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El precio de la electricidad se mantendrá entre los 80 y 90 euros el megavatio hora de cara a los próximos meses y pese a entrar en la ventana gasista más crítica del año, de diciembre a marzo. Con los almacenes europeos llenos de gas natural licuado, amplias importaciones y los constantes suministros noruegos, la estratégica Tempos Energía vaticina un escenario eminentemente bajista.
La importancia de invertir en energías renovables ya no es algo nuevo ni opcional, sino que se ha convertido en una necesidad urgente en los últimos años. La adopción de fuentes de energía limpia no solo es esencial para preservar nuestro planeta, sino que también brinda oportunidades para obtener ventajas competitivas en diversos sectores.
En algún momento, es posible que hayas considerado la idea de realizar reformas parciales o totales en tu hogar, de tu oficina o tu local, con el objetivo de obtener entornos más funcionales y acogedores. Sin embargo, emprender una transformación de este tipo puede resultar abrumador: trámites, presupuesto y factores técnicos. Surge entonces la pregunta: ¿merece la pena?
El precio del gas regresará en el próximo trimestre a un nivel “pandémico” de 15 euros el megavatio hora, ante unas reservas gasísticas europeas que podrían llegar a situarse en el 100% de su capacidad “mucho antes de lo previsto”, según han indicado los expertos de la consultora energética Tempos Energía.
Existen amplias posibilidades de que la bajada lenta y continuada del gas permanezca. El precio del gas podría caer por debajo de los 25 euros el megavatio hora en un horizonte máximo de dos meses. Una caída propiciada, en gran medida, por la baja de la demanda, tanto interior como exterior, y al extraordinario empuje de las energías verdes, en especial la solar.
Todo se ha digitalizado. Es algo que vemos a diario y de lo que, quizá, no somos tan conscientes como creemos. Esta digitalización también afecta a los servicios más tradicionales, a los que siempre han estado ahí. ¿Lo mejor de todo? Que gracias a eso nuestras vidas son mucho más fáciles.
El pool español ha iniciado una tendencia a la baja debido al máximo alcanzado de 16 meses por la producción hidroeléctrica que, según el análisis de la consultora estratégica Tempos Energía “inyecta en el mix cercano a los 125 gigavatios hora al día, el nivel más alto desde el 8 de abril de 2021”. “España es la isla europea de la electricidad con un distanciamiento de 244 euros por megavatio hora con respecto a Francia y Alemania”.
Mientras Europa se prepara para un invierno inusual debido a la crisis del suministro de energía, Grecia avanza en uno de los proyectos energéticos más ambiciosos de la Unión Europea: la interconexión de su red eléctrica con la de Egipto. El superávit de energías eólica y solar de Egipto está detrás de este gran proyecto para transportar electricidad desde este país hasta Grecia, en una interconexión que podría proseguir después a otros países de la Unión Europea.
Las Comunidades de Regantes han tenido que soportar un incremento de sus facturas superior al 600% en el último año, tal y como ha informado Fenacore a Agricultura y Transición Ecológica (MITECO), Ministerios a los que ha alertado de que el recibo se ha multiplicado por más de 10 desde 2008, cuando desaparecieron las tarifas eléctricas para el regadío. Esta situación amenaza una necesidad tan básica como la producción de alimentos.
El Gobierno de España ha intentado numerosas fórmulas para poner freno a este incremento continuo en el precio de la electricidad. Desde los fracasados periodos de hora valle, punta y llana hasta bajar los impuestos. Pero hay que pagar a las empresas de electricidad una compensación por producir ese bien a un precio inferior al del mercado en otros países europeos.
Los Técnicos del Ministerio de Hacienda, Gestha, estiman que el coste de bajar el IVA de la luz del 21% al 5% oscilará entre 430 y 460 millones de euros en los próximos tres meses, después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, haya anunciado que esta medida se aprobará este sábado en el Consejo de Ministros extraordinario.
Las interrupciones a gran escala en la producción del petróleo euroasiático podrían hacer perder unos tres millones de barriles diarios, cantidad más que suficiente para mantener el mercado en déficit durante al menos los dos próximos trimestres. Según un experto, “este hecho provocaría una subida de precios por encima de los 140 dólares el barril de brent, que se traduciría en un incremento de 10.000 millones de euros en el segundo trimestre del año".
El precio de la electricidad volvió a acelerar en febrero su encarecimiento respecto al mismo mes del año anterior, con una tasa interanual del 80,5%, mientras que los combustibles líquidos vieron aumentar su precio un 52,3%, según los datos del Índice de Precios al Consumo (IPC) publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que en su dato general refleja que la tasa interanual en febrero fue del 7,6%.
Los españoles cada vez lo tienen más complicado para consumir de forma sostenible. Según un estudio, el precio de las cocinas eficientes ha aumentado en un 12 % en un año con un coste medio que supera los 1200 €. Por otra parte, la demanda de productos con etiqueta A ha caído mientras su precio ha aumentado. En ese sentido, la búsqueda de bombonas a gas se ha duplicado en los últimos cuatro meses.
La economía de los Valles Pirenaicos se ha basado en las últimas décadas en la conocida “dieta alpina”, cuyos ingredientes principales eran el turismo alpino, la explotación agropecuaria y forestal y la industria agroalimentaria. Dicha fórmula creaba excelentes platos minimalistas, de apariencia altamente sugestiva pero con fecha de caducidad impresa (2020), debido a la irrupción de la borrasca pandémica del post coronavirus.
La factura de la luz en España no ha dejado de subir en todo el año, con el precio de electricidad en el mercado mayorista batiendo récords cada mes. De este modo, si bien el propietario de un vehículo eléctrico pagaba en febrero unos 1,3 euros en uso nocturno de recarga, con los cuales podía recorrer unos 100 kilómetros, en septiembre la media era de 3,4 euros. En este sentido, la situación actual no es nada prometedora para que la movilidad eléctrica pueda convertirse en una realidad.
Los consumidores estamos sufriendo una de las crisis económicas más fuertes de los últimos tiempos, siendo la energía primigenia la causante de nuestros quebraderos de cabeza. No solo el petróleo se encuentra a precios desorbitados, sino que la electricidad esta cada vez más cara y amenaza también con subir el precio del gas.
Nos han dicho que el precio de la luz se dispara porque el precio del gas está por las nubes y también porque las centrales que contaminan tienen que comprar bonos de CO2 que igualmente están muy caros. Ambas cosas son ciertas, pero no son las verdaderas razones de la escandalosa subida del precio que estamos pagando.
La escalada de los precios del gas y la electricidad habría sorprendido a Europa con las reservas de gas en mínimos históricos (60% ) y habría escenificado el fracaso rotundo de las políticas energéticas de una Unión Europea incapaz de lograr la utópica autosuficiencia energética. Así, uno los factores que más repercute en la dependencia energética de un país es la cantidad de petróleo y gas que debe importar para la industria y transporte.
Los regantes remarcan que con las reservas superficiales de agua es posible generar energía eléctrica en momentos de aumento de la demanda instantánea o fuertes precios, ya que al tratarse de infraestructuras construidas por norma general hace ya muchos años y que han finalizado su periodo de amortización, el coste de producir energía eléctrica es mucho más barato que hacerlo con gas, carbón o fuel.
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