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Añoro aquellos tiempos en que cada día aparecían en mi buzón un cerro de cartas. No ha pasado tanto tiempo. Durante mi vida laboral como agente comercial, la labor de los esforzados carteros fue imprescindible para mi negocio. Pedidos, facturas, catálogos, tarifas, instrucciones de venta. Se cruzaba todo un conjunto de correspondencia que ponía en marcha y organizaba toda mi vida comercial.
La actual Presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, con la ayuda inestimable de su asesor Miguel Ángel Rodríguez, habría conseguido suplir las deficiencias en su gestión pública así como el desconocimiento de su programa electoral por parte de los electores con el impacto mediático de sus intervenciones públicas.
De nuevo elecciones, y de nuevo el lenguaje cainita en los foros. Una de las características de dicho lenguaje es que sin aportar nada puede multiplicar su capacidad destructiva. A este mal se suma la incomprensible atonía de un pueblo que reacciona contra la banalidad con un encogimiento de hombros. Es como si pidiéramos que no nos carguen con cuestiones serias porque preferimos disputas vecinales superfluas.
En pleno bullicio electoral, el voltaje expresivo está subiendo de tono en todos los sentidos, el verbal, el publicitario, el irresponsable, el ofensivo, el filo etarra, el despreciativo, el indiferente... A partir de cierta edad, la nostalgia de un pasado, el miedo al futuro familiar, la incapacidad frente a la mentira vergonzosa, la falta de ilusión ante tanto incumplimiento, la poca fe ante las promesas... “fulminan las ganas de seguir en la brecha del esfuerzo...”
En las campañas electorales, los ciudadanos más responsables suelen limitarse a leer los programas de los principales partidos. Los más irresponsables se dejan llevar por la última impresión recibida en la barra del bar. Se podrá decir que en ella se reúnen parroquianos con intereses afines. Pero eso sería uniformar excesivamente las clases sociales, que no existen (no lo dudamos) pero que haberlas haylas.
El dramaturgo y pensador francés Pablo Magee, autor de un exitoso libro sobre Stroessner y el Plan Cóndor aún no traducido al español, participó esta semana de un encuentro con el candidato a la presidencia del Paraguay Euclides Acevedo. Precisamente Magee narra en su libro el encuentro de Euclides con François Mitterrand, uno de los momentos más trascendentes de la lucha contra la dictadura en Paraguay.
Las palabras que encabezan el presente escrito habrían tenido interés hace unos años. La realidad actual las ha sobrepasado restándoles trascendencia: el fatalismo se ha hecho ideología. Quizás esta era la finalidad que se perseguía: “no nos molesten con problemas de procedimiento; estamos trabajando. Vds. sigan riendo”.
Bello como una prisión en llamas es un libro memorable sobre un oculto episodio de la historia inglesa, recordado en un título de la prensa francesa cuando un grupo de piromaniacos incendió la sede del Congreso paraguayo. Paraguay, país con una clase política de cultura piromaniaca, volvió a sufrir por debilidades institucionales otro incendio, ahora en sede de su misma Justicia Electoral.
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