Seúl en respuesta al traslado de Corea del Norte de varios misiles ha enviado un destructor Aegis capaz de rastrear cientos de objetivos a unos 1.000 kilómetros de distancia, en la costa occidental y oriental del país.

El Gobierno de Kim Jong Un ha informado a Corea del Sur que prohibirá la entrada de trabajadores surcoreanos a Kaesong, pero permitirá volver al país a los que ya se encuentran allí.

Después de rastrear durante horas la zona de la valla fronteriza con Corea del Norte, los militares surcoreanos no han detectado signos de intrusión desde Pyongyang.

Los ejercicios se han llevado a cabo con fuego real y el objetivo era comprobar la capacidad para destruir los cuarteles del Ejército y de la Infantería de Marina de Corea del Sur en las islas de Baengnyeong y Yeonpyeong.

Pyongyang ha acusado a Washington de utilizar maniobras militares junto con Corea del Sur y ha amenazado con efectuar nuevos ensayos balísticos nucleares en respuesta a las posibles sanciones de la ONU.

La reacción se produce un día después de que el Ejército norcoreano amenazara con anular el armisticio de 1953 en represalia por las maniobras militares de Seúl y Washington, previstas para la próxima semana.

Ambos presidentes se enzarzaron en una discusión sobre el conflicto por la soberanía de las islas Malvinas en los márgenes de la cumbre del G-20.

Tradicionalmente, Israel  ha considerado como sus principales enemigos en el Medio Oriente a sus vecinos o a otros países árabes,  pero tras la caída de los panarabistas de Hussein y Gadafi, se ha reafirmado Irán como su mayor peligro.

La presencia de la religión en las Fuerzas de Defensa de Israel es cada vez más pronunciada y hay quien desobedece las órdenes de sus altos mandos para cumplir las órdenes de Dios.