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El fue el que dio acceso a los ciudadanos de menor categoría, que habían estado apartados del gobierno y el que estableció el sistema de remunerar con dietas a los jurados, a los miembros del Consejo y a los funcionarios designados por sorteo, consecuencia necesaria del principio según el cual las clases desheredadas debían participar en las funciones de gobierno, pues sin una compensación por el jornal que se dejaba de percibir, hubiera sido aquél un derecho ilusorio.
En Hong Kong, miles de personas tomaron las calles el jueves para conmemorar que se han cumplido seis meses desde el primer gran enfrentamiento del movimiento de protesta en favor de la democracia con la policía, cuando los manifestantes impidieron que los legisladores avanzaran en un proyecto de ley de extradición que provocó las protestas.
Estos días hay algo que me está haciendo sonreír.
¿Pero qué está pasando?
Los viñateros acostumbran a ser muy punzantes a la hora tratar situaciones de actualidad. No debe extrañarnos que sean el objeto de airadas censuras de parte de quienes se dan por aludidos por la crítica humorista. Lo mismo ocurre con las parábolas de Jesús.
Desde que fue aprobada la Constitución de 1978 creí que su título I, capítulo II, sobre los derechos y deberes fundamentales de los españoles era cierto, nos convertía en un país democrático y nos ponía a salvo de la persecución y la arbitrariedad, pero pasados cuarenta años (siempre el fatídico período de cuarenta años) compruebo con tristeza que no es verdad.
La democracia es, ante todo, una forma de organización social, una de tantas. Pero también es la más legítima y necesaria a la hora de plantear los desafíos y de convalidar logros. En efecto, el rasgo sustantivo, en cuanto contenido y calidad, es lo que define a nuestra democracia hoy. En este sentido, no puede ser ajeno a nadie el rol del ciudadano. Incluso el actual rol del ciudadano.
Recuerdo cuando en el pasado régimen una todopoderosa oficina, la Secretaría General del Movimiento, decidía cada día, de forma inapelable, lo que se podía o no publicar en aquellos periódicos que entonces eran nuestros canales de información. (También podíamos buscar de noche y a poco volumen la radio España independiente, estación pirenaica, que nos contaba historias truculentas que no comentábamos con nadie, por si acaso, podíamos tener algún disgusto)
Para solicitar algún trabajo en la administración era imprescindible presentar el oportuno certificado de adhesión al régimen, cosa que podía frustrar les esperanzas de más de uno.
Antes, señores, los duelos eran recogimiento, lloros, oraciones, canciones fúnebres, vestimentas negras, mujeres cubiertas por mantillas y velatorios en los que se susurraba, quizá para evitar que el cadáver presente se sintiera incómodo escuchando las conversaciones, en ocasiones poco edificantes, de los asistentes al velorio, lo que en voz alta ninguno de los veladores se hubiera atrevido a decir.
Llevo horas viendo desde mi ventana un camión que está mal aparcado. Está situado de tal forma que obliga a todos los demás coches a pararse y a maniobrar durante un buen rato para poder seguir circulando sin chocarse contra una pared.
Tiempo para la introspección general, para sacar conclusiones, remediar errores, solucionar problemas o al menos intentarlo, en resumen, hacer examen de conciencia y pensar no solo en uno, sino también, en todos los demás.Dicho esto, entremos en materia pues si hemos hecho los deberes durante esta semana, debemos tener las ideas más claras y salir con fuerza renovada para analizar y contribuir con un voto ponderado a la gobernabilidad futura de nuestro país.Deberíamos pensar y en cierto modo exigir que para tener acceso al voto, al igual que se hace para sacar el carnet de conducir, algo puramente mecánico pero que va acompañado de unas normas reglamentarias y básicas de tráfico para un buen funcionamiento en la conducción, se realiza un examen para determinar si está o no preparado para el manejo de vehículos sin hacer peligrar la vida ciudadana.
Ayer mismo en la Universidad Autónoma de Barcelona la candidata por el partido popular Cayetana Alvarez de Toledo fue acosada, con inusitada violencia, por un grupo de nacionalistas e independentistas en un acto organizado por “S’ha acabat”., con el objetivo de impedir su acceso al recinto: la democracia entra por la puerta principal sentenció acertadamente Cayetana.Al margen del clima de tensión que normalmente acompañan a las campañas electorales resulta especialmente alarmante que en el seno de nuestras universidades se produzcan estos actos de intolerancia y violencia antidemocrática, en la medida que constituyen un ataque directo a la libertad de expresión y de pensamiento de ciudadanos, asociaciones o grupos políticos que desempeñan sus actividades en un Estado de derecho y que desean exponer e intercambiar ideas o debatir propuestas en un clima de normalidad democrática.Resulta también paradójico y escandalosa, la hipocresía de quien como Pablo Iglesias, líder de Podemos y de la formación que ha abanderado sonados escraches a personajes públicos, como el que le practicaron a la Vicepresidenta Soraya Sainz de Santamaría o los que Rita Maestre y sus correligionarias podemitas realizaron contra la capilla de la Universidad Complutense de Madrid, diga ahora que se siente compungido por lo acontecido en Barcelona.
