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Tras el castigo asimétrico infligido por Israel, toda la infraestructura básica, escuelas, mezquitas, hospitales y el 80% de los edificios de Gaza habrían sido arrasados por los bombardeos sistemáticos de la aviación con el resultado de cerca de 17000 víctimas civiles palestinas, (7000 de ellos serían niños) y varios miles más enterrados entre los escombros.
Las estrategias políticas de Estados Unidos en relación con Rusia han experimentado fluctuaciones y cambios significativos a lo largo de los años, influenciadas por factores geopolíticos, cambios en el liderazgo y acontecimientos internacionales. El recién fallecido Kissinger, que fue Secretario de Estado en USA, habla con mucha claridad de la doctrina de la contención y como se ganó contra URSS por el espíritu americano a pesar de las distintas opiniones.
La relación entre Occidente y los países de Oriente próximo y medio ha sido conflictiva, de modo parecido a lo que durante la Guerra Fría fue entre la OTAN y la URSS. Ahora que el conflicto con la nueva Rusia de Putin con pretensiones expansionistas ha quedado limitado a un 'impasse', reaparece el conflicto con algunos países islámicos, a partir del problema de Gaza.
Se habla de un “choque de civilizaciones” entre Islam y Occidente. Desde finales del siglo pasado, hemos visto crecer los conflictos con países islámicos: Irak, Libia, pero no nos mostraban los motivos económicos que estaban detrás de esas guerras: ¿no serían guerras que tenían oscuros motivos financieros? Ahora mismo hay más de 40 guerras activas en el mundo, pero en sitios donde no hay esos grandes intereses económicos, no se nos presenta como una injusticia.
Para nadie es un secreto que el militarismo y el deseo de enriquecerse y seguir siendo rico es la característica del mundo capitalista actual. No citaré a pensadores ostensiblemente anticapitalistas, porque existen muchas dudas sobre la naturaleza de esas personas. Por eso, lo que escribo en este artículo son experiencias que presenciamos todos los días, pero no les prestamos atención.
Como mucho, esperamos a que las comenten desde el canal que se encuentra más acorde con nuestras ideas políticas. Pronto acabamos olvidándonos del fondo de la cuestión. Una “bronca más, distinta y distante”. Se trata de otro problema lejano que apenas nos atañe. Como lo de Ucrania, que poco a poco vamos olvidando. O el desgraciado accidente de un joven achicharrado en un tren, o… Tantas cosas que apenas nos conmueven hasta que aparece la siguiente.
Hemos vivido décadas flotando sobre una política aparentemente estática. Flotando en el sentido de que no tocábamos el suelo de la realidad (deuda mundial que se multiplica por horas, guerras). La brújula del pensamiento sólo marcaba dos direcciones, izquierda y derecha, sin atender a otras coordenadas.
Si bien lo que estamos viviendo en estos momentos globales de conflictos de extrema gravedad y no menos riesgo y si tenemos en cuenta que la defensa y la seguridad internacional forma parte de una complicada estabilidad dentro del sistema internacional. Una realidad no ajena a las guerras, conflictos que se están desarrollando en la actualidad en el mundo.
En las actuales interacciones globales entre potencias y cuasi potencias, el significado de las alianzas ha cambiado por completo. La situación ha llegado a ser tal que no existe ninguna alianza entre las potencias globales y regionales y los actores independientes que tienen la capacidad de establecer roles en las interacciones, y las alianzas temporales con deshonestidad y trucos entre jugadores influyentes son una costumbre.
El 19 de septiembre, el sonido de las bombas recordaba la vigencia de un conflicto que el mundo parecía empeñado en olvidar. Fue entonces cuando el ejército azerí volvía a lanzar un ataque masivo contra Nagorno Karabaj. Se trata de una república autoproclamada dentro de Azerbaiyán habitada por una mayoría armenia que persigue su independencia desde la disolución de la Unión Soviética, en 1991.
Obviamente el compositor, director de orquesta, poeta, ensayista y dramaturgo Richard Wagner (Leipzig, 1813-1883) no estuvo en Níger. Que se sepa, en la actualidad, no hay ningún nigerino apellidado Wagner (distinto gentilicio en Nigeria, nigeriano). Según fuentes en internet, los países con más Wagner en el mundo serían Alemania, Estados Unidos, Austria, Brasil y Francia. Según el Instituto Nacional de Estadística, en España habría 664 personas con Wagner de primer apellido y 313 de segundo.
315.000 violaciones graves contra menores durante 18 años de conflictos armados, incluidos asesinatos y mutilaciones, pudo registrar el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), según un comunicado emitido por la organización. Catherine Russell, directora ejecutiva de Unicef, dijo que “cualquier guerra es, en última instancia, una guerra contra los niños. La exposición al conflicto tiene efectos catastróficos que cambian sus vidas”.
Los conflictos armados son un factor clave en la inseguridad alimentaria y causantes directos del hambre padecida por 100 millones de personas en todo el mundo, según ha afirmado esta semana el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, ante el Consejo de Seguridad de la organización.
Lo que me parece más destacable de este último año de invasión de Ucrania y de guerra es que los responsables políticos de las grandes potencias hayan hecho suya una de las tres consignas que se encontraban escritas en la fachada del Ministerio de la Verdad de la novela 1984 de George Orwell: «La guerra es la paz».
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