas de investigación, “se evalúa la regeneración de los órganos de donantes de edad avanzada” gracias a los nuevos sistemas de preservación antes de realizar un trasplante, así como hacer posible la donación de personas con VIH o cáncer de alto grado del sistema nervioso central.
Así lo manifestó en una entrevista en la agencia de noticias Servimedia y en la que remarcó que el perfil del donante en España, a diferencia de Estados Unidos, es el de una persona de edad avanzada o muy avanzada que fallece por causas naturales.
“Esto dice mucho de este país y de nuestra sociedad, ya que tenemos un sistema sanitario potente y medidas para prevenir la mortalidad evitable a priori”, subrayó, pero “esto hace las cosas difíciles para el trasplante porque tenemos un potencial donante complejo”.
Por ello, “con los órganos procedentes de donantes de edad avanzada o muy avanzada, quizá podamos con las nuevos sistemas de preservación, poder evaluar, validar e incluso tratar y regenerar antes del trasplante”.
Por supuesto, aclaró, "si en el futuro pudiéramos combinarlo con el tratamiento con células madre, por ejemplo, o con ciertos fármacos que puedan revertir la senescencia celular o envejecimiento celular, quizá podríamos recuperar estos órganos”.
CASOS CONTRAINDICADOS
Otra de las líneas de investigación de la ONT se dirige al análisis de aquellos casos considerados, hasta ahora, como contraindicados para la donación y que “podrá ser otra línea de crecimiento”, aseguró Domínguez-Gil.
Por ejemplo, explicó, “hace unos años, la infección por el virus de la hepatitis C no era una contraindicación absoluta, pero esos órganos solamente se trasplantaban en pacientes que también están infectados por este virus”.
Sin embargo, en los últimos años aparecieron los antivirales de acción directa y así “se cambia de forma radical la historia natural de esta enfermedad y cambia nuestra política para utilizar estos órganos. Ahora también se trasplantan en pacientes no infectados de forma exitosa y segura”.
Del mismo modo, señaló la directora de la ONT, “hay otra línea de crecimiento con la donación de aquellos pacientes que fallecen por tumores de alto grado del sistema nervioso central. Cada año hay unas 3.000 personas que mueren por este tipo de tumores que pueden ser muy agresivos y que tradicionalmente se creía que podrían transmitir esta enfermedad al paciente trasplantado”.
ÓRGANOS VITALES
“Ahora sabemos que con protocolos específicos de trabajo se puede reducir de forma sustancial esa posibilidad de transmisión y utilizar órganos que pueden ser absolutamente vitales, sobre todo para pacientes en lista de espera para un corazón o un hígado de manera urgente”, agregó.
Igualmente, Domínguez-Gil remarcó que “una asignatura que tenemos pendiente en España es el trasplante de órganos de donantes infectados por el VIH en receptores también infectados. Tenemos una orden ministerial desde el año 1987 que prohíbe la utilización de sustancias procedentes de personas infectadas en España”. De todas formas, en los últimos años se ha llevado a cabo una evaluación sobre la seguridad de utilizar estos órganos.
Por otro lado, Beatriz Domínguez-Gil destacó la nueva normativa sobre sustancias de origen humano. “Este reglamento pretende derogar unas directivas previas y tiene sello español, ya que se preparó para su adopción en la Presidencia Española de la Unión Europea”.
MICROBIOTA
Esta normativa pretende garantizar la calidad y la seguridad de las sustancias de origen humano para uso clínico. Por lo tanto, explicó, “establece cómo se tiene que realizar todo el proceso de evaluación y selección de donantes, entre otros”.
De este reglamento quedan excluidos, de momento, los órganos porque tienen su propia directiva europea del año 2010. En cambio, “quedan incluidos la sangre y sus componentes, los tejidos, las células reproductoras y no reproductoras y otras sustancias de origen humano que hasta el momento no estaban reguladas en el ámbito europeo como la leche materna y la microbiota”.
En el caso de esta última, “tenemos evidencia de que el trasplante de microbiota es efectivo en el tratamiento de una infección intestinal muy concreta causada por ‘Clostridium difficile’ que muchas veces se desarrolla en personas sometidas a determinados tratamientos en el ámbito hospitalario y que cuando no responden a la terapia convencional, el trasplante de microbiota se convierte en una opción terapéutica”.
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