No son, precisamente, demasiado halagüeñas las informaciones acerca de lo que prevén las encuestas para los comicios del día 28 de este mes y, tampoco, lo que se nos anticipa con la constatación de que cada vez el orden en las calles, los controles de los delitos y delincuentes, el aumento de determinados crímenes e infracciones, especialmente contra la propiedad privada y las personas, un concepto devaluado por las insistentes y obtusas actuaciones de las administraciones en manos de la izquierda que, sin que parezca que nadie se queje con fuerza contra tamañas arbitrariedades, no dejan de ponerse, cuando les conviene, la Ley por montera para tomar decisiones, como las de la señora Colau en Barcelona, que, aparte de constituir claras intromisiones en el ámbito de la propiedad privada, comportan importantes pérdidas para ciudades como Barcelona que, debido a las prohibiciones y moratorias que afectan directamente al turismo de la ciudad, es evidente que el sector hotelero está pasando por un mal momento y, lo que todavía es peor, un descuido municipal respecto al desorden, la suciedad, la inseguridad en las calles, el aumento de los delitos de hurto y el problema de la invasión de los manteros, factores que ya están empezando a presentar factura al sector turístico de la ciudad, por mucho que se intente ocultar por la prensa catalana, que intenta disimular estas carencias cuando se está en plena campaña de propaganda independentista, para que no se pueda decir que Cataluña se ha convertido en un refugio de malhechores, punkies y okupas.Sin embargo, es preciso que seamos capaces de mantener en pie lo que siempre ha sido característica de la derecha: la cordura y el saber sobreponerse a la adversidad sin desfallecer en el intento de superar las pruebas que se nos pongan delante.
Creo que la protección más importante que podemos darnos como ciudadanos en democracia es ampararnos en esos movimientos y la que nos podrían dar desde la dirigencia es ofrecernos una alternativa de crecimiento social y democrático.
Por supuesto estaban equivocados.Desde entonces, toda esta masa, o lo que queda de ella, y aquellos que siguen pensando en una época de nuestra historia en la que era impensable que se produjeran situaciones como esta por la que estamos pasando, en la actualidad; han seguido con preocupación, pero también manteniendo la esperanza de que va a surgir una persona como, en su día, sucedió con Aznar, que tomará el mando de la situación y conseguirá despertar a todos aquellos españoles que se encuentran a disgusto con la actual situación en la que, España, se halla, en manos de separatistas, comunistas y un Gobierno incapaz de preocuparse por el bien de España y de los españoles, pero dispuesto, para conseguir mantenerse en el poder, ceder a cualquier chantaje que le pudieran hacer desde Podemos o la Generalitat, incluso a tratar con cualquiera de ellos la división de la nación española.O así es como, señores, desde la óptica de un ciudadano de a pie, tenemos la seguridad de que, en España, sigue habiendo ( Se puede comprobar con el número de personas que, cada día, van aumentando los afiliados de VOX , entre las cuales hay varios generales que ya han dejado claro que no están de acuerdo con lo que está sucediendo en nuestro país) muchos ciudadanos que, evidentemente, no lo manifiestan (Sería una locura, en estos momentos, decir que hubo un tiempo, durante el franquismo, en el que muchos españoles se sintieron a gusto y seguros en la dictadura del general Franco) y que se sienten profundamente decepcionados, incluso con quienes redactaron la Constitución de 1978, a los que se les puede acusar de no haber previsto los efectos de hacer unas cesiones demasiado amplias en los distintos estatutos autonómicos, como se puede intuir al comprobar a qué situación, las cesiones a los separatistas catalanes y las transferencias que se le hicieron en el Estatut, han dado lugar a que España estuviera abocada a un gobierno que amenaza con arruinarnos y a que, una autonomía, amenace al Estado con decidir separarse de España.
Su estructura interna y funcionamiento deberán ser democráticos.” El Art.6 de la Constitución explicita así el papel que tienen que desempeñar los partidos políticos en la vida política española y cuál debe ser también el carácter democrático de sus estructuras y funcionamiento de cara a la participación de sus militantes en los debates y decisiones que conciernen al proyecto político y a las personas que lo defienden y representan en las diversas instituciones del Estado.
Hay una notable diferencia entre presentar excusas con aire de disculpa, creérselas como fundamento de las acciones realizadas o bien expresarlas con ánimo tendencioso para confundir al personal. Su empleo forma parte de las prácticas habituales en busca de una explicación justificativa de las conductas llevadas a cabo.
Lo que les voy a contar forma parte de mis recuerdos más señalados de la maravillosa etapa que me todo vivir como Diputado constituyente tras las primeras elecciones democráticas celebradas en España en el año 1977. Para mí, como para la mayoría de quienes integrábamos el Pleno del Congreso, todo era nuevo. Tan solo quienes habían sido Procuradores en las Cortes franquistas se movían por el palacio como Mateo por su casa
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