El Homo sapiens sobrevivió con protector solar, ropa y cuevas hace 41.000 años

MADRID, 16 (SERVIMEDIA)

El protector solar, la ropa a medida y el uso de cuevas pudieron haber ayudado al Homo sapiens durante el desplazamiento del polo norte magnético hacia Europa hace unos 41.000 años.

Estas 'tecnologías' podrían haber protegido al Homo sapiens que vivía en Europa de la radiación solar dañina. Los neandertales, en cambio, parecen haber carecido de ellas y desaparecieron hace unos 40.000 años.

Así se desprende de un estudio realizado por investigadores de Estados Unidos, Finlandia y Reino Unido, y publicado este miércoles en la revista 'Science Advances'.

El polo norte magnético se desplaza con el tiempo y es el lugar donde señalan las brújulas imantadas, mientras que el Polo Norte geográfico resulta ser un punto fijo. Actualmente, ambos están separados por alrededor de 1.600 kilómetros.

De hecho, el polo norte magnético se ha desplazado unas 180 veces a lo largo de la historia geológica de la Tierra, con lo que se trata de un proceso natural. Hace unos 41.000 años se movió hacia Europa cuando los polos del campo magnético comenzaron a invertir sus posiciones. Entonces, el campo magnético se debilitó, lo que provocó la aparición de auroras en la mayor parte del planeta y permitió la entrada de luz ultravioleta más dañina desde el espacio.

Casi al mismo tiempo, el Homo sapiens parece haber comenzado a confeccionar ropa a medida y a usar frecuentemente ocre, un mineral con propiedades protectoras del sol al aplicarse sobre la piel. Estos comportamientos podrían haber contribuido a su expansión por Europa y Asia en una época en la que la población neandertal estaba en declive.

"En el estudio, combinamos todas las regiones donde el campo magnético no habría estado conectado, permitiendo que la radiación cósmica o cualquier tipo de partículas energéticas del sol se filtrara hasta el suelo", según Agnit Mukhopadhyay, investigador en ciencias climáticas y espaciales e ingeniería de la Universidad de Michigan (Estados Unidos).

Mukhopadhyay añade: "Descubrimos que muchas de esas regiones coinciden bastante con la actividad humana temprana de hace 41.000 años, concretamente con un aumento en el uso de cuevas y de protector solar prehistórico".

AURORAS

El campo magnético de la Tierra se crea por su rotación y, por extensión, por la rotación de su núcleo. El núcleo, compuesto de hierro fundido, genera corrientes eléctricas que se extienden formando un halo alrededor del globo.

Este halo ayuda a proteger la Tierra de la radiación cósmica, la sustancia que debilita la capa de ozono terrestre y permite la entrada de más luz ultravioleta. La interacción de estas partículas con el campo magnético terrestre también produce auroras.

El Sol expulsa continuamente gases calientes y partículas cargadas hacia la Tierra, las cuales, debido a sus altísimas temperaturas, actúan como un sistema de plasma. Mukhopadhyay desarrolló un modelo que predice cómo este sistema de plasma interactúa con el campo magnético terrestre, impulsando en última instancia la formación de la aurora.

Este campo magnético tiene una orientación norte y sur. Esa es la razón por la que normalmente solo se ven auroras en ambos polos, donde los campos magnéticos son más intensos.

Sin embargo, estos polos se han desviado ocasionalmente de sus posiciones geográficas tradicionales a lo largo de la historia. Estas se denominan "excursiones geomagnéticas", según Mukhopadhyay. El evento más reciente fue la 'excursión de Laschamps' y ocurrió hace unos 41.000 años.

En colaboración con Sanja Panovska, investigadora del Centro de Geociencias GFZ Helmholtz (Alemania), Mukhopadhyay creó una reconstrucción 3D del sistema geoespacial terrestre.

Para ello, combinaron tres modelos: uno global que reconstruye el campo geomagnético durante la excursión de Laschamps, otro del entorno de plasma espacial alrededor de la Tierra y otro que predijo el aspecto de la aurora terrestre en ese momento. El modelo 3D resultante mostró dónde las partículas cargadas pudieron atravesar el campo geomagnético terrestre.

Los investigadores descubrieron que, durante la excursión a Laschamps, el campo magnético terrestre se redujo a aproximadamente un 10% de su intensidad actual. Esto permitió que los polos magnéticos terrestres se redujeran cerca del ecuador y que las líneas de su campo magnético se expandieran. Ello también habría permitido observar auroras en toda Europa y el norte de África.

Los investigadores luego colocaron su mapa 3D del sistema espacial de la Tierra sobre el mundo y descubrieron que el periodo de tiempo de la excursión de Laschamps coincidió con periodos de cambio para los grupos de humanos que vivían en el planeta.

VESTIMENTA

Los neandertales y el Homo sapiens coexistieron en Europa. Este último, que era un humano anatómicamente moderno, llegó hace unos 56.000 años, según Raven Garvey, profesora asociada de antropología de la Universidad de Michigan. Hace unos 40.000 años, los neandertales ya no se identificaban como especie en Europa.

"Cuáles son algunas de las diferencias entre estas especies, entre los neandertales y los humanos anatómicamente modernos, que podrían explicar esa desaparición ha sido una pregunta antropológica importante durante décadas", apunta Garvey.

La ropa podría haber sido un factor contribuyente, según esta investigadora. Se han descubierto medios tecnológicos para producir ropa ajustada al cuerpo en yacimientos arqueológicos asociados con humanos anatómicamente modernos, pero no necesariamente con neandertales.

Sin embargo, los arqueólogos han encontrado en yacimientos asociados con humanos anatómicamente modernos no solo raspadores utilizados en la producción de piel, sino también agujas y punzones, artículos relacionados con la costura.

Según Garvey, la ropa a medida tiene una doble ventaja: era significativamente más cálida y, gracias a ello, las personas podían alejarse más de sus hogares y refugios en busca de alimento. La vestimenta a medida también podría haber proporcionado otro beneficio no deseado: protección contra el daño solar.

RADIACIÓN SOLAR

La radiación solar tiene múltiples efectos perjudiciales, incluidas patologías oculares y disminución del folato (que puede provocar defectos congénitos y un aumento de la mortalidad infantil), por lo que "tener protección contra la radiación solar también habría conferido una ventaja significativa a quien la poseyera", recalca Garvey.

Es posible que el Homo sapiens también haya incrementado el uso del ocre, un pigmento natural compuesto de óxido de hierro, arcilla y sílice, que ha sido utilizado por muchas especies de homínidos durante mucho tiempo. Se empleaba para pintar objetos, paredes de cuevas e incluso para decorar el cuerpo.

"Se han realizado algunas pruebas experimentales que demuestran que tiene propiedades similares a las de un protector solar. Es un protector solar bastante efectivo y también existen poblaciones etnográficas que lo han usado principalmente con ese fin", indica Garvey, quien añade: "Su creciente producción y su asociación principalmente con humanos anatómicamente modernos (durante la época de Laschamps) también sugieren que la gente lo usaba con este fin".