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Tiempos agitados con gente menesterosa han ocupado las crónicas por motivos diversos en cada época. Esa presión ambiental alcanza límites tremendos; pone a prueba las capacidades de las personas. La variación de los ejemplos es inusitada, con modelos controvertidos.
Las religiones cuanto más alejadas de Dios, se caracterizan por una liturgia muy elaborada y barroca que ha perdido la frescura de una íntima relación con Dios: Edificios majestuosos como si en ellos hubiese espacio para que el Dios infinito le agradase habitar en ellos y una práctica religiosa de masas cuando la fe es una cuestión personal.
Hace algún tiempo muchos automóviles llevaban pegada en el cristal trasero una pegatina que decía “Todo el mundo es bueno” o en plan más castizo “To er mundo e güeno”
Las contradicciones experimentadas en la vida nos zarandean sin compasión. Cuando creemos saber algo, de inmediato descubrimos en sus entresijos matices insospechables de diverso calado. La BRECHA se establece entre tantos descubrimientos, aleja al verdadero conocimiento del ensamblaje común.
Hemos comenzado el año con el doble asesinato machista en Esplugues de Llobregat, la noche de Reyes, de un hombre de 27 años a su mujer de 28 años y su hija de 3 años. Pasan los años y los hombres siguen asesinando con total normalidad. Esto tiene que acabar.
La legión de abusadores no cesa en este planeta en el que proliferan tantos dominadores sin miramiento alguno. Por doquier rincón encontramos gentes que son explotadas, comercializadas, sometidas al antojo de un poder sin escrúpulos.
No me gusta acariciar la vida desde los balcones, prefiero encontrarme con ella, responder a sus desafíos, activar el coraje frente al espíritu mundano, sacar de mi interior una voz activa y valiente de lucha en favor de la dignidad de las personas, de oposición a la pérdida de los valores, de combate contra la pobreza y tantas otras injusticias que encontramos a diario con nuestro andar.
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