| ||||||||||||||||||||||
El espejismo maño, en su último aliento de garra, evitó que los jóvenes blancos tuvieran más minutos en lo que supuso la decimosegunda victoria consecutiva del Real Madrid sobre el Zaragoza en Madrid.
La Real Sociedad resultó un oponente con un mayor argumento, en lo anímico y en lo futbolístico.
Campazzo impulsó al Real Madrid con su acierto (3 triples) y dirección (3 asistencia) con capacidad de mover ágilmente el juego; Henry se echó al Baskonia en su espalda y remó contra viento y marea hasta situarlo lo más arriba en el marcador.
“Es mi historia, pero podría ser la de muchas otras personas, y este espectáculo va más allá de todo lo que el público va a ver; queremos que salgan con algo aprendido, que se lleven una enseñanza de vida: la lucha, el trabajo diario, la constancia”, explica Javi Fernández para poner en contexto el espectáculo que se verán en Madrid.
Más al comienzo que al final, donde el tiempo y la necesidad de imponerse agobiaron al Real Madrid.
Esas sensaciones se mantenían en el ambiente; especialmente esa sensación de que el Real Madrid aceleraría en cuanto considerase el momento idóneo.
Era uno de los Real Madrid más corales que se recuerdan en el Bernabéu.
El Real Madrid sobrevivió a Sergio Ramos. A base de trabajo y paciencia, de remangarse en una noche de temperaturas frías, y ante una notable e infértil Real Sociedad. El capitán marcó el inicio con un despropósito de considerable tamaño. Su obsequio en forma de gol obligó al Real Madrid a remontar con goles de Benzema y Valverde, en sendas acciones aisladas y con sendas asistencias de Modric.
De poder a poder; de la inmejorable defensa y puntería del Real Madrid a un Barcelona más fajador y sustentado en sus secundarios y en el acierto desde el perímetro.
El Santiago Bernabéu, en su competición estrella, en una cita de Champions League, comprobó que tiene un diamante en Rodrygo.
Fue un Real Madrid centrado en defensa; un Real Madrid sin administrar fuerzas en la presión, tan asfixiante como ordenada; un Real Madrid muy ofensivo, con desbordes en bandas y muy asociativo entre todas sus líneas; un Real Madrid veloz en el toque del esférico; un Real Madrid con todo su arsenal de cara a portería (sus dos primeros disparos acabaron en la red); un Real Madrid, en definitiva, muy completo.
|