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Ángel Alonso Pachón
Ángel Alonso Pachón nació en Valladolid el mes de diciembre de 1942. Estudió con los Marianistas y con ellos, allá por los años 60-70, comenzó su trabajo como profesor de Letras, a la vez que de Latín y Griego en el colegio Santa María del Pilar (Madrid). Posteriormente colabora con la editorial Santillana en la edición de su primer diccionario de lengua española adaptado a Sudamérica. Realiza estudios de Derecho Tributario en AFIGE. Tiene la satisfacción de haber tenido como alumnos a personas, hoy profesionales de la Justicia, Notarios, Registradores, profesores de Lenguas Clásicas y abogados. Tiene el honor, y siempre el agradecimiento, de ser parte de la primera promoción del Instituto Nacional de Educación Física, José María Cagigal. Una vida llena de compromisos personales con la educación y la juventud. Ha pertenecido al foro de Madrid Tercer Milenio, centro cultural y de debate. |
Creo en la existencia de un ser, naturaleza pura llena belleza expandible. Creo en la existencia de una vida, pletórica de fe en su origen lleno de bondad. Creo en la existencia del hombre, creyente en sus dioses, motivo de vida. Creo en una naturalez ejemplo de fecundidad sin egoísmos. Creo, también, por desgracia, que la FE de todos nosotros está desorientada.
Hay silencios, otros los llaman escondites, que envían mensajes rodeados de ignorancia histórica, de ignorancia moral, de falsedades impropias de personas con responsabilidad de Estado. ¡Es una pena, entrometerse y además mal, señor Zapatero! ¡Es terriblemente asqueroso escupir realidades, buenas o malas, en vez de DIALOGAR, señor Pedro Sánchez!
Es un pequeño placer poder remitirle unos cuantos retazos de mi infancia de los años 40. La guerra civil, COMO USTED SABE o COMO SE LA DEBERÍAN HABER ENSEÑADO, (usted nació en 1972), había llegado a su fin con las consecuencias, siempre previsibles, de una tragedia familiar. Todos siguen considerándose “propietarios de unas realidades históricas multicolores”.
Dentro de muy pocos días, el 26 de abril, recordaremos a nuestro querido “Hermano Rafael”, San Rafael Arnaiz Barón, hermano trapense del monasterio de Dueñas (Palencia), nacido el año 1911 y fallecido a los 27 años. Fue beatificado el año 1992 por San Juan Pablo II y Canonizado el 11 de octubre de 2009, por Benedicto XVI.
Como el mundo camina a la velocidad de la inteligencia ¿cómo podremos conocer las realidades que han transformado la sociedad global?... ¿A través de los historiadores?... ¿qué características deben tener dichos historiadores?... La mejor manera de conseguir un idea equivocada de la historia es cogiendo un libro en vez de seleccionar una persona.
La gran verdad de la era Sanchista: la MUERTE DEL PSOE tenía un precio; la MUERTE DEL ESPÍRITU SOCIALISTA tenía un precio; la MUERTE DE LAS AUTÉNTICAS CONCIENCIAS DE IZQUIERDA tenía un precio; la MUERTE DE LAS PERSONAS FALSIFICADAS tenía un precio; la MUERTE DE LA DEFENSA DE LA JUSTICIA EN LIBERTAD tenía un precio; la MUERTE DEL INDIVIDUO tenía un precio..., la MUERTE DE DIOS TAMBIEN TUVO UN PRECIO.
Aquel día era especial. Despedíamos a Luis, amigo íntimo desde la infancia. Hacía tiempo que solía repetir insistentemente “estoy en la raya del más allá”; cualquier día de estos, cansado y “cansando” a alguien en quien yo creo y que otros llaman duda,me dará un empujoncito y caeré suavemente al otro lado de la tapia.
Estoy arrepintiéndome de votar, arrepintiéndome de leer páginas de opinión política en la prensa, arrepintiéndome de acudir a manifestaciones manipuladas, arrepintiéndome de ver noticiarios de televisión y, mucho más, tertulias generalistas con tertulianos mediocres.
El siglo XX y lo que va del XXI están consiguiendo, pero en sentido contrario, lo que nos trajo el final del siglo XIX, la humanización del trabajo y los reconocimientos de los derechos que todos traemos al nacer. ¿Qué es, pues? ¿Qué debemos vigilar? Nos están enseñando a cambiar conceptos, como, por ejemplo política y moral o creencias personales. Peor, algunos, nos quieren obligar a cambiar.
Las primeras lágrimas llegaron a París. Mi hijo lloraba su retraso al trabajo. El fallo de un despertador le salvó. Su madre y yo lo abrazamos desde la distancia. Su pequeña habitación y un silencio sin respuestas le acompañaron en Madrid. Después de 20 años muchas personas humildes, en el silencio de la noche, siguen preguntándose: ¿Por qué?
Como no soy técnico, ni jurista, ni intelectual estudioso sino, simplemente, una persona de a pie que tiene conocimientos básicos, intereses básicos, moralina social alta y compromiso personal creo que aceptable, me atrevo a preguntar en voz alta: ¿Por qué se permite y no se rebate, con rotundidad, cualquier comentario sobre los temas “en cartera”, simples borradores en manos de las partes implicadas?
Sinceramente, no creo que ayer, 7 de marzo de 2024, la Comisión de Justicia del Parlamento nos llevara a todos de procesión tras un cadáver de nombre España. Ayer fue un día nublado, con mucha lluvia, pero el agua limpia; ésta que viene de los alrededores de Marruecos con adornos de Waterloo, puede que ensucie un poco, pero no más allá de lo que ya sabíamos.
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