| ||||||||||||||||||||||
Hoy quisiera invitarlos a reflexionar sobre la resiliencia, entendida como la capacidad de sobreponernos a las adversidades. Este poder ha sido objeto de la reflexión filosófica desde la antigüedad, ya que el ser humano siempre ha estado marcado por el sufrimiento, el dolor y las dificultades recurrentes.
No hay ser humano sobre la tierra que recuerde el profundo silencio que nos envuelve durante los meses de gestación en el seno materno y en los que además de alimentar nuestro cuerpo e incluso moldear nuestro espíritu, nos prepara para iniciar nuestra existencia individual cuando lo abandonamos.
Los sentimientos que vayamos experimentando fluctuarán según vayan pasando los años, porque es imposible aprobar a la primera, aunque habrá casos, pero no es lo común. Empezaremos con muchas ganas, puesto que al principio no existe desgaste y sí muchas ganas de aprender y avanzar temario, pero, según vaya pasando el tiempo, el agobio y el miedo al fracaso aparecerán.
Hace unos días se perdió una hermosa perra negra de ojos azules que, aunque con dueño, se dejaba mimar por mi hermana y yo. Se llamaba o llama Huesita y era de carácter muy dulce, algo retraída y muy especial. El ánimo se me vino muy abajo, pregunté al propietario de una casa rosada abandonada que estaba cerca de dónde vivía Huesita y me dijo que dentro no pudo quedarse encerrada porque les robaran todas las ventanas y puertas interiores.
Cuando todo parece moverse en la perspectiva de la muerte, con todo tipo de tropelías y desapariciones forzadas, reivindico otros itinerarios de renovación personal que nos devuelvan a otros espacios menos tóxicos, para propiciar vínculos que nos fraternicen, y así rebajar las tensiones sociales, fortaleciendo un espíritu conjunto.
El mañana tiene necesidad de aires nuevos. Nada está predeterminado, todo se puede modificar. Si el cultivo del arte nos pone alas creativas, también las letras como las ciencias son una herramienta muy valiosa para comprender el mundo que nos rodea.
A lo largo de los últimos dos años la cosa empezó con el Covid, siguió con la Filomena, continuó con los incendios de Sierra Bermeja, hizo eclosión con el volcán de la Palma y ha rematado con la guerra en Ucrania. Menudo par de añitos. La buena noticia de hoy la baso en la tremenda capacidad de los seres humanos para afrontar las dificultades.
“Hoy no estamos de humor, mañana tampoco”. Esta frase puede resumir el estado actual en que se encuentran muchas personas por la presencia del Covid-19 que ya dura demasiado tiempo. El persistente malhumor se manifiesta claramente en las relaciones personales y que se ha intensificado debido a que la pandemia nos presenta un futuro incierto y haber cambiado nuestro estilo de vida.
|