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El mayor retroceso como especie pensante, radica en empedrar el corazón de indiferencia hacia el análogo, con lo que este ambiente sobrelleva de inhumanidad y de riesgo permanente de deshumanizarnos. Por si fuera poca la desolación, estamos viviendo fenómenos climáticos intensos, contiendas permanentes; hasta el extremo de reconocer, que la violencia no cesa por doquier lugar del mundo.
La cultura del diálogo y la fraternidad entre los representantes de las diferentes religiones nunca será un hecho, es un desafío utópico, ya que las diferencias entre ellas son abismales. Las armas y la violencia son la vida de alguna que otra religión.
Rendirse tampoco es una opción. Por ello, quiero hoy unir mi voz a los sin voz, poner el oído en la buena sintonía y en la buena orientación a la hora de caminar, para proclamar por todos los horizontes, que la violencia es inaceptable como solución a los problemas. Existen medios no violentos para resolver conflictos, como pueden ser el diálogo, la mediación o el mismo arbitraje.
Nave 73 acoge el estreno de Mudando la Herencia, una obra escrita y dirigida por Lidia Guillem que plantea una reflexión en torno a lo que recibimos como herencia y lo que hacemos con ella. Se podrá ver los días 12, 13 y 14 de septiembre dentro de la VIII Muestra de Nueva Creación Escénica – IMPARABLES.
“No vemos unos datos tan graves de prevalencia de desnutrición aguda en niños y niñas desde que se declaró hambruna en Somalia en 2011”, afirma la responsable de Operaciones en África de Acción contra el Hambre, Paloma Martín de Miguel. La última encuesta de seguimiento y evaluación de desnutrición (SMART, por sus siglas en inglés) revela datos alarmantes: la prevalencia de desnutrición infantil en Malí supera con creces los umbrales críticos establecidos por la OMS.
El efecto del calor sobre la comunicación interpersonal se hace evidente en la actual estación veraniega, con más discusiones y más irritabilidad, con el consiguiente deterioro de las relaciones de pareja y en familia, en la relación padres hijos, y en el ámbito social y profesional. El experto en comunicación social y técnicas de la expresión y el lenguaje Julio García Gómez propone unas pautas y ofrece unos consejos para sobrevivir a la “fiebre” del verano.
La mediación familiar es un proceso voluntario y confidencial en el que un mediador imparcial facilita la comunicación entre las partes involucradas en un conflicto como divorcios, custodia de hijos, herencias o disputas patrimoniales. El objetivo principal es llegar a acuerdos mutuamente aceptables y beneficiosos para todas las partes, evitando así la confrontación y el litigio en los tribunales.
El mundo arde en mil conflictos. Cuesta entenderse y entendernos, vamos de fracaso en fracaso, porque el mal que causa es continuo. Lamentablemente, con el aluvión de enfrentamientos, también aumenta el uso de la tortura y otras formas de trato inhumano. Desde luego, no hay pretexto para recurrir a esta atmósfera salvaje, que nos está dejando en la cuneta de la destrucción.
Los desplazamientos forzosos, tanto dentro de los países como internacionalmente, han alcanzado niveles históricos, llegando a 120 millones de personas el pasado mayo, según cifras reveladas esta semana por la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
En las zonas más volátiles del planeta, donde los conflictos armados se convierten en el pan de cada día, la labor periodística se enfrenta a riesgos que van más allá de la simple represión verbal o política. Los periodistas en zonas de conflicto se enfrentan a amenazas, secuestros y, en los peores casos, la muerte, mientras intentan llevar la verdad al resto del mundo.
El autor cree que lo que está sucediendo entre los talibanes y el ejército paquistaní es un juego de inteligencia, una nueva táctica y un truco hábil; de modo que el juego existente pueda resumirse en la existencia de los talibanes e Islamabad pueda obtener de ello el beneficio calculado.
Una sociedad inclusiva es una sociedad resistente. Por eso, tenemos que elegir entre un mundo fragmentado y dividido, frente a otro que es la antítesis, caracterizado por su espíritu hermanado y cooperante, en el que se aprovechan las oportunidades para forjar un ambiente de unión y unidad.
Albert Einstein le pregunta a Sigmund Freud acerca de la posibilidad de evitar a la humanidad los estragos de la guerra y, acaso, de prevenir el tema bélico futuro mediante la ajustada intervención de la Liga de las Naciones, creada en 1919 por el Tratado de Versalles -antecedente de la Organización de las Naciones Unidas-. Transcurre 1932 en Potsdam y en Viena, y el científico invita al psicoanalista a debatir sobre el temario de la guerra.
World Vision publica hoy un informe, antes del comienzo de la COP 28, que revela las opiniones de las personas que viven en regiones que ya sufren los efectos del cambio climático, sobre los vínculos entre los conflictos, el hambre y los desplazamientos y el cambio climático. Los datos, procedentes de comunidades de nueve países de ingresos bajos y medios, muestran que el 86% de sus habitantes ya están experimentando una amplia variedad de peligros climáticos.
Cada día encontramos más itinerarios sombríos, sin orden ni concierto entre sus moradores; muchos de ellos dominados por la pereza, para hacer frente a un panorama mundial verdaderamente desolador, que sufre contiendas absurdas y trances horrorosos. Por eso, creo que urge la acción ciudadana, con esa aportación ética y diligente en la actividad, la laboriosidad en las instituciones, cuya tarea ha de ser ejemplarizante siempre.
El mundo es diverso en todo, empezando porque cada ser es único y cada horizonte singular, pero al fin todo se complementa, por lo que se requiere unidad y armónica atmósfera. Por ello, es fundamental que cesen los conflictos, que la intransigencia deje de envenenar las instituciones, las estructuras sociales y la vida cotidiana en las sociedades.
El persistente aluvión de conflictos, que a veces tienen su origen hasta en nuestro propio hogar, nos moviliza como jamás. La realidad cambia por momentos, y lo que ayer era un compromiso para la construcción de un futuro más acorde con los derechos humanos, hoy ya es pasado y se ha demolido más que edificado.
La guerra no es un experimento, su parto es doloroso para todos, porque todo sube y nada baja. El capitalismo rentista del petróleo, y el del comercio internacional de toda índole, viene en descenso. La economía no es circular, es lineal, pero tiene sus detractores que la hacen retroceder. Qué barbaridad “EE.UU., OTAN., Reino Unido y otros más”. Estos imperios no entienden la inmensa maldad que le están ocasionado al mundo y a ellos mismos, incluyendo a sus pueblos.
De lo que pasa por el mundo solo conocemos lo que nos quieran contar los medios de difusión y propaganda del régimen, las cadenas de TVE y las de titularidad privada, pero con subvención pública, han ido enlazando durante meses sucesos puntuales como el volcán de La Palma o el recuerdo permanente de la pandemia del COVID, con sus cifras de contagiados, hospitalizados y fallecidos.
Alrededor del 20% de la población que vive en entornos donde ha sucedido un conflicto belíco reciente presentan depresión, trastorno de ansiedad, trastorno de estrés postraumático, trastorno bipolar o esquizofrenia, según un estudio publicado en ‘The Lancet’ del que se hace eco la confederación Salud Mental España.
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