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¿Se combate de verdad la desigualdad social? Me refiero a los temas siguientes: fomento de la inmigración ilegal, aumento de la presión fiscal e incremento del gasto político, un gasto fundamentalmente relacionado con la ideología de género, el multiculturalismo o la nueva agenda climática.
La Fundación Codespa apoyó a más de 255.000 personas que superaron la “pobreza” durante 2023 mediante la ejecución de 79 proyectos en 14 países de Iberoamérica, África y Asia. Estos esfuerzos fueron clave para “reducir la desigualdad social y económica” en comunidades “altamente vulnerables”, fomentando un “desarrollo sostenible y a largo plazo”, según indica la ONG.
La desigualdad social cava un abismo social, cava una fosa social. Y este es nuestro auténtico problema, nuestro sufrimiento real. Sin embargo, se oculta que la desigualdad aumenta y se oculta que una ínfima minoría social -bancos, eléctricas, petroleras y capital extranjero- gana cada vez más a costa de recortar el bienestar, de empobrecer -en mayor o en menor medida- a la mayoría social.
CaixaBank ha disparado su beneficio un 25% en el primer semestre, hasta los 2.675 millones de euros. BBVA obtuvo un beneficio de 4.994 millones de euros en el mismo periodo del año, un 29% más que en el ejercicio anterior. En ambos casos consideran que el resultado recoge una mejora generalizada de la economía. Sin embargo, con ese crecimiento económico se oculta que aumentan las desigualdades.
Uno de cada cuatro habitantes de América Latina y el Caribe vive en hogares pobres, con un ingreso inferior a 6,85 dólares por día, y la tendencia a reducir la pobreza se ha estancado desde hace nueve años, de acuerdo con un reciente estudio del Banco Mundial.
La pobreza es un desafío global que afecta a millones de personas en todo el mundo, las consecuencias pueden ser muchas, entre las que están, la falta de acceso a la atención médica adecuada, lo que puede llevarlos a enfermedades crónicas y menor esperanza de vida.
España está catalogada como un país rico, donde existe de forma generalizada la pobreza, un problema que se ha cronificado y que sitúa a España como el cuarto con más desigualdad de Europa. No todas las comunidades tienen el mismo patrón, se podría citar por ejemplo a Canarias, Castilla-La Mancha, Andalucía y donde se encuentra también Asturias, que bien parece la olvidada por nuestro Gobierno central en algunas materias.
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, ha pedido una acción global para convertir las ciudades en motores del desarrollo, en un mensaje con motivo del Día Mundial de las Ciudades. Las ciudades “no solo son motores del crecimiento económico, sino que también están a la vanguardia de los desafíos más apremiantes del mundo", expresó Guterres.
En los últimos tiempos se han introducido en el debate público y político términos como la “justicia social”, pero ¿qué entiende la gente por “sociedad justa”?, ¿qué importancia le da la gente a la desigualdad dentro de los problemas de un país?, ¿qué personas sufren más esa desigualdad y quién o quiénes son los responsables de mitigarla? Para dar respuesta a estas preguntas, Ipsos ha publicado su primer “Índice de Igualdad”.
En un contexto de creciente desigualdad económica, la idea de una "clase media" se ha convertido en una herramienta ideológica para justificar la desigualdad estructural. Esta discusión sobre la clase media no es nueva, pero ha cobrado una nueva relevancia en los últimos tiempos debido al aumento de la desigualdad y la disminución de los ingresos reales para muchas familias.
A poco que rastreemos por los caminos terrestres, percibiremos que la decencia y la compasión humana acostumbran a brillar por su ausencia, sobre todo entre los desfavorecidos, que suelen ser los más vulnerables y marginados. Debemos evitar que esto suceda o que se prolongue en el tiempo.
Los ingresos del 10% más rico multiplica por seis los que obtiene la mitad de la humanidad. Y esta escandalosa cifra se multiplica hasta 38 veces cuando miramos la propiedad sobre la riqueza mundial. Mientras el selecto club del 10% más rico acumula el 76% de la riqueza global, casi toda, la mitad de la humanidad solo posee el 2%, es decir, casi nada.
La situación en Grecia desde hace unos seis años con la crisis económica es desesperada, ya que el 45 por ciento de los jubilados griegos son pobres, y el 40 por ciento de los niños malvive por debajo del umbral de la pobreza. Este ambiente tremendo para una parte muy considerable de la población helena es algo vergonzoso, y la UE tendría que dar ayudas económicas para solventar los numerosos casos de miseria existentes en el bello país griego. No debería ser insensible al sufrimiento inmerecido de ciudadanos que también son europeos.
